La mujer de 52 años que el pasado jueves a la madrugada fue salvajemente golpeada en el interior de un hogar de evangelistas murió en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) después de agonizar cuatro días.

Por el hecho fue aprehendido un menor que se halla en situación de calle y que, de acuerdo a los datos que surgen de la investigación, habría atacado a la víctima en el interior del establecimiento.

Según la información que pudo recabar LA CAPITAL, se trata de un adolescente de 15 años que el miércoles por la noche había ingresado al hogar ubicado sobre la ruta 88 para cenar. En ese lugar residía la mujer, quien padecía problemas de salud previos entre los que las fuentes consultadas citaron un cuadro de desnutrición.

Conforme la reconstrucción del caso, cerca de las 23 el joven se retiró del establecimiento pero minutos más tarde regresó y solicitó entrar nuevamente. Sin embargo, las autoridades no se lo permitieron porque, según explicaron en el marco de la causa, notaron que se encontraba en visible estado de nerviosismo, “como alcoholizado o intoxicado”.

La reacción del adolescente fue quedarse tocando el timbre del hogar hasta las 3 de la madrugada, señalaron los testigos al fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Carlos Russo. Luego, no se escucharon más ruidos y los presentes pensaron que finalmente se había retirado.

Sin embargo, el jueves por la mañana las personas que habitan el hogar hallaron a María Lago violentamente golpeada, por lo que llamaron a la policía y se produjo su traslado al HIGA.

Al nosocomio la víctima ingresó lúcida y consciente, y mencionó ante los uniformados del Destacamento que había sido golpeada en un intento de robo. Con el paso de las horas su cuadro empeoró y murió el domingo como consecuencia de un traumatismo de cráneo.

Investigación

Por el hecho se inició una investigación a cargo del fiscal Leandro Arévalo, pero a medida que se reunían las declaraciones de los testigos y las pruebas, se decidió que el expediente pasara al fuero de menores, debido a que las sospechas recayeron sobre el adolescente.

En el marco de las primeras líneas de trabajo, los uniformados descubrieron que uno de los sectores de ingreso al hogar de los evangelistas había sido violentado y, de acuerdo a la hipótesis, eso ocurrió en la madrugada del mismo jueves. Por eso, todas las miradas apuntaron al menor, que fue aprehendido en horas posteriores.

Al ser citado por el fiscal Russo, el acusado -que debido a su edad es considerado no punible por la ley argentina- se negó a declarar. Luego, el investigador solicitó una medida de encierro extraordinaria que fue autorizada por la Justicia de Garantías, y este miércoles se producirá una audiencia para definir los pasos procesales a seguir.

En principio, el fiscal Russo modificaría la carátula de la causa de “Robo calificado y lesiones graves” a “Homicidio en ocasión de robo”, por lo que pediría además que esa medida extraordinaria se mantenga y que el joven permanezca alojado en el Centro de Recepción de Menores de Batán al que fue trasladado.

En tanto, la defensa oficial representada por Juan Rabino deberá analizar cuál será su postura. Ambas partes se expresarán ante la jueza Fernanda Di Clemente, quien reemplaza a su par Patricia Gutiérrez, de licencia.

Mientras tanto, los investigadores aguardan por el resultado de los peritajes realizados en el marco del caso por los peritos de la Policía Científica que trabajaron en el hogar. Entre otras cuestiones, analizan diversas pruebas y rastros que hallaron en el establecimiento.

Situación de calle

Según pudo saber LA CAPITAL, el imputado es un menor que prácticamente se encuentra en situación de calle, y por eso había concurrido al hogar a alimentarse. Al parecer, desde el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil dieron con su madre, pero esta mujer dijo que había perdido la tenencia del joven cuando éste tenía 3 años y que no tenía conocimiento de su estado actual ni intención de tomar contacto. Al padre, en cambio, aún no lograron localizarlo.