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Opinión 24 de julio de 2019

El antes y el después

Maxi Abad.

Por Maxi Abad (*)

Cuando ves todos los días a una persona, o visitas seguido un lugar, no se notan tanto los cambios. El tiempo pasa, se modifican cosas, pero como estás todo tiempo viendo lo mismo se naturalizan las modificaciones, pareciera que no son tan evidentes.

También eso pasa con la catarata de información que consumimos todos los días. Leemos, vemos y escuchamos que pasan cientos de miles de cosas, pero estamos tan metidos en eso que olvidamos algunos datos que no deberíamos olvidar. Y menos a la hora de votar.

Es como ver la foto del “antes” y el “después”. En estos días volví a muchos municipios de nuestra extensa y diversa provincia. Muchos de ellos los he visitado en estos tres años, y antes también. Los conozco bien, y fui acompañando sus trasformaciones. Pero cualquiera que lleve tiempo sin recorrer las ciudades de la provincia verá con asombro que algo cambió, que ya no todo es lo mismo que antes. No sólo por lo que se ve a simple vista, sino también por lo que no está en la superficie.

Cuando en 2015 María Eugenia Vidal asumió el gobierno había 109 municipios con déficit. Poca obra pública, y la más importante con un atraso alarmante. Altos porcentajes de vecinos sin cloacas, asfaltos destruidos, rutas en abandono, caminos rurales intransitables, inundaciones. Todo esto fue parte de la información que consumimos durante años y que hoy nos parece tan lejana. Pero era cierta. El panorama era desolador. Era la foto del antes.

Hoy, casi cuatro años después, de esos 109 municipios quebrados hay 99 que ya tienen superávit. La explicación es sencilla: la situación fiscal cambia cuando hay intendentes responsables que saben administrar, cuando no hay lugar para la corrupción, y cuando hay un gobierno central que le da a cada uno lo que le corresponde por coparticipación.

Así, de los 34 mil millones que se transferían a los municipios en 2015, pasamos a 115 mil millones este año. Esa es la foto del después.

A veces naturalizamos cosas que no son para nada naturales. Cada tanto conviene revisar los hechos: pasamos de una Provincia oscura y quebrada a una viable y honesta. Eso se logró con decisión y conducción política; y también con un equipo de jefes comunales que, en su gran mayoría, puso a sus vecinos primero. No es poco el cambio, no lo olvidemos, y hagamos que sea cada vez más evidente para los que quieren arrastrarnos de nuevo al pasado.

(*) Presidente Bloque Cambiemos Cámara de Diputados PBA.