El “Programa Siria” es una herramienta que desde 2014 promueve la Dirección Nacional de Migraciones para garantizar el visado humanitario para extranjeros afectados por el conflicto de Siria.

Su principal objetivo brindar protección a personas que huyen de Siria. Se impulsó durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner en 2014 y fue reforzado y “agilizado” durante la gestión de Mauricio Macri.

Esteban Tomé Fuentes es el coordinador del programa que promueve el patrocinio comunitario. “Surge de abajo hacia arriba, con el apoyo de familias argentinas como el caso de Paula Florencia en Sierra de los Padres, que desinteresadamente abren sus puertas a familias sirias “, le contó el funcionario nacional a LA CAPITAL.

Fuentes aclaró que “el Estado no pone a disposición recursos financieros directos para la familia”, sino que recibe dos fondos, uno de la Unión Europa y otro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con los cuales “se impulsan programas para trabajar en la integración de la familia”, con el respaldo de la Jefatura de Gabinete y la participación de seis ministerios.

El funcionario informó que hoy en Argentina hay unas 430 personas que llegaron con este visado humanitario. Junto al caso en Sierra de los Padres está también el de una familia en Necochea, pero también hay otros refugiados en la Ciudad de Buenos Aires, en Salta, Jujuy y la Patagonia.

Esteban Tomé Fuentes viajó días atrás a Mar del Plata y se trasladó hasta el hogar en el que se alojan Hodina y su hijo adolescente. “Están adaptándose en Sierra de los Padres, en un contexto muy distinto. El nene va a empezar el colegio el lunes, así que va a ser una experiencia nueva para él y nosotros vamos a estar apuntalándolos“, explicó e indicó que a través del Programa Siria se generará un curso de interculturalidad en la Escuela Técnica N°3, donde Charles comenzará las clases, “para ayudar en la adaptación”.

Paula Florencia, la “llamante” que alberga a esta familia de Siria, remarcó el “muy buen funcionamiento del programa” y el compromiso de Tomé Fuentes.

“El Estado se ocupa de que su situación sea legal en Argentina. Por eso entran con una visa temporaria de 24 meses que puede renovarse. Durante este primer año Migraciones hace un seguimiento y cada tres meses va a venir un asistencia social a ver cómo se está insertando”, explicó y agregó que al cumplirse un año tendrán una inspección de Migraciones. Al tercer año podrán optar por una residencia permanente, como cualquier otro extranjero.

Ser llamante frente a una realidad hostil

Existen casi 70 millones de personas desplazadas forzosamente en todo el mundo debido a la persecución, los conflictos o la violencia generalizada.

Más de 45.000 niños y niñas solicitan por año asilo individualmente. Cinco millones de desplazados regresaron a sus zonas o países de origen durante el 2017. Cerca de un 85% de los refugiados del mundo fueron acogidos por regiones o países en desarrollo.

Como individuo, junto con amigos, familias y colegas, cualquier persona puede convertirse en llamante y acompañar a una persona refugiada y su familia durante el primer año de su estadía en Argentina, posibilidad que se se ofrece través del Programa Siria. Se trata de una obligación legal que conlleva esfuerzos y recursos económicos para cubrir las necesidades de la familia beneficiaria.