La murga marplatense “La venganza de los pobres” celebró 20 años de Carnaval con una presentación junto a “Los chiflados de Boedo” en el Centro de Arte RadioCity-Roxy-Melany.

Alrededor de mil personas disfrutaron el sábado a la noche del espectáculo de dos murgas con estilos diferentes, pero que festejan Carnaval con el mismo espíritu.

En esta oportunidad, las demostraciones de baile, canto y los desfiles de calle fueron adaptados para que sucedan arriba de un escenario. “Fue un gran desafío”, sostuvo Federico Argüelles, referente e integrante de “La venganza de los pobres”. Y explicó: “tuvimos que construir un espectáculo lógico, que sea entretenido, y que a su vez le de a la gente un pantallazo de todo lo que la murga tiene para decir”.

Porque además de baile y música, “transmite un montón de cuestiones: lo que dice la murga es lo que siente y lo que le pasa a cada uno de sus integrantes“, agregó Argüelles.

En ese sentido, indicó que el evento en su conjunto “dejó colmada las pretensiones de todos los espectadores” porque “pudieron ver dos murgas de estilos diferentes” pero que “festejan el Carnaval con el mismo espíritu”.

“La Venganza de los pobres” nació el 17 de abril de 1999 con el firme propósito de generar un espacio en el cual sus integrantes encuentran la manera de expresarse libremente. Donde no sólo el arte murguero prevalece a través de la música y el baile, sino también donde personas de todas las edades comparten sueños y pensamientos que luego se transmiten al público. Provee también un espacio creativo abierto para todos aquellos que buscan compartir la música arrasadora de los bombos con platillo, el baile eléctrico y el colorido de las levitas.

“Surgimos en el marco de protestas universitarias con la idea de aportar color, alegría y festejos a los reclamos de la época”, dijo Argüelles y mencionó: “al principio éramos todos estudiantes universitarios, pero después se empezaron a acercar pibes de todos los barrios de Mar del Plata. Esto simboliza a la ciudad y nos diferencia de lo que sucede en Capital Federal, donde cada barrio tiene su murga”.

“Somos un espacio de resistencia y de construcción colectiva con 120 integrantes y más de 40 ‘mascotas’ en el que coinciden profesionales, estudiantes y trabajadores sin importar las diferencias ni las clases sociales. Lo que rescatamos es lo que cada uno le aporta al carnaval”, agregó y resumió: “la consideramos como un lugar de encuentro“.

Consultado sobre la amistad con la murga “Los chiflados de Boedo”, dijo que comparten esta pasión a pesar de que 400 kilómetros los separan. “Ellos tienen un estilo muy tradicional y se destacan por su baile y el colorido que acompañan cada actuación”, manifestó el murguero.

Nacida en 1998 en el mítico barrio de Boedo de la Capital Federal, los colores que la identifican son el azul, blanco y rojo. Con 20 años de tradición, es una de las agrupaciones más numerosas que se encuentran en la actualidad con 300 integrantes en el Carnaval.

Asimismo, trabajan por la difusión del género, son los responsables del reconocido corso de Boedo y poseen un Centro Cultural donde brindan talleres gratuitos.

Mascotas, bombistas y murgueros brindan su esfuerzo para que la murga sea única. “Más allá de la distancia y de nuestros estilos, vamos construyendo y caminando juntos”, declaró Argüelles.

Por último, mencionó que “La venganza de los pobres” volverá a presentarse en el mismo escenario el fin de semana del 20 de junio.