Vecinos de Varese reclaman que cesen los ruidos molestos después de medianoche
Se reconocen cansados por no recibir respuestas oficiales a su reclamo de que cesen actividades molestas, y contrarias a las normas de convivencia, a lo largo del Paseo Jesús de Galíndez.
Vecinos frentistas del boulevard Patricio Peralta Ramos, zona de Varese, solicitaron mediante nota a la Subsecretaría de Transporte y Tránsito el cierre después de las 12 de la noche del tránsito que va de Cabo Corrientes al Torreón del Monje.
Firman el planteo cerca de 80 contribuyentes. El reclamo, señalan los vecinos en la nota, surge por los disturbios que generan malestar para los habitantes de la zona, por parte de personas que utilizan vehículos ruidosos, muchos con los escapes libres, y música a volumen altísimo.
El planteo se inició en el mes de diciembre y derivó en una reunión en el COM de autoridades y vecinos. Fue el pasado 4 de enero, cuando los frentistas, varios del conocido Maral 39, pudieron dialogar con los funcionarios Alejandro Vicente, secretario de Gobierno; Claudio Cambareri, subsecretario de Transporte; Emilio Súcar Grau, de Inspección General, y Marcelo Lencina, subsecretario de Seguridad.
En la oportunidad los representantes del municipio “se comprometieron a realizar un informe con un relevamiento zonal”. En esa misma reunión se acordó que se impulsaría un proyecto de ordenanza para dar una solución definitiva a la problemática.
Un vocero de los residentes aseguró que “al no haber ningún tipo de respuestas tras ese encuentro, es que presentamos esta nueva nota”. En la misma solicitan cortar dicho tramo del Paseo Galíndez después de la medianoche “arbitrando los medios necesarios para poner fin a las actividades contravencionales y algunas de neto carácter delictual que son llevadas a cabo a diario en la zona de Playa Varese”.
“Perturban la tranquilidad”
En la nota hace mención el grupo de vecinos que “las personas que se encuentran perturbando nuestra tranquilidad, son los mismos que hasta no hace mucho tiempo se autoconvocaban en el Monumento a la Bandera de Playa Grande”. Luego se hace un racconto de los hechos “del martirio que implica en nuestras vidas habitar en la zona donde estas personas se juntan. Comenzando con la música a todo volumen sin importar horario alguno, y no sólo mediante los estéreos de los autos preparados en contra de las normativas municipales y de vialidad, utilizando waffles profesionales produciendo ruidos molestos según la ley 8031/73”.
Luego menciona que “al acercarnos al lugar de esas reuniones se observa que casi ninguno de los autos o motos que se encuentran en la zona cumplen con las normas de tránsito ya que varios se encuentran ‘bajados’ en el caso de autos y/o con los caños de escape cortados. Como es sabido que eso tiene como finalidad el hecho de que al acelerar ‘al corte’ se produzca una explosión, muchas veces similar en decibeles al sonido de un disparo de arma de fuego, a veces superior. Lo expresado hasta aquí sería causal suficiente para el accionar tanto municipal como policial a los fines de desalojar la zona en virtud de las claras contravenciones producidas y violaciones al código de faltas de la provincia de Buenos Aires”.
Varias contravenciones
Hace hincapié la nota presentada por los vecinos que “las acciones llevadas adelante por este grupo de personas distan de ser simplemente contravenciones. Como se ha acreditado en procedimientos realizados hace unos pocos días, estas personas comercializan estupefacientes, obviamente los consumen y muchas de ellas portan armas sin tener la autorización legal necesaria”.
Por último expresan en el documento acercado a la Subsecretaría de Transporte y Tránsito que “estos extremos de carácter delictual ya han sido contactados por las fuerzas de seguridad, ya que al momento de producirse el operativo varios de los allí presentes intentaron darse a la fuga por la playa siendo interceptados por personal policial incautándose tanto drogas como armas e incluso comprobándose que varios de los allí presentes tenían antecedentes penales. Por lo expresado es que queremos vivir tranquilamente en sociedad y descansar luego de una extensa jornada laboral, y pedimos que se arbitren los medios necesarios para poner fin a estas conductas tal como se hizo en la zona del Monumento a la Bandera”.