Hace pocos meses un hecho conmovió y llamó la atención en toda Latinoamérica (y posiblemente en el mundo entero): la victoria de Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil. El enorme latinoamericano, un país cargado de potencial, eligió un gobierno ultraconservador que hace temblar todas las conquistas sociales conseguidas en las últimas décadas en la región. Y una idea que trascendió fue que no lo hubiera logrado sin el apoyo de las Iglesias Evangélicas brasileñas.

En este contexto en nuestro país está naciendo un movimiento novedoso: la Pastoral Social Evangélica. El concepto “Pastoral Social” es más conocido por la Iglesia Católica, pero un sector evangélico desea tomar los mismos conceptos para su propia religión. Gerardo es pastor y referente de la Iglesia ubicada en Alvarado 5755, y define a la Pastoral Social como un espacio que “articula con la sociedad civil y con las organizaciones sociales, sindicales, políticas , buscando generar un nexo entre el evangelio y la realidad que vive la gente”.

Disputar el término

“En este momento tan particular que vive la Argentina nos pareció muy importante generar un espacio similar a la Pastoral Social Católica en el ámbito evangélico”, explica Gerardo. El tiene experiencia en este tipo de concepción de la religión. Llegó a Mar del Plata después de la feroz crisis del 2001, a la Iglesia ubicada en Alvarado 5755. Enseguida, entendió que el trabajo estaba mirando al barrio que está en frente: el Centenario. Desde entonces y hasta hoy, siempre trabajaron con las familias del barrio, en especial con los niños desde El Club de Niños Arca de Noé.

Pero no sólo es necesario trabajar articulando con otros sectores de la sociedad. Para Gerardo, el proyecto de la Pastoral Social también es importante para cambiar la idea que se tiene del concepto “evangélico”. “Queremos salir a disputar un poco el término evangélico en la realidad actual latinoamericana, sobre todo después de lo que pasó en Brasil con el apoyo de iglesias evangélicas a Bolsonaro. Nosotros decimos lo evangélico no es solo eso, hay otros evangélicos, que tenemos otra visión de la realidad, otra concepción de lo que pasa en el mundo y otra manera también de enfrentar las problemáticas sociales, sobre todo las que afectan a las más vulnerables”.

En este sentido, el pastor también remarcó la preocupación respecto al aumento de la pobreza, y la vulnerabilidad “sobre todo en los dos extremos de la vida, en los niños y los ancianos”. “Queremos trabajar a nivel de lo urgente, pero también tratar de articular diálogo con otros sectores sociales, para buscar la forma de resolver esto de manera estructural y no a nivel paliativo que sería lo que nosotros venimos haciendo hasta ahora”.