El Tribunal Oral N° 3 condenó este miércoles a prisión perpetua a Juan Agustín Torancio (25), un albañil correntino que en diciembre de 2017 asesinó de 79 puñaladas a su ex pareja, Cristina Fuentes, delante de su hija de 5 años en una vivienda de Batán.

El imputado fue detenido en el lugar, con el cuchillo utilizado para cometer el femicidio en su poder, y con las manos ensangrentadas. Por ese motivo, autoría y la materialidad del hecho nunca estuvieron en discusión.
Inclusive, el juicio comenzó este martes y la propia defensora oficial de Torancio, Gabriela Zapata, adelantó entonces que cuando llegara su turno de alegar sólo plantearía que la aplicación de la perpetua es inconstitucional.

Como contrapartida, la fiscal Andrea Gómez había dejado en claro que el imputado -que pidió no estar presente en la sala durante la primera audiencia- debía recibir la máxima que prevé el Código Penal argentino. Y así lo reclamó ayer, durante su alegato, cuando pidió a los jueces Juan Manuel Sueyro, Fabián Riquert, y Mariana Irianni que

Torancio fuera condenado a reclusión perpetua por el delito de “homicidio agravado por el vínculo, por la existencia de una relación, ensañamiento, alevosía y mediando violencia de género”.

Lo sorprendente del juicio fue que, al no existir ninguna duda sobre el caso, los integrantes el Tribunal Oral N° 3 decidieron dar a conocer su fallo inmediatamente después de que terminó la audiencia e hicieron lugar al pedido de la fiscal. Por ese motivo, Torancio permanecerá detenido en la Unidad Penitenciaria de Batán, donde está alojado desde el día que mató a Cristina Fuentes.