Envían 20 intimaciones por día para que se reparen las veredas
En más de 500 días, el Municipio envió alrededor de 10.150 cédulas de notificación a contribuyentes que no mantenían sus propiedades en condiciones. La cifra también incluye a los terrenos. El impacto en un contexto económico adverso.
Veredas rotas. Pastos altos. Microbasurales. Falta de higiene general del frente del inmueble o el terreno baldío. Estas son solo algunas de las razones por las que el Departamento de Control del Espacio Público, perteneciente al área de Inspección General del municipio, intima a los vecinos de General Pueyrredon y los obliga a su acondicionamiento.
Teniendo en cuenta las inspecciones realizadas durante todo 2018 y hasta el 31 de mayo de 2019, el municipio diligenció 10.150 cédulas de notificación a contribuyentes por el estado de sus veredas, terrenos o inmuebles. Considerando que el periodo relevado equivale a 515 días, el accionar implicó un promedio de 20 cédulas por día.
En porcentajes, el registro advierte que un 90% fue por aceras en malas condiciones y un 10% por higienización de lotes.
A su vez, y ante el incumplimiento por parte de algunos propietarios, se labraron -en el mismo periodo- un total de 1.980 actas de contravención a los juzgados municipales de faltas.
Pese a que las obligaciones y sanciones se encuentran estipuladas en ordenanza 21.292 de “Propietario Responsable” -y desde el área aseguran que no se trata de una mera necesidad estética sino de mejorar la accesibilidad de la ciudad-, la llegada de los documentos a la casa de los marplatenses no fue bien recibida. Es que el llamado de atención, y su consecuente e inevitable desembolso económico, llega en el marco de un contexto de aumento inflacionario, pérdida de poder adquisitivo y aumento de tarifas y tasas municipales, lo que no hace más que agregar preocupaciones a los contribuyentes.
Pero también hay quienes encuentran en el accionar municipal una contradicción: las intimaciones a los vecinos por el estado de sus veredas coincide, también, con múltiples reclamos por el estado de las calles en diferentes barrios de la ciudad.
“¿A vos te parece que me intimen por una baldosa floja mientras todo aumenta?”, señalaba a LA CAPITAL, hace exactamente un año, María O., una vecina jubilada de Balcarce al 4000. En la misma recorrida, Susana, comerciante de la zona, no solo manifestaba su imposibilidad de destinar dinero para el arreglo (en su momento la obra a la que la intimaban a realizar estaba valuada en más de $10.000), sino que se comparaba con la “responsabilidad” de la comuna: “Yo vivo en el Bosque, tengo que hacer seis cuadras de más para poder salir. Tendría que hacer la misma cédula de notificación por el estado de las calles”, decía.
Las cédulas que en primera instancias llegan a las viviendas marplatenses, advierten que el destinatario de la misma tiene un plazo de 10 días para cumplir con lo estipulado en las normas comunales vigentes. Sin embargo, según señalaron desde el área conducida por Evangelina Tedros, de necesitar más tiempo se le ofrece al vecino una prórroga de 30 días, por lo que, en total, el contribuyente tendría un total de 45 días para regularizar el frente de su vivienda o terreno. Según figura en los registros públicos, desde el 1 de enero de 2018 hasta el 31 de mayo de 2019, la comuna otorgó 600 prórrogas.
Claudio, del barrio Chauvin, fue uno de esos vecinos que debió solicitar la ampliación de los tiempos luego que a fines de marzo recibiera la notificación. “Tuve que pedir la prórroga dos veces. Al principio no sabía ni qué tipo de reparación tenía que hacer, porque si bien la vereda tenía sus años se podía caminar, así que fui hasta el Departamento, donde me explicaron que no tenía que hacer una vereda nueva, pero sí arreglar, y me dieron 30 días más de los 10 que decía la cédula”, señaló el vecino a LA CAPITAL, aunque soslayó una crítica al destacar que no encontró respuesta cuando solicitó por albañiles o trabajadores municipales para realizar la tarea o mismo, también, colaboración con los materiales necesarios.
Con una prórroga más mediante por inconvenientes para completar la obra a tiempo, Claudio cuenta que si bien los trabajos eran simples, tuvo que abonar por ellos un total $16.000. “Y no fui el único, por lo que tengo entendido, y porque vi a muchos haciendo obras, otros vecinos recibieron las mismas intimaciones”, dijo.
En cuanto a las cédulas de verificación de cumplimiento, en un periodo de 515 días, los agentes del área de Inspección General verificaron el cumplimiento de alrededor de 3.500 viviendas. Este control se da tanto por la recorrida de control por parte de trabajadores del municipio o porque el propietario se comunica con el área correspondiente y da aviso de la finalización de la obra.
La ordenanza que regula este tipo de actuación en el municipio de General Pueyrredon es la N° 21292, llamada comúnmente “Programa de Propietario Responsable”. Si bien la limpieza y acondicionamiento de terrenos es obligación de los dueños desde 1984, no fue hasta 2013 que se establecieron pautas y condiciones, además de las normas y sanciones correspondientes para aquellos que no cumplan. A su vez, se impulsó la creación de un fondo con afectación específica, que sería administrado por el Ente de Obras y Servicios Urbano (ahora Ente Municipal de Servicios Urbanos).
Es que cuando los propietarios no cumplen con la intimación de la comuna y los juzgados de faltas, el municipio se ve avalado a acondicionar el lugar (frente, vereda, terreno baldío) y cargar luego los gastos de ese trabajo a la Tasa de Servicio Urbanos (TSU) del contribuyente en cuestión. Esto, en lo que va del año y todo 2018, se dio con 34 inmuebles.
La autorización a dar inicio a las tareas ante el incumplimiento del propietario se da a través del secretario de Gobierno, y entre los ítems que luego figurarán en la boleta están los metros cuadrados higienizados, metros cúbicos de residuos que fueron retirados, cantidad de viajes hacia el predio de disposición final de residuos, horas hombre y litros de combustible, entre otros costos. Estas tareas se realizan en conjunto con Higiene Urbana y Prestaciones Privadas que dependen del Emsur.
Cuando los inconvenientes en las aceras tienen que ver con los trabajos de empresas de servicios, como puede ser Camuzzi Gas Pampeana, EDEA u Obras Sanitarias, desde Inspección General se les envía una cédula para intimar a la reparación de los inconvenientes, y el vecino pasa a tener una prórroga automática.