La previa al inicio de la primera semana de las vacaciones de invierno arrancó con una temperatura poco frecuente en pleno julio marplatense y pasada por agua. Con una temperatura máxima que rondó los 17°, marplatenses y turistas debieron buscar refugio en paseos techados luego que el alerta meteorológico que anunció por la mañana el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) se concretara con la caída esporádica de lluvia y granizo cerca de las 10.

Con los más chicos de la familia ya en ritmo de receso escolar -pese a que oficialmente las vacaciones arrancaron hoy-, familias enteras buscaron alternativas para evitar la rutina doméstica y encontraron en paseos techados la combinación perfecta entre juegos, entretenimiento para los más grande y una amplia oferta gastronómica.

En contraste con el poco movimiento que se observaba minutos antes del mediodía en las calles del centro de la ciudad, el centro comercial Paseo Aldrey mostraba la foto de todos los años: el local de juegos electrónicos atiborrados de niños y niñas deseosos de probar todas y cada una de las máquinas, mesas del patio de comida repletas de envoltorios de casas de comida rápida, largas filas en las puertas de todas las salas de cine del tercer piso.

“La lluvia nos tomó por sorpresa, así que decidimos venir acá para que los chicos puedan jugar tranquilos”, dijo a LA CAPITAL Silvana, que el pasado viernes llegó a la ciudad desde San Fernando junto a un grupo de 11 personas. Todas mujeres con sus respectivos hijos y sobrinos.

“Somos un batallón, pero la estamos pasando bárbaro”, aseguró la mujer, sin quitar los ojos de Ciro y Laureano, quienes ya estaban en su tercer carrera de autitos.

Sobre su percepción de la ciudad, Silvana aseguró encontrar “buenos precios” para grupos numerosos. “Es como en todos lados, hay variedad. Podes gastar un dineral como intentar ir a lugares que se acomoden más al presupuesto”, señaló, satisfecha.

Algo similar les ocurrió Luciano y Agustina, quienes vinieron este fin de semana a la ciudad desde La Plata junto a su bebé, Amalia, quien disfruta de montar un caballo mientras sus padres dialogan con este medio. “Llegamos el viernes porque teníamos un bautismo pero solemos venir seguido porque la ciudad nos encanta. Igual, esperábamos ver más gente. Ayer pudimos cenar en un restaurant sin hacer fila”, destacó sorprendida.

Pero los más chicos no son los únicos que se divierten. Los más grandes también lo hacen y mucho, por eso es habitual encontrar a grandes “compartiendo” los juegos con sus hijos. La carrera de autos y el tiro al arco, de las actividades que más adeptos consiguen.

También muchos se vieron ayer sorprendidos con los múltiples descuentos que locales de indumentaria, vajilla y zapatos decidieron ofrecer este julio con motivo del inicio de las vacaciones.

Esa fue una de las razones por las que Matías recorría el shopping acompañado de sus hijas Cata y Josefina. Al momento de la foto, sólo Cata accedió, mientras que Josefina hizo caso omiso a los pedidos de su padre y hermana y optó por el anonimato.

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