La empleada administrativa del Colegio Jesús Obrero, de la que no se sabía nada hacía dos días, se comunicó ayer con la directora de la institución educativa y aseguró estar bien al tiempo que pidió que cesaran su búsqueda.

Patricia Anile, una mujer de 47 años sin antecedentes de situaciones de este tipo, había desaparecido el lunes por la noche, y un compañero de trabajo había realizado la denuncia en la comisaría tercera luego de que la mujer no asistiera al trabajo el martes.

Pese al  intenso protocolo de emergencia montado para dar con su paradero, nada se sabía de la mujer hasta que ayer por la noche, cuando ésta se comunicó por teléfono con la directora del Jesús Obrero y aseguró estar bien. La directiva contó a las autoridades policiales y judiciales que Anile se manifestó sorprendida de que la estuvieran buscando, y pidió que por favor cesaran su búsqueda porque había tomado la decisión de irse y abandonar su vida actual.

Pese a que la directora de la institución aseguró reconocer que quien la había llamado era Anile, el llamado no resulta suficiente para que la investigación en curso de la DDI se levante. Por lo que el fiscal Juan Pablo Lódola solicitó que le permitieran entrar al registro de llamadas de la directora para continuar con la búsqueda.

Desde el lunes por la noche que amigos, conocidos y compañeros de trabajo se encontraban abocados a la búsqueda de Anile, quien hasta el momento siempre había demostrado un alto sentido de la responsabilidad. La foto de la mujer, acompañada por algunos datos de su persona, se viralizó rápidamente por las redes sociales, ante el pedido desesperado de quienes la conocen. La reciente comunicación no cesa la preocupación por ella.

Se cree que Anile se fue de su casa entre el lunes por la noche y el martes por la mañana. Cuando requisaron su vivienda encontraron su teléfono celular pero no su billetera y una campera que solía utilizar.