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Deportes 12 de junio de 2016

Lo que hay detrás de las suspensiones

Los técnicos y un torneo marplatense "pasado por agua". Las dificultades para entrenar le complican la vida a todos los DT. El desafío de mantener la motivación de jugadores que no juegan. Se perfilan reclamos de cambios en el calendario de la competencia.

El aluvión de suspensiones -cinco sobre diez fines de semana- no solamente afecta el calendario del Torneo Apertura de primera división de la Liga Marplatense de Fútbol. Esa cuestión de por sí es preocupante.

Desde la Liga ya se ha deslizado que hay tiempo para jugar hasta bien entrado el mes de diciembre. Nadie quiere recuperar el tiempo perdido con fechas a mediados de semana. “Ya perdemos dinero los sábados. Perderemos más todavía si se juega en miércoles”, le dijo, preocupado, un dirigente a este medio.

Los rigores de este otoño inusualmente crudo se proyectan, además, al trabajo semanal de los equipos. Y las dificultades para entrenar se multiplican y se salvan según la estructura que posea cada club. Varios tienen gimnasio propio para entrenar físico y fútbol reducido.

“Por suerte no suspendimos ningún entrenamiento y podemos laburar”, sostuvo Eugenio Ramajo, DT de River.

“Nosotros vamos al gimnasio del club, no tenemos problemas en ese sentido”, apuntó en la misma dirección Mariano Padilla, entrenador de Alvarado. “Pero el parate nos mata. No adquirimos ritmo nunca”, coincidieron.

Otros, en cambio, tienen que agudizar el ingenio para mantener la forma dentro de lo posible y, lo que es más difícil, la motivación de futbolistas que no pueden hacer lo que más les gusta: jugar.

“Entrenamos en la sede y en distintos sintéticos. No paramos, pero no trabajamos como queremos por falta de espacio. Dentro de todo, tratamos de que las prácticas sean divertidas y llevaderas”, comentó Luis Elgart, ayudante de campo de Cristian Suarez en Argentinos del Sud.

“Lo más difícil -expresó Mariano Charlier, DT de Independiente- es conseguir lugares para entrenar y al club le afecta mucho no poder recaudar con el fútbol infantil. Pero la predisposición de todos es la mejor para poder desarrollar las semanas de la mejor manera”.

“En sintéticos -aseguró Mariano Piastrellini, el entrenador de Nación- no podemos entrenar cómodos. Pero lo vamos llevando. El tema es no dejar de entrenar”.

La mayoría de los entrenadores consultados no tuvieron más que palabras de elogio para sus futbolistas por las ganas de no perder días de prácticas.

“Los chicos son de fierro. Siguen a muerte”, dijo Alberto Páez, el DT de Al Ver Verás. “Pero las dificultades son reales. La semana anterior pudimos entrenar un día, el predio estuvo inundado. Todo lo bueno que estábamos haciendo se perdió por la falta de continuidad”.

“Siempre hacemos papi fútbol en gimnasios cerrados. Pero el 95% del plantel siguió yendo”, expresó Daniel Ayala, el conductor de Talleres.

“No le afloja ninguno. Y entrenamos juntos primera y quinta. Están muy comprometidos con el equipo”, apuntó Elgart.

“Pudimos entrenar un poco en el predio y alternamos con sintéticos. Por suerte, tuvimos entre dieciocho y veinticinco jugadores todos los días”, afirmó “Pancho” Starópoli, ayudante de campo de Daniel Di Fonso en General Urquiza.

“Los chicos tienen mucho compromiso con nosotros y nuestro desafío es no perder la motivación”, agregó Jorge Rapetti, de Cadetes.

No todos los equipos pudieron mantener constante la cantidad de futbolistas para entrenar. “Es complicado. Se hace difícil mantenerlos motivados sabiendo que el fin de semana difícilmente se juegue. No tuvimos grandes problemas de asistencia. Se les complica más ir para entrenar a los más pibes, a los que viajan en colectivo, que se ’empapan’ de ida y de vuelta”, manifestó Juan Pablo Latorraca, DT de Almagro Florida.

“No tenemos problemas con los jugadores de primera. Con los de quinta, que se mueven en colectivo o en bicicleta, es otra cosa”, sostuvo Leonardo D’Urso, “coach” de San Isidro.

“Cuesta tenerlos incentivados a los chicos -se pronunció Fabián Giovanniello, el entrenador de Racing-. Nuestro club es de los más humildes de Mar del Plata, todo cuesta el doble. Pero intentamos seguir creativos para aprovechar lo que tenemos. Entrenamos en plazas, en Camet, gimnasios y apostamos en este tiempo a seguir trabajando la convivencia grupal”.

“Tengo un promedio de quince futbolistas en las prácticas en estas semanas. El jugador es vivo y especula un poco con la posibilidad de la suspensión. Arrancamos todos muy ilusionados, pero estas cosas te sacan las ganas”, sostuvo Aníbal Nicora, el DT de Once Unidos.

“Yo nunca vi cosa igual. Suspenden todas las semanas el fútbol de primera en la Liga cuando debería resolver el árbitro. Creo que se apuraron en las tres primeras suspensiones. No sé cuándo va a terminar este certamen. Yo creo que el torneo debería comenzar antes y no en abril”, agregó Nicora.

El entrenador del equipo de Parque Luro no fue el único que se pronunció en favor de modificar el calendario. “Ojalá en la Liga se den cuenta y lo corrijan así podemos tener continuidad”, valoró Ramajo.

Damián Herold, el DT de San José, sostuvo: “Estaría bueno comenzar antes y, de última, parar un mes en junio o julio”. De todos modos, el “Rusito” se tomó el parate con filosofía: “Hace dos semanas que no podemos hacer fútbol, pero al menos este ‘impasse’ nos permitió recuperar a Fabián Insaurralde, que estaba lesionado y es muy importante para nosotros”.

En lo que todos están de acuerdo es en que no ven la hora de volver a jugar. Y en la necesidad de hacerlo con continuidad. “El ritmo futbolístico no lo agarrás nunca porque no jugás nunca. A todos nos hace falta jugar cuatro partidos seguidos”, sostuvo Mariano Padilla en representación de todos los que esperan que finalmente salga el sol sobre este castigado torneo marplatense.