En la recta final de la fase regular de la Liga Nacional de Básquetbol, Quilmes, urgido por resultados positivos, visitará esta noche al sólido Instituto de Córdoba, desde las 20.30.

Los dirigidos por Facundo Müller han estado durante toda la temporada como firmes escoltas de San Lorenzo de Almagro. Y en el “Angel Sandrin” ostentan una de las localías más fuertes de la competencia: apenas han perdido dos partidos en casa.

Además, la “Gloria” lleva cinco triunfos en sus últimos siete partidos, posee una de las mejores defensas por promedio de puntos permitidos de sus rivales (77,9) y parece encaminarse a obtener el “2” al concluir la temporada regular.

Instituto acumula 23 triunfos y 11 derrotas. Exactamente al revés es el registro quilmeño (11-23).

Una mediacancha de lujo con Gastón Whelan, Santiago Scala y Rodney Green, con gran capacidad creativa y abundante gol, cuenta con el respaldo del sacrificio personificado de Sam Clancy, destinado casi exclusivamente a tareas defensivas, y el marplatense Facundo Piñero como ala-pivote bien abierto a la hora de atacar.

El entrenador suele utilizar sólo ocho hombres (los pibes son buenos pero juegan poco): Luciano González, Cristian Amicucci y Pablo Espinoza, tres rendidores en varios rubros.

Frente a ese panorama, Quilmes tendrá que exponer una versión muy cercana a la mejor de sí mismo para tener opciones. Y sin perder de vista que acaso también tenga que regular energías de cara al decisivo partido del lunes, cuando visitará a Atenas de Córdoba.

Para el “tricolor” será vital poder amenazar seriamente con su tiro exterior, para obligar a extender la defensa rival y así encontrar espacio para su opciones de pick and roll. Sin olvidar que debe ser mucho más sólido defensivamente.

En Mar del Plata no hubo dudas, e Instituto venció a Quilmes por 83 a 63.