DOLORES.-Dicen que siempre es bueno volver a casa. Leonardo Rondi, el ingeniero argentino que trabajó durante 17 años en la construcción del túnel más largo del mundo entre Suiza e Italia debe de haber pensado algo similar al ver la sala llena en la que los dolorenses se agruparon para escuchar una charla sobre su experiencia.
La recepción incluyó el nombramiento de ‘ciudadano ilustre’ por parte de la municipalidad, que también le entregó una distinción por su trayectoria. Entre los asistentes, además, se encontraban los ex combatientes que estuvieron con él en Malvinas. En la charla previa con LA CAPITAL, Rondi recordó los 34 años de la finalización del conflicto: “vaya un recuerdo para mi gran amigo José Luis
Rodríguez que quedó en Malvinas: esto es un poco también para él”.

¿Cuál es el desafío de un argentino, un dolorense inserto en Suiza?

Yo estudié en la Plata, seguí estudiando en el Politécnico de Milán y en la Universidad de Hannover en Alemania y eso me dio más seguridad para animarme para participar en obras, primero en Alemania y después en Suiza. Tenemos una cultura muy diferente a la de Europa. Lo importante es perseverar y tener la flexibilidad para aceptar la diversidad que tenemos con respecto a la gente del norte de Europa. En Italia es un poco más fácil.

¿Qué significa el túnel de San Gotardo en su carrera profesional?

Espero poder trabajar muchos años todavía, pero llevó 17 años lo que significan la mitad de mi vida profesional. Tuve la suerte de trabajar en esta obra que esperemos dure los 100 años que nos han pedido.

¿Cómo puede resumir la importancia de esta obra?

Es un túnel de 57 kilómetros, aunque en realidad son 155 los kilómetros que se han excavado, con cavernas y pozos de más de 800 metros. Pero eso es solo es la excavación; la complejidad técnica está en las instalaciones y el funcionamiento, eso es a lo que más importancia hay que darle. La excavación es lo que más influye en los costos pero después es la operación del túnel la nota positiva de todo esto. Hay que esperar a último momento para hacer las pruebas, es un trabajo de equipo.

¿Cuáles son sus posibilidades de trabajar en la Argentina?

Siempre consideré a Argentina como mi primer país, yo solo estaba trabajando allá. Si hay posibilidades, lo vamos a evaluar con la firma y los equipos que tenemos allá. La intención no sólo mía sino de la firma es participar en la infraestructura del país, que tanta falta hace y ahora estoy acá.
En estos últimos tres años me ocupé del túnel de Agua Negra en la provincia de San Juan, un proyecto binacional con Chile y la esperanza es que este túnel, cuyo financiamiento está previsto por el Banco Interamericano de Desarrollo, siga y también hay otras en Buenos Aires en las que tal vez podamos participar. Espero que se den oportunidades para participar aquí en Argentina

¿Cómo ve la infraestructura nacional?

Yo sueño con que Argentina sea mejor país, la ingeniería civil me ha dado mucho pero me gustaría dar un ejemplo de que acá se puede hacer. La capacidad está y habrá que organizarse. Estas obras son de muy largo plazo y se requiere que haya una política de transporte firme, no importa quien gobierne, no importa quién esté al mando de los ministerios y eso es difícil en Argentina. Ese es mi deseo, que las cosas sigan su rumbo pese a los cambios políticos.