Emotivo adiós a “El hombre de los gatos” en Cabo Corrientes
La despedida fue "en su lugar", el mar, adonde arrojaron sus cenizas. Concurrieron amigos y familiares. Continúa el rescate de sus gatos.
Numerosas personas concurrieron a la ceremonia realizada en Cabo Corrientes el sábado a la tarde.
Un centenar de personas despidió emotivamente a Gustavo Trigos (54), “El hombre de los gatos”, que fue encontrado muerto semanas atrás en las rocas de Cabo Corrientes, donde vivía con más de veinte mascotas.
El último adiós fue en la tarde del sábado “en su lugar”, el mar, adonde arrojaron sus cenizas. La encargada de lanzarlas fue una persona muy cercana a Trigos “que lo quería muchísimo”, mencionó a LA CAPITAL una allegada al “ermitaño de Cabo Corrientes” que también se hizo presente en el lugar.
La muerte del hombre de ojos profundamente azules y larga barba se produjo por un infarto de miocardio, según fuentes oficiales. El cadáver no tenía señales de violencia por lo que se concluyó que en la muerte no intervinieron terceras personas.
Personaje ciudadano
Gustavo mantenía un manto de misterio sobre sus orígenes, circunstancia que generó algunos mitos que quedaron descartados al conocerse su historia.
En la zona de Formosa y Catamarca, donde se crió, los vecinos recuerdan que llegó cuando era niño, procedente de Banfield, junto a sus padres Olga -fallecida hace poco más de un año- y de su padre, Ramón, que murió hace largo tiempo y era mecánico naval. El núcleo familiar se completaba con su hermana, que estuvo presente en la ceremonia realizada el sábado.
En el barrio aún se lo recuerda como un chico educado, de buena presencia, que jugaba a la pelota con sus amigos de la vecindad. No aparecían en ese entonces indicios de la que sería su posterior instalación entre las rocas de Cabo Corrientes aproximadamente en 2002.
De su vida anterior a esa decisión, se sabe que desempeñó diversas actividades, incluyendo la de modelo para una conocida marca de ropa. También -según trascendió- habría tenido a su cargo una reventa de pan en Santiago del Estero entre Colón y Bolívar y un pequeño polirrubro cerca de la zona de su antigua casa del barrio San José.
Quizás la faceta más conocida de su vida anterior es la de vendedor ambulante de CDs con música que grababa y ofrecía en el sector céntrico de la ciudad.
Pudo saberse que Gustavo se instaló por propia decisión entre las rocas de Cabo Corrientes, donde vivía con sus gatos y que adjudicaba esa forma de vida a la necesidad de apartarse del sistema. Algunas personas que lo conocieron manifestaron extrañeza por ese desenlace, pero Gustavo consiguió convertirse en un personaje apreciado cuyo fallecimiento causó hondo pesar.
Proteccionistas siguen con el rescate
Tras la muerte de Gustavo Trigos, todos los gatos con los que vivía en Cabo Corrientes quedaron solos. Es por ello que un grupo de voluntarios se encarga del rescate, los tratamientos médicos correspondientes y de conseguirles un hogar lejos del frío del mar.
Hasta el momento salvaron once animales, de los cuales diez son hembras, que ya están castrados, en tránsito post operatorio y listos para darlos en adopción.
“Lo primordial es ponerlos en tránsito y conseguir gente que los quiera adoptar”, dijo Carla Ojea, referente del equipo de trabajo y explicó que la entrega de los animales comenzará en veinte días.
Mencionó además que “quedan entre siete y ocho gatos visibles por salvar” y no descartó que “aparezcan algunos más”.
A los voluntarios especializados en “colonia de gatos” se los puede ayudar con la donación de alimento balanceado para gatos en tránsito, piedras sanitarias y desparasitantes.
Los interesados en adoptar se deben contactar a través de la página de Facebook “Los gatitos de Gustavo”.