Desde hace ya varios años, todas las ciudades turísticas -y no tan turísticas- del mundo se enfrentan a un nuevo fenómeno en lo que respecta a alquiler de alojamientos: el surgimiento y posterior explosión de plataformas digitales en las que usuarios ofrecen sus viviendas sin adentrarse en las políticas normativas que sí rigen para los opciones tradicionales de hospedaje.

Por supuesto que Mar del Plata, una localidad que recibe alrededor de cinco millones de turistas al año, no está exenta de esta situación y hay quienes advierten el impacto negativo que la falta de controles y políticas orientadas a regular la actividad pueda llegar a tener en uno de los sectores económicos más importantes de la ciudad: el hotelero.

Es que si bien esta novedad beneficia directamente a los consumidores, ya que en definitiva, la mayor oferta observada en un mismo lugar y momento transparenta el mercado, exhibe los precios y calidad de los servicios, lo que podría entenderse como una competencia perfecta, tiene su perspectiva negativa cuando especialistas en la materia advierten la importancia de que la competencia entre el alojamiento turístico hotelero y el extrahotelero sea transparente y en igualdad de condiciones, para así ofrecerle al consumidor una ‘calidad certificada’. Es decir, la habilitación municipal.

En este sentido, un reconocido tributarista consultado por LA CAPITAL destacó que esta exigencia – cada vez más común a lo largo y ancho del mundo- está ligada estrictamente a la idea de que “la seguridad de los huéspedes, la transparencia comercial y la equidad tributaria son roles indelegables por los que el Estado (municipal, provincial y nacional) debe velar en cualquiera de sus formas”.

“Es terrible lo que ha sucedido por falta de control y presencia del Estado allí donde debe estar, basta solo con ver algunas publicaciones de lo ocurrido en el presente año”, señaló el contador, en referencia a la muerte de una familia brasileña en Chile, intoxicada por inhalación de monóxido de carbono en un departamento alquilado a través de la reconocida plataforma Airbnb.

Según pudo saber este medio, en el territorio bonaerense regulan la actividad la ley provincial N° 14.209, el decreto reglamentario 13/2014 y la resolución 23/2014 de la Secretaría de Turismo que establece, entre otras cosas, la implementación de un Registro de Prestadores Turísticos (permitiendo la prestación sólo a aquellos que se hayan inscripto). Además, se detalla que el régimen en cuestión alcanza a cualquier alojamiento turístico, en sus diferentes clases y categorías, “incluso aquel prestado por modalidades no tradicionales o complementarias”.

Sin embargo, especialistas en la materia advierten un “vacío” en lo que respecta a la regulación municipal en la actividad, lo que genera desventajas e inequidades a la hora de la competencia.

Esta situación ya encendió las alarmas en localidades turísticas cercanas, como Pinamar, que según pudo saber LA CAPITAL ya comenzó a trabajar en la elaboración de normativas en conjunto con los actores principales del sector.

Proteger la industria

Estas inquietudes en relación al impacto económico que el advenimiento de estas plataformas pueda generar en la industria llevó a que plazas turísticas importantes del mundo como Amsterdam, Barcelona, Berlín, Paris o Nueva York encaminaran la comercialización de los servicios turísticos de alojamiento en sus urbes, priorizando que la oferta sea de calidad y transparente a través de los ‘certificados de habilitación’ de los inmuebles cuyos servicios comercializan, sean estos hoteleros o extrahoteleros.

De hecho, uno de los ejemplos nacionales más importantes es lo que pasó en Bariloche, la primera localidad argentina en establecer una regulación que orientada hacia la competencia “perfecta”.

Buscando proteger la industria turística y brindando seguridad y excelencia, tanto en la calidad de los servicios ofrecidos como en la comercialización y competencia transparente, se estableció la obligatoriedad de la habilitación de la vivienda o alojamiento previo a su difusión. Esto, señalaron especialistas, “inicia un proceso de equidad tributaria para todos los operadores del sector”. En lo que respecta al cumplimiento ante la Administración pública, el reconocido tributarista habló de un proceso de “triple vertiente”.

“En primer lugar, desde AFIP se establece una doble vía: a los contribuyentes propietarios de inmuebles (con el cumplimiento del pago de ganancias e IVA) y a los usuarios consumidores (a través del monto consumido). En segundo lugar, se exige el cumplimiento de los usuarios para con las plataformas, facilitando la información necesaria para el control fiscal de las operaciones. Y en tercer lugar, desde las plataformas digitales hacia la AFIP, para el adecuado control de la tributación a los usuarios (titulares de inmuebles -ganancias e IVA- y consumidores de servicios -monto consumido-) para el cumplimiento de sus obligaciones”, entre otros requisitos.

— Bariloche, la ciudad que logró regular la oferta de hospedaje

La Municipalidad de San Carlos de Bariloche advirtió el crecimiento de alojamientos “extrahoteleros” que eran alquilados a través de plataformas digitales y decidió incluirlos en la normativa local que regula la actividad del sector en la ciudad.

De acuerdo a la Ordenanza N° 1526-CM-05, en Bariloche todos los establecimientos turísticos deben necesariamente habilitarse ante la Secretaría de Turismo, de conformidad con el Art. 5, previo a su difusión.

En este sentido, el texto expresa: “Habilítase el Registro Unico Municipal de Alojamientos Turísticos donde, una vez cumplimentados los requisitos para la habilitación que por la presente ordenanza se establecen u otras que se dicten a futuro en materia de servicios de alojamiento, la Secretaría de Turismo procederá a inscribir los establecimientos y otorgar la Habilitación Turística”.

La regulación llevó incluso a la Municipalidad a intimar a empresas como Booking y Airbnb por ofrecer alojamientos sin los requerimientos exigibles para la publicación en plataformas digitales.