MIRAMAR (Corresponsal).- Durante la mañana de este viernes comenzó el traslado de las aspas de los molinos de viento que se instalarán en el parque eólico “Vientos de Miramar”, situado en el kilómetro 46 de la ruta 88.

En ese sentido, desde las 9.45 portando el inmenso equipamiento salió desde el Puerto Quequén el primero de los camiones escoltado por un amplio operativo de seguridad que integran integrantes de Policial Vial, Vialidad Provincial y unidades de la empresa transportista.

Se espera que durante la jornada lleguen en total cuatro unidades, aunque a diferencia de las primeras jornadas no se cortará en ningún momento el tránsito.

El traslado de material continuará el sábado, aunque la tarea estará condicionada por el clima “especialmente si existe la posibilidad de lluvia y viento, la actividad podría posponerse hasta el inicio de la semana entrante”, según destacaron las autoridades.

“El operativo no es sencillo, existen muchas maniobras en el medio y hay que ser cauteloso, esto es día a día”, confiaron a este diario desde el Destacamento de Policía Vial Quequén.

Cabe señalar, que Miramar ingresó dentro del Plan de Energías Renovables en Argentina (RenovAR) y fue seleccionada en 2016 para la construcción del predio donde esperan generarse unos 97,65Mw.

Este tipo de energía limpia no origina emisiones ni residuos a la atmósfera, es la que menor impacto tiene sobre el medio ambiente no produciendo alteraciones sobre las fuentes de agua ni en la composición del suelo o su erosionabilidad. Comparada con otros combustibles como el gas, petróleo o carbón, tiene una influencia cero sobre el entorno natural en el momento de ser transportada.

La Rosa Blanca es un predio de 538 hectáreas en total y mientras continúan llegando los componentes,  diversos operarios se encuentran realizando las perforaciones, colocando el mallado y llenando las bases, además de diversas tareas en el armado del aerogenerador, por lo que se supone para fin de año el parque eólico comience a operar como productor de energía.

La zona tuvo un estudio de impacto y potencial eólico durante cuatro años, de hecho el mínimo de prefactibilidad del viento es de 7 m/s y aquí, luego de un monitoreo, el promedio dio 8,5 m/s.