El Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires ofrece una recompensa de hasta 250.000 pesos a quien pueda aportar información relevante para esclarecer el asesinato de Antonio Coniglio, el jubilado de 96 años brutalmente asesinado en mayo del año pasado en el interior de su casa del barrio San José.

El pasado 14 de mayo se cumplió un año del crimen de Coniglio en su casa de Dorrego 3420 y a pesar de las pericias que se hicieron durante la investigación, el fiscal Alejandro Pelegrinelli no pudo individualizar a un sospechoso.

Ante esta situación y para no dejar el crimen del jubilado impune, el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires ofrece una recompensa de entre 150.000 y 250.000 pesos a quienes que quieran aportar información.

Las personas que tengan información deberán presentarse ante los Fiscales Generales de Cámara de los distintos Departamentos Judiciales de la Provincia, la Unidad Fiscal de Instrucción y Juicio N° 5 del Departamento Judicial Mar del Plata -Almirante Brown 2046, octavo piso, Mar del Plata, teléfonos 0223 4923855 interno 329/401-, o ante la Dirección Provincial de Registro de Personas Desaparecidas (calle 2 entre 51 y 53, oficina N°118, La Plata, teléfonos 0221-429-3091 y 429-3015 ).

Don Antonio, un jubilado querido por todos

Antonio Coniglio había sido gomero, con un taller instalado en el fondo de su casa en Dorrego 3420 y prácticamente conocía a cada persona de su cuadra, a quienes saludaba y les daba charla de los temas del día.  Tenía un hijo y una hija, pero le gustaba vivir solo y disfrutar de su independencia.

“Don Antonio” pasaba mucho tiempo en vereda, donde tomaba mate. Ayudado de un bastón, paseaba por la cuadra de Dorrego al 3400 y entraba en cada negocio para saludar y charlar.  El hombre era amable, educado y atento. Incluso, sus vecinos recuerdan que, por las mañanas, esperaba en la parada de colectivo de la puerta de su casa a las empleadas de un supermercado chino para ofrecerles mates calentitos antes de que entraran a su trabajo.

El 14 de mayo toda esa rutina y esos 96 años de vida fueron arrancados de una puñalada y varios golpes. Cerca de las 17, uno de los hijos de Coniglio lo encontró sin vida en el interior de la casa de Dorrego 3420, el hombre yacía sin vida a un costado de la cama, en medio de un charco de sangre.

El escenario del crimen era el claro ejemplo de un robo violento: una pieza revuelta y desorden de quien busca desesperadamente algo de valor, pero no lo encuentra. Sin embargo, el asesino también pudo haber sido alguien de la confianza de Coniglio, ya que la puerta no estaba forzada y en la casa había vasos usados y una botella de vino y otra de whisky.

En este tiempo, la fiscalía mantiene la hipótesis de un homicidio en situación de robo, pero sin descartar ninguna otra posibilidad.