por Ramiro Melucci

Miguel Angel Pichetto cree que lo que discute el país en estas elecciones no se discute en ninguna otra parte. El sistema capitalista, por ejemplo. Por eso coincide con la gobernadora María Eugenia Vidal cuando habla de las elecciones más importantes desde el regreso de la democracia. “Parte de la cuestión económica y financiera, el riesgo, los mercados, la volatilidad, tiene que ver con la necesidad de que la sociedad argentina ratifique el rumbo en esta elección bisagra”, dice el compañero de fórmula de Mauricio Macri en una entrevista con LA CAPITAL.

– ¿Qué está en disputa en estas elecciones?

– La elección está enmarcada en conceptos que ya el mundo no discute. Nadie discute que el modelo para crecer en un país es el capitalista. Después se pueden discutir instrumentos, se puede tener flexibilidad en la defensa del interés nacional, de la industria. Pero para que la economía crezca hay que integrarse al mundo, hay que tener reglas, cumplir con las normas que el mundo acepta. Está en juego cómo te integrás, cómo te relacionás. Si las relaciones que ha construido el presidente Macri en términos internacionales, con un ejercicio de la diplomacia presidencial y vínculos con Estados Unidos, Canadá, Corea y Europa se consolidan. Porque eso nos permite la integración comercial y la posibilidad de que en la Argentina vengan inversiones importantes.

– ¿Si gana el Frente de Todos Argentina queda aislada del mundo?

– Es la contracara de la Argentina cerrada, de algunas visiones que atrasan, que expresan Alberto Fernández o Axel Kicillof. Alberto Fernández visita Brasil y lo va a ver a Lula. Es un acto humanitario ir a ver a alguien que está preso, pero desde el punto de vista político de la integración con esa potencia que es Brasil, la verdad que debería haberse preocupado por tener una audiencia con Bolsonaro, que va a ser presidente por los próximos cuatro años. Kicillof ha definido como “tragedia” la firma del acuerdo de la Unión Europea con el bloque del Mercosur. Hay mucha limitación, mucha ignorancia y mucho prejuicio ideológico en la propuesta que expresa el Frente de Todos.

– ¿Por qué debería votarse por Juntos por el Cambio cuando no alcanza la plata para vivir?

– Porque hay procesos de mejora en la economía. Hay señales en términos de estabilidad del tipo de cambio. Hay sectores muy potentes que empezaron a crecer, como todo lo que está ligado al sector agropecuario, a los sectores más potentes por los cuales la Argentina logra dólares, que es el sector agropecuario primario, y la ganadería, que empieza a ser de vuelta relevante en el país. También está el dato de la Patagonia y el polo petrolero y gasífero: Vaca Muerta, la autosuficiencia en gas, la posibilidad de exportar en el corto plazo a toda Latinoamérica. Hay un horizonte muy importante que la Argentina tiene por delante. De persistir en este rumbo de pensamiento político y en este gobierno que genera cierta confiabilidad en el mundo, Argentina va a crecer. No tengo dudas de que va a crecer en la economía interna, en el empleo y en las expectativas como país.

– Pero la desocupación crece, la pobreza crece, el trabajo registrado no aumenta.

– Es cierto que ha habido dificultades. Especialmente en el año 2018, con la devaluación, que impactó fuertemente en el salario. Esto también está recomponiéndose hoy con paritarias más libres. Y ha habido sectores económicos que han sentido el impacto. Esto nadie lo desconoce. Lo que creo es que en términos de pobreza hay una estructura consolidada del 30% o un poco más, pero la única manera de salir no es mediante el mecanismo del plan, de consolidarla definitivamente como hace el plan. La manera de salir es mediante la posibilidad de generar inversiones y desarrollar modelos productivos. Eso va a permitir que sectores que están en la indigencia ayudados por el Estado mediante planes y distintos mecanismos pasen al mundo del trabajo. La Argentina se va a empezar a recuperar cuando la gente vuelva al eje del trabajo.

– La gran inflación no contribuye. ¿Cómo se revierte la tendencia?

– La inflación tiene que ver con la estructura del gasto público, la emisión monetaria, el riesgo. Tiene que ver con que durante muchos años en la Argentina se vivió por encima de las posibilidades que el Estado tenía. Y eso lo resolvía vía emisión monetaria o endeudamiento externo. Me parece que de eso hay que salir a través del orden fiscal, la administración.

– Ha sido muy crítico con Macri. ¿Qué lo hizo coincidir en esta etapa electoral?

– He sido un adversario democrático que aportó a la gobernabilidad. Tuve visiones críticas en algunos tramos de la economía. Me acercó el rumbo en orden a la definición del modelo económico. La consolidación de un modelo capitalista, inteligente, flexible y con conocimiento de las realidades del interior del país. La visión internacional. También la extinción de la propuesta del centro democrático en la que trabajé durante tres años y medio, que era el espacio de Alternativa Federal.

– ¿No cree que eso pudo haber generado cierta decepción en los que creían en una alternativa a Macri o Cristina?

– Puede ser, sin duda. Hay otra mirada también respecto a eso. Mi decisión abre un camino a la reconfiguración de la política en la Argentina. A un modelo más ligado a la coalición que hoy está desarrollándose en Europa. Son actos disruptivos que lógicamente serán valorados por la sociedad cuando se vote.

– Algunos peronistas lo llamaron traidor.

– Es un concepto muy precario. No lo entiendo así. El peronismo al que yo pertenecí toda mi vida me abandonó antes. No tengo nada que ver con una izquierda populista que hoy domina el escenario político del peronismo y de la conducción partidaria. No tengo nada que ver con una visión de izquierdas en la Argentina, con la conducción sectaria de La Cámpora. Hace tres años y siete meses que no tengo diálogo alguno con este sector (el peronismo) ni estoy de acuerdo con la decisión que tomó mi partido de ir a una alianza con Unidad Ciudadana nuevamente. Son elementos que también contribuyeron a que tomara la decisión.

— Sobre Baragiola y Montenegro

El senador Miguel Angel Pichetto hizo equilibrio al referirse a la interna entre los precandidatos a intendente de Juntos por el Cambio, Vilma Baragiola y Guillermo Montenegro. “Los conozco a ambos y me parece que es importante mantener un punto de equilibrio. Compartí con ambos toda la jornada en Mar del Plata y lo que surja de esa primaria va a definir al futuro intendente. No tengo ninguna duda”, le dijo el senador a LA CAPITAL.