Sebastián Jorgi: “La poesía es el campo minado de la literatura”
El periodista y poeta cuenta cómo fueron sus orígenes en la literatura, repasa los primeros grupos que transitó y los poemas que más reconocimiento le trajeron.
por Andrea Biondi
Artículos periodísticos, críticas literarias y reportajes a diversos protagonistas de la cultura forman parte de la obra periodística de Sebastián Jorgi, quien colabora con LA CAPITAL desde hace años. Recientemente, acaba de publicar un nuevo poemario, “Cartas de otoño”, que compila cuatro libros de poesía publicados entre 2001 y 2014.
Más allá de su labor periodística, su trayectoria en el mundo de la literatura es amplia. En los años sesenta integró el grupo Macedonio con Alberto Vanasco, acompañó a poetas de la talla de Joaquín Giannuzzi, Edgar Bayley, Juan José Ceselli, Mario Trejo y posteriormente, ya en los 80 formó parte de la Fundación Argentina para la Poesía, con Carlos Alberto Débole, Rubén Vela y Manolo Serrano Pérez.
“Peligrosamente, la poesía es el campo minado de la literatura, es difícil salir a salvo”, señaló el poeta, quien en esta entrevista repasó su larga trayectoria.
Jorgi definió su último libro: “Es el sustrato de una genuina convivencia poética, con maestros que acompañaron mis primeros pasos, como Julián Centella, Bayley y Ceselli”. Y señaló que “son crónicas de vida, un periplo que abarca lo íntimo y conmociones sociales, el compromiso de los juveniles años 60 y una posmodernidad escindida entre la controversia mediática y el cinismo del poder, es una aldea global de guerras frías y calientes”.
– ¿Cómo surge la edición de “Cartas de otoño”?
– Siempre hay alguien que a uno lo empuja al abismo. La poesía es un género de lo desconocido, un lenguaje que está al otro lado de las lógicas, la poesía es lo insondable. Tras un conversatorio con la Dra. Denise Scolari Vieira, profesora de la Universidad Unioneste de Brasil, en conjunto con sus alumnas, la memoria entró a remover convivencias de amistad y poesía con figuras relevantes, Joaquín Giannuzzi, Juan José Ceselli, Alberto Vanasco, entre muchos otros.., me insinuaron que podía ir compendiando mis poemarios…
– Desde tus inicios en los años ’60, con los poetas lunfardos, Julián Centella, casi al mismo tiempo con los poetas del tango, tu relación con Cátulo Castillo. hasta el 2001, no publicaste poemas. Fue un empecinamiento de más de treinta años. ¿Por qué?
– Tomás de Lara, el autor de El tema del tango en la literatura argentina, profesor en la Escuela de Periodismo, me conectó con César Tiempo y éste me llevó a asistir los primeros sábados de cada mes, al Círculo de la Prensa, en donde Enrique Ricardo Del Valle estaba formando la Academia Porteña del Lunfardo. Entonces ensayaba –con el seudónimo Antonio Albani—algunos garabatos lunfas. Surgió un poemario, Orsái, que Enrique Freeland iba a publicar en su sello, prestigioso, que acuñaba nombres como Cadícamo, Centella…pero a raíz de un viaje no lo publiqué.
– Orsái aparece en el 2008, en Historietangos de morbochos y froicidas, con algunas letras de tangos, una con música de Julio De Caro. En este libro hay nombres de poetas y opiniones muy halagadoras hacia tus “garabatos lunfas”, popes académicos…Veo dedicatorias a Paco Urondo, Edgar Bayley…bullía el Sesentismo en los cafés de la calle Corrientes.
– Si, Juan Carlos Martini Real me presentó a Alberto Vanasco. Caían Giannuzzi, Mangieri, Urondo, Bustos, Luis Luchi, entre otros narradores y pensadores como Manauta, Aníbal Ford, Rozitchner, se discutían problemáticas socio-políticas en torno a América Latina. El Foro, en la zona de Tribunales, (Corrientes y Uruguay), el café Paulista, La Paz, El Ramos…
– No me contaste al final lo de Historietangos, treinta y tantos años después, veo en el sello Muestrario, allí se publica Orsái, Trasnochando, Trascartón, los “garabatos lunfas”. ¿Cómo fue esta decisión de publicar?
– Mucho después, me llama Punzi, “che Pibe, armame una carpeta de tus poemas, haceme el favor, no vaya a ser que me engrane”. Hice las fotocopias y se las llevé a su departamento en Santa Fe casi Agüero. Unos diez días después voy a buscar la carpeta. Me había escrito un prólogo y tal honor merecía una respuesta. Liliana Varela, titular de Muestrario, me editó sesenta ejemplares.
– Y hay otro sello, Playa sola…
– Es un sello propio, en homenaje al primer libro de Alberto Girri, Playa sola, precisamente.
– El lapsus de silencio en publicar poemas duró desde 1965 a 2001, 35 años ¿fue una autoproscripción? Un empecinamiento desmedido…un largo silencio, digo.
– En verdad, estaba estudiando Periodismo, terminé en el 63, después merodeando la facultad, los cafés y tertulias políticas y literarias y al fin recalé en el 68 en el Mariano Acosta. Más que una obstinación, se sumó el trabajo en algunas redacciones, como cronista deportivo primero y tiempo después cubría cine.
– Y la docencia también. Pero nunca dejaste, íntimamente, de “garabatear” poemas, entre un millar de notas, soy testigo de tus escritos durante más de veinte años. No has nombrado a ninguna mujer poeta, veo acá una dedicatoria de Olga Orozco, entre otras opiniones, ¿actitudes machistas, eso de los boliches y tertulias literarias? Siempre suele sobresalir la bohemia masculina…
– No, para nada, a aquellas tertulias venía Juana Bignozzi, en viajes esporádicos, Alejandra Pizarnik, también Elizabeth Azcona Cranwell. Con esta me reuní un par de veces a instancias de Carlos Alberto Débole, ya en los 80, una de mis primeras amigas fue María de Villarino, a la que le leí algunos poemas. ¡Emma de Cartosio! me olvidaba de ella, gran poeta, a veces me iba a su casa en Recoleta, allá en Pueyrredón al 1800, he sido compañero en amistad de grandes mujeres poetas… ah Ana Emilia Lahitte, de La Plata, vino a mis presentaciones en Buenos Aires…María Granata…Debés sumar casi diez años con mi columna en LU6 Atlántica, mi agradecimiento a Ricardo Pérez Bastida y Jorge Puccinelli. También te cuento que he estudiado obras de Marta de París, Susana Quiroga, Nélida Pessagno, Ester de Izaguirre, fieles compañeras de ruta. Estoy reuniendo las notas y críticas que desde 1981 publico en LA CAPITAL para compendiarlas en un libro.
(*): Abogada, corresponsal de Medios Gráficos del Interior y Exterior desde hace veinte años.
— Contra las cuerdas
por Sebastián Jorgi
1
¿la dialéctica de los márgenes?
¿los próximos? ¿y tú?
no vuelvas a presumir
conténtate con aquella muchacha
otra copa
alguna novedad traerá
bésala mucho
alumbrará entonces el foco de la esquina
2
¿el vecindario subsiste?
pese a los rehenes insomnes
y la gramática desoladora
de la calle Pasteur
¿y ahora en 2001 otro diciembre
negro de pobres y más pobres
ánimas empobrecidas con noche mala
y magra Navidad?
¡dales duro!
— Todos los libros publicados
Esta es la lista de los libros que, a lo largo de su vida, publicó Sebastián Jorgi:
Habrá que avisarle a Indalecio Valle – cuentos- 1984
Eliot Ness Pérez and Company – cuentos 1986
Vengo de un país que está de olvido -novela-1990
Margo junto al río inmóvil -cuentos -1992
El recurso contra el supremo patriarca -novela-1993
Fuga y Vigilia -cuentos-1996
Homenaje a Enrique Anderson Imbert
Trenes a Bolívar -cuentos- 2000
Tardes del Lorraine -cuentos- 2001
Rock Nena Linda-Cuentos -2006-
La cocó cambá del Okey Club –cuentos- 2008
Gotángel -novela- 2010
La trilogía del cine Lorraine –cuentos- 2014
Por todo el camino -(cuentos 1968-2008)- 2011
El recurso contra el supremo patriarca -novela- (2da.Ed. 2019)
La señora de boina café Novela (2019)
En Ensayos: La noche del cazador -1995
Memorias, afectos, ensayos
América en la poesía de Rubén Vela -1995- Ensayo
Siete contra Tebas -1997-
Ensayos sobre Poesía Argentina
Crónicas de un lector
Ensayos sobre Narrativa Argentina – 2012-
El cantor de Buenos Aires- 2016-
Ensayo sobre Enrique Cadícamo
Prólogo de Luis Ricardo Furlan
En Teatro, Afuera hay un desconocido
En colaboración Miguel Ángel Páez-1966
Bienvenido Macedonio -2011-
En colaboración con Nora Thames
Y en poesía, este año publicó Cartas de otoño (poesía reunida 2001-2014).