“Hubo cosas que no pudimos mejorar en todo el año y este final es una consecuencia”, argumentó el capitán quilmeño, que no sabe qué le deparará su futuro deportivo. “Seguiré viviendo en Mar del Plata y así se me cierran un montón de puertas”, estimó.

El dolor lo llevó por adentro. Con mil batallas sobre sus espaldas, luego del partido, mantuvo la entereza para consolar a los más abatidos. Maxi Maciel, el capitán quilmeño, no esquivó el análisis de lo ocurrido en el play-out con Atenas y de una temporada que se sufrió de principio a fin y que terminó de la peor manera.

-¿Sensaciones?
-Malas. ¿A quién le gusta descender? Pero hubo cosas que no pudimos mejorar en todo el año y este final es una consecuencia. No sé si estuvimos a la altura, pero lo que hicimos no alcanzó. Atenas nos ganó bien, fue superior. Ya está. Yo llevo muchos años en el club y, así y todo, hubo muchas cosas buenas para rescatar…

-¿Por ejemplo?
-Este año dirigencialmente se hicieron las cosas bien. Trabajamos con comodidad, aunque por ahí faltaron un par de cosas como faltan también en otros clubes. Lo más doloroso fue para la gente. Lamentablemente, la Liga se vuelve cada vez más competitiva y, si no te ponés a la altura, te pueden pasar estas cosas.

-Económicamente da la sensación de que algunos clubes, entre ellos Quilmes, están cada vez más atrás de la corriente…
-Hay equipos que corren con mucha ventaja. Pero yo pienso que los que quedamos atrás tenemos que encontrar alguna manera de poder participar dignamente, de poder competir, de no quedarnos en el lamento. Por más que los demás tengan más recursos y sea muy difícil, los clubes que no tienen esos apoyos deben tratar de competir. Y digo competir, no participar. Pero son cosas que yo no puedo solucionar. De todos modos, aún con esta realidad, Quilmes tiene cosas para rescatar de esta temporada.

-¿Esperabas un desenlace tan rápido para esta serie, con una superioridad tan marcada de Atenas, o te ilusionabas con dar un poco más de pelea?
-Esperaba poder hacerles un poco más de frente. Sobre todo en este tercer partido. Pero ellos estaban muy bien. Tenían muy claro a lo que jugaban. En cada ataque y en cada defensa. Hicieron muy buenos planteos de juego. Y en el tercer cuarto nos agarró el fantasma de todos los partidos. Erramos un par de bolas al lado del aro, se nos escaparon otro par y lamentablemente nos pinchamos. No fue ilógico, no pudimos evadirnos del contexto del partido. Lo vimos imposible. Es difícil correr de atrás a un equipo que está bien. Jugó play-out, es cierto, pero terminó bien. Tenían buenos jugadores, de experiencia.

-Dio la sensación en todos los partidos de la serie de que, cada vez que les sacaron diez puntos, los quebraron mentalmente…
-Ellos supieron bien cómo manejar el juego. Fijate que en el segundo partido arrancaron el tercer cuarto con todos los jugadores mayores con dientes apretados y nos sacaron treinta. Hoy fue parecido.

-En el play-out estuvieron lejos, pero en la fase regular les faltó muy poco para evitarlo. ¿Cuál es la bronca que queda?, ¿qué fue el poquito que les faltó?
-Es para analizarlo más en frío. Hay muchas cosas. Hubo varios cotejos que perdimos en el cierre. Ahora decís que te faltó esto o lo otro, que ganando tres o cuatro partidos de todos los que perdimos en la últimos segundos no hubiéramos descendido…Pero fue lo que nos tocó jugar. Llegamos a esta instancia porque hicimos mal las cosas. Yo ya estoy con mi carrera, pero los chicos que van a seguir jugando deben hacer borrón y cuenta nueva y no volver a repetir los errores cometidos.

-¿Qué vislumbras en tu futuro?
-No tengo ni idea. Estuve a punto de no jugar esta temporada, de última terminé haciéndolo. Mi idea es la misma. Seguiré viviendo en Mar del Plata y así se me cierran un montón de puertas. Pero yo estoy muy bien en la ciudad. Si no consigo equipo, me tendré que quedar en mi casa.