El científico cordobés Gabriel Rabinovich fue condecorado con el título de “Doctor Honoris Causa” de la Universidad Nacional de Mar del Plata por su descubrimiento sobre la función que cumple la proteína galectina 1 en el sistema inmune, abriendo la puerta a las mejoras en el tratamiento de diversas patologías inmunológicas. El resultado fue parte de un trabajo de 20 años realizado por un equipo de 30 especialistas, bajo su dirección en el Instituto de Biología y Medicina Experimental dependiente de la UBA y el Conicet.

Graduado de bioquímico en la Universidad Nacional de Córdoba, el investigador -que lleva más de 20 años en Buenos Aires- bromeó con que “la galectina me eligió más a mí que yo a la galectina” y explicó que el descubrimiento fue “completamente inesperado”.

“Durante mi tesina, trabajando en el laboratorio -contó a LA CAPITAL-, identificamos una proteína que desconocíamos qué función tenía. Hoy sabemos que es un paradigma importante en la resolución de la respuesta inflamatoria”.

Así, detalló que la galectina tiene “dos funciones, se comporta como Dr Jeckyl y Mr Hide de la respuesta inmunológica, porque se comporta tanto como el bueno y también como el malo”.

“Cuando hace de villano -añadió Rabinovich-, la toman los tumores para poder escapar de la respuesta inmunológica y como buena se trata de resolver la respuesta inmunólogica.

Básicamente cuando nosotros tenemos cualquier respuesta inmunológica frente a un tumor que está creciendo o frente a un patógeno, un microbio, que está ingresando se activa toda la maquinaria y los componentes del sistema inmunológico”.

Entendimiento

El científico apeló a la pedagogía para graficar el proceso científico: “Los componentes del sistema inmunológico van como un ejército a atacar y eliminar el tumor, pero ¿qué pasa? Los linfocitos se acercan al tumor, se alojan alrededor de él, y no lo pueden eliminar”.

Eso se debe a que “el tumor produce una estrategia de contraataque. Para poder eliminar los linfocitos, antes que ellos puedan eliminar el tumor, nosotros descubrimos uno de esos mecanismos de escape”.

“Básicamente -agregó- los tumores producen esta proteína, que cuando la habíamos descubierto no teníamos ni idea de la función que cumplía para poder escaparse de la respuesta inmunológica. Entonces, los linfocitos vienen, quieren matar el tumor y el tumor empieza a largarle galectina 1 y matan a los linfocitos antes que ellos maten al tumor”.

Después de difundidos los resultados, Rabinovich se mostró “sorprendido y muy contento. La ciencia no debe dividirse en ciencia básica y aplicada, la ciencia es ciencia y el investigador es el que tiene que tener conciencia social para poder brindar esa ciencia a la gente. La idea es poder trabajar para mejorarle la vida a la gente. Eso es lo que yo siento cada día y cada vez más”.

Asimismo, añadió que “en los casos de algunas enfermedades autoinmunes, la galectina actúa como héroe, ya que mata a los linfocitos que dañan los tejidos y así no hacen daño”, razón por la cual los científicos descubridores diseñaron dos productos

“Uno -explicó- inhibe a la galectina 1 en cáncer y otro que aumenta la galectina 1 en situación de autoinmunidad. Publicamos, patentamos, y en este momento estamos en un momento de transferencia para poder llegar al paciente”.

Prudencia

Ahora, el camino a transitar incluye “el diseño de ensayos preclínicos, cuál es la vía de administración, compararlos con otras drogas que se usan para la patologías de las que estamos hablando. Hay un programa de licenciamiento de las patentes, están aprobadas y son internacionales, lo que nos da validez internacional”.

A pesar del éxito del descubrimiento científico, Rabinovich es prudente y prefiere hablar “de tratamiento y mejora en la calidad de vida”, antes que de cura del cáncer. “Todavía no fue probado en pacientes”, aclaró.

Si bien describió que “existen factores de riesgo para los distintos tipos de cáncer”, como el cigarrillo para el cáncer de pulmón, señaló que “muchos de los tumores son aleatorios, aparecen por mutaciones aleatorias, y hay un sistema de inmunovigilancia que todo el tiempo está tratando de achicarlos y eliminarlos”.

“Lo que nosotros hacemos -agregó- es que eso linfocitos que reconocen las células malignas que están creciendo, las reconozcan con muchísima avidez, potenciarse, para luchar con mucha más fuerza contra ese tumor. En eso consiste la inmunoterapia”.