El radicalismo cultiva la tradición de las internas partidarias como combustible y objeto destacado de la militancia de los correligionarios. Hace unos pocos días dos de los que cesan como concejales viajaron a La Plata y no para reclamar mayor espacio en el gobierno nacido del acuerdo esencialmente electoral con el PRO, sino para consultar ante el jefe bonaerense de la UCR y actual vicegobernador Daniel Salvador.
Vilma Baragiola una militancia en pos de la ocupación de espacios propios y para sus adherentes sabe que su futuro político depende mucho más de un cargo electoral que de una designación de su jefe de gobierno que puede ser tan variable como la costumbre de ella de cambiar de rumbos internos.
Nicolás Maiorano también está en el trance de trenzar el hilado que lo ubique en alguna figuración que de paso atienda generosamente su subsistencia. Para colmo casi todo el curriculum de los dos testimonia su afecto por la hospitalidad y dadivosidad de los refugios estatales. Por esas poderosas razones, amén de la militancia, un poco mas voluble, que los puede llevar como ahora de las boinas a los globos amarillos, visitaron al jefe del comité: por favor correligionario decidan si las elecciones de las autoridades del partido serán, “¿en setiembre u octubre?”
La pérdida de terreno en el gobierno municipal y en OSSE donde pensaba Vilma colocar legiones de correligionarios -carne de urna-, hay menos dispendios que los calculados, lo que preocupa. Es decir la interna en el “Cambiemos” ha ido bajando y pinchando algunas ansiedades al tiempo que se iban inflando globos amarillos y Carlos Arroyo, no muy preocupado por sus cuadros de la Agrupación Atlántica, sorprendió con su numerosa parentela que ocupa decenas y decenas de plazas que se soñaban para los recomendados comiteriles.
Para colmo no todos los dirigentes pierden el sueño por estas menudencias, pero por si acaso han venido trabajando y afiliando para estos comicios internos. El principal adversario es el diputado provincial Maximiliano Abad al que se oyó calificar en castellano de taberna por Baragiola de “traidor de tal por cual”, como casualmente Tato Serebrinsky la ha calificado pública y mediáticamente a ella.
La división de las aguas indica que Abad se habría quedado con casi todo el VARA de afiatada militancia estudiantil y de gimnasia aquilatada en la política universitaria. Es de barruntar que Serebrinsky puede enfilar hacia este sector habida cuenta de lo sufrido al confiar en la actual secretaria de Desarrollo Social. Además de los méritos propios Abad goza del trato preferencial del enlace de la UCR con Macri, el mendocino Ernesto Sanz y de la gobernadora y otras autoridades provinciales. Pero también requiere fortalecerse en el distrito. Y ni qué decir como se les erizan los pelos -que junto a los macristas- empezaron a cultivar entusiastas y comprensivos radicales.
“Vamos por más PRO”
Las aguas radicales tal vez no se agiten tan pronto, pero un nuevo peligro los va a espolear en los próximos días por la guerrera del asesor en la Subsecretaría de Asuntos Municipales de María Eugenia Vidal. Se trata de Owens Fernández Farquharson que en reunión de intendentes del PRO de la 5a. Sección Electoral, en Rauch lanzó como quien decía algo liviano “hagamos que en la próxima elección haya más PRO y menos radicalismo”, lo que entusiasmó a la concurrencia amarilla.
Pero algunos de los intendentes radicales que se enteraron y salieron espantados a tratar de disimular la proclama, muy al estilo radical de esta época -poca respuesta y en voz baja- para que no haya pelea, tal vez por aquello de “más vale un sandwich que no comer”. El radical Matías Rapallini, intendente de Maipú, hasta parecía muy complacido “bueno fue en tono de conflicto y está bien. También nosotros queremos más”.
El caso es que en Mar del Plata se sabe algo más, porque un sector del PRO que parece encabezar el concejal Juan Aicega de la ultramacrista “Fundación Pensar” viene manifestando que “Cambiemos” debe fortalecerse en el gobierno municipal, apuntando a que la conducción debe ser de los amarilllos. En los pasillos municipales se rumorea que esa postura ya se ha hecho notar en algunas designaciones que Arroyo no pudo efectivizar. Pero otros laburantes que ven pasar formaciones políticas después de cada elección, con reserva dicen y explican que “peor sería que se desarrolle y avance la ‘troika radical'”… Y comenzamos a describirla.
“La troika radical”
Apenas pasaron seis meses y parece que hace mucho tiempo. Se parece tanto este semestre inicial al semestre final de los gobiernos que se van vacíos y casi sin hacer nada. La diferencia está en que el inconexo equipo del intendente Arroyo por más guías y pretendidos “coach” todavía no camina.
En los albores ya se rumoreaba que un grupito radical en el que tallaban fuerte el “borocotizado” José Cano, Vilma Baragiola, luego también Alejandro Vicente, recostados en el otrora poderoso Emiliano Giri y con el monitoreo del “Ruso” Katz -de ahí lo de “troika”- buscarían fortalecer al radicalismo, puentear a Arroyo y plantarse al PRO.
En las primeras semanas el hoy procesado y ex futuro autocandidato a intendente de 2019, con sus ínfulas avasallantes parecía estar solo y con el bastón de mando, caja y camino abierto. Con roscas y dádivas, aseguraba que a la hora de la pelea interna contaría con la “troika”. Todo se cayó fuerte y no fue Arroyo el que rodó, pese a los esfuerzos de Cano que buscaba rivales ciertos, agrandados o inventados para que el intendente los enfrentara bufando como toro enceguecido.
La caída en el vergonzante desembarco en Normandía fue la del iracundo Cano con sus armas de fogueo. Mucho antes el fantasioso y pedante Giri había sido arrasado y pisoteado por sus propias construcciones bizarras. Ahora el equipo se está reponiendo con más temor a perder lo suyo que a sumar fuerzas hacia adelante en “Casa del Hermano” se murmura que cotiza alto para la próxima salida Alejandro Vicente.
Los juegos de intrigas, operaciones o torcidos molestan mucho al intendente como eso de presionarlo antes de que se entere y estudie cada expediente, sobre el que debe expedirse. Sobre todo luego de comprobar los papelones en que se incurrió guionados por Cano que sólo buscaba una gran victoria para luego candidatearse antes de su opaca próxima renuncia a fin de jubilarse.
Otro dato que recogen los municipales veteranos en la observación de las aves de paso, aportan risueños detalles. Por caso la designación de Walter Allo frustrado actor en aventuras brasileñas que algún día se sabrán, casi como un Giri de entrecasa puesto de manejador de cuatro o cinco temas -antes tuvo a cargo un vehículo oficial de Vilma y lo chocó- para que frecuente el despacho, cuente lo que pase, trate de ver dónde se guardan algunos expedientes, filtrarlos a algunos a periodistas amigos y, llegado el caso extraviar otros. Los conocedores de estas miserias aseguran que “si no es una broma para Tinelli, podría ser una gastada del Ruso”, que sólo quiere molestar con sus dotes de mercero: estaría lejos de querer volver, porque dice que le va bien en la construcción y otras actividades de buen rinde, lo que no deja de ser un alivio para las arcas públicas.
En la calle, la gente
Desde acá se viene señalando que la crisis de representación de los partidos políticos se hace notar en la ausencia de los adherentes a sus respectivas formaciones, cuando la gente se queja, reclama, protesta y no encuentra no sólo el respaldo y el patrocinio de sus dirigentes sino ni siquiera la presencia de ellos, cuando salen a la calle.
Para no sobrecargar basta un somero comentario sobre dos grandes manifestaciones populares, las dos últimas en la ciudad. La primera fue la de la CGT ahora conducida, en el exilio de la sede histórica, por Jorge Váttimo para protestar. La abigarrada concurrencia no sólo convocó a ese sector de la CGT sino a importantes figuras de la otra central obrera, la que dirige Sergio Medina pero fue inmensamente más numerosa la participación de organizaciones sociales, ONG, agrupaciones de base, militantes de base y conocidas figuras de partidos políticos como militantes de la calle y no encuadrados. Notable fue también el aporte de una de las CTA.
Pareciera que hay creciente conciencia de que se acabó el tiempo de las amables audiencias para salir en fotos y sin llevar para los trabajadores ni una conquista ni la devolución de derechos quitados. De los partidos políticos debe decirse que se hizo evidente la ausencia de la UCR y de sus hombres. Casi un reconocimiento de culpa como componente de este gobierno que desde “Cambiemos” está motivando estas protestas populares por el incansable ataque a las conquistas populares. Si se vio a gente del FPV, con Carlos Cheppi y con el presidente del PJ, a Daniel Rodríguez, y otros concejales y también se vio el aporte del Frente Renovador a través de Lucas Fiorini, Alejandro Carrancio, Martín Abonjo, Luis Bonfiglio y otros. Seguramente entre los miles de participantes se pierden numerosos dirigentes y militantes, pero no hacen más que abonar la tesis de que los partidos políticos pierden representativamente.
Más, mucho más, pero a la vez cumpliendo acabadamente con sus objetivos la marcha del colectivo “Ni una Menos”. Una multitud que puede haber llegado a 10 mil personas, salió con el acompañamiento de mujeres -esta vez también numerosos hombres- con banderas específicas más algunas partidarias, sindicales, de ong y de grupos sociales, para clamar que cesen los femicidios y las diversas formas de atacar a la mujer. De nuevo no se vio, obvio que tuvo que haber seguidoras de la UCR.
Más pequeña, pero también contundente como es toda manifestación en defensa de los derechos y de la vida se produjo en la Ruta 11, Playa Chapadmalal debido a la proliferación de hechos de inseguridad. El propio Arroyo vivió de frente la indignación por la situación que se está padeciendo.Y fue la gente, los vecinos los que protestaron y se enojaron con sobrada razón.
El Consejo de la Niñez, sin patronazgo político, salió por derecho propio a pedir un recurso de amparo porque 13.200 niños y adolescentes que, pese a ser contemplados en el presupuesto de diversos programas, en seis meses no han recibido ni una moneda de cobre. Tal vez esta verdadera barbarie provenga del criterio troglodita del ex secretario de Hacienda que formuló este presupuesto recortando de la salud, la educación y todo lo social. De todos modos el recurso de amparo presentado involucra a Arroyo y a las secretarias de Educación y de Cultura, Ana Crovetto y Silvana Rojas, respectivamente.
Pero esa parva de concejales y de “asesores”, no hacen el seguimiento de estos temas que forman parte de la vida diaria de la gente para ponerse, no digamos a liderar estas gestiones, sino a disposición de ellas.
Para terminar con el tema, también subrayar una actuación de los políticos. Fue en el Concejlo Deliberante se trató el agobiante problema de la suspensión, sin explicaciones, del servicio de trenes Buenos Aires-Mar del Plata-Buenos Aires, que data de hace 10 meses. El empleado ferroviario y concejal del Frente Renovador Alejandro Carrancio llevó la voz cantante en un rico. Se propuso crear una mesa de trabajo para exigir una solución para este problema para reclmar una explicación y definiciones de Provincia y de Nación. Nació allí una firme señal de compromiso de la comunidad.
¿Otra pelea pedestre de Cano?
Una versión de origen generalmente precisa en sus datos da cuenta de otra pelea de política interna y de ambiciones personales que habría protagonizado José Cano. Sabido es que en sociedad con Baragiola combinaban actitudes dirigidas a manejar espacios crecientes en el gobierno municipal. Ahora el siempre dispuesto a la “borocotización” y enfrentando a Guillermo Arroyo, saltó al ruedo reclamando la presidencia del bloque y la presidencia de la comisión de Hacienda. Así como si tal cosa habría agregado que si no es satisfecho en su ambición, dejaría el bloque para constituir uno unipersonal, porque “yo me retiro de donde no me siento cómodo”… Además los datos coinciden con una línea de conducta que, obvio, es lineal en cuanto a intolerancia e ínfulas.