Rodeada de sus seres queridos, Evangelista Luisa López de Cantarino festejó este viernes su cumpleaños número 112 y reveló el secreto de su longevidad: “tomar todos los días una copita de vino en el almuerzo. Pero solo dos dedos”, advirtió.

“Angelita” -así la llaman- vive con su hija Sara (89) en el barrio Don Bosco, donde este viernes por la tarde recibió en su casa a más de 10 invitados -entre nietos, amigos, vecinos y un equipo de LA CAPITAL- para merendar con sandwiches de miga, tortas y gaseosas.

“¿Viste como está?”; “es muy lúcida”; “no aparenta la edad que tiene”; “parece de 50”, repetían todos los presentes. Antes de la celebración, la cumpleañera dijo haber atendido muchos llamados telefónicos de salutación, entre ellos el del obispo Gabriel Mestre, varios regalos y demás muestras de cariño. Pero el obsequio más emotivo llegó de parte de su hijo Mario (86), quien todos los años acostumbra a dedicarle una poesía y hacer copias para que los invitados la puedan llevar a modo de souvenir.

Esta vez la lectura estuvo a cargo del periodista de LA CAPITAL: “Madre. Tu eres la flor de nuestra esperanza, la que queremos y adoramos. Eres para nuestro espíritu como el jazmín, como el clavel, como la rosa púrpura y como todas las flores de pétalos de oro. Cual una flor perfumas nuestras almas y corazones, en todos los aspectos de la vida. Porque tu eres nuestra esperanza, del ensueños de la dicha y te adoramos. Feliz día mamá en tu cumpleaños, te deseamos tus hijos, nueras, yernos, nietos, bisnietos, tataranietos y de todos los que están junto a ti”.

Evangelista Luisa López de Cantarino nació el 21 de junio de 1907 en Villa Constitución -ubicada a 55 kilómetros de Rosario-. Tiene 6 hijos, 16 nietos, bisnietos y tataranietos que viven “casi todos” en la mencionada localidad santafesina, excepto Sara y Mario que están junto a ella en la ciudad.

En el ’89, cuando Angelita tenía 82 años, arribó a Mar del Plata junto a su marido y sus hijos al considerar que vivir todos juntos en “La Feliz” era la mejor alternativa.

De inmediato, la familia se enamoró de la ciudad y -ante la consulta de este medio- sobre qué lugar prefiere para vivir, Angelita escogió Mar del Plata. “Acá me gusta más”, dijo. “Estamos todos yendo y viniendo constantemente por ella”, agregó una de las nietas que asistió al cumpleaños.

Para mantenerse activa, Angelita realiza tejidos y cuida sus plantas. “Siempre está haciendo cosas”, indicó la nieta. “Le gusta hablar mucho, camina sola por la casa y va al baño sin ayuda”, resaltó.

Otra de las actividades que realiza todas las mañanas en su casa del barrio Don Bosco es prender la radio y escuchar “La Mañana de María” por Atlántica, el programa de la conductora María Delia Sebastiani: “Es mi favorito porque siempre dice la verdad”, explicó.

Con una vitalidad asombrosa, “Angelita” celebró un año más de vida para seguir sorprendiendo a todos con su lucidez.