La visita estaba llegando a su fin, cuando sin previo aviso, el techo se desplomó a centímetros de ambas mujeres.
La paciente y la médica quedaron perplejas. Una parte del cielorraso de uno de los consultorios del centro de salud 9 de Julio cayó pesadamente al suelo dejando al descubierto la estructura metálica que lo sostenía.
El estruendo alertó a los trabajadores del centro quienes al ingresar al lugar encontraron a ambas mujeres sentadas a uno y otro lado del escritorio, contemplando el panorama. Ninguna de las dos sufrió heridas, pero se llevaron un gran susto.
Aparentemente, el techo cayó como consecuencia de algunas filtraciones ocurridas durante la tormenta de esta semana.
El establecimiento ubicado en 9 de Julio 7850 es uno de los más nuevos dentro de sistema de atención primaria del municipio.
Fue inaugurado hace 4 años, luego de que se lo construyera desde cero.
“Desde hace meses no hay ninguna tarea de mantenimiento. Que se haya caído el techo es lo mínimo que podría pasar”, le aseguraron a LA CAPITAL trabajadores del lugar.
Dentro del sistema de salud del municipio, el clima de malestar por las carencias es cada vez mayor.
Existen conflictos por la falta de insumos y por la ausencia de personal policial para custodiar las salas barriales.
Anteayer se supo que en la sala Coelho de Meyrelles, ubicada en Alejandro Korn y la calle 43, una mujer agredió a una médica a la que reprochó por la falta de medicamentos.
Hace aproximadamente un mes esa misma sala había sido saqueada por delincuentes que ingresaron al lugar aprovechando la falta de custodia, ante la decisión del municipio de no pagar los servicios de la Policía de la Provincia.
A todo esto se le suman los conflictos que existen con vecinos de la zona del Puerto, quienes resisten el traslado del Centro Nº2, ubicado en Guanahani al 4500, a las instalaciones del SOIP.
La Secretaría de Salud justifica la medida argumentando que ese edificio -construido hace más de 30 años- está ubicado en un terreno inundable y que por eso ya no vale la pena reconstruirlo.
Además las autoridades cuestionan las motivaciones de quienes reclaman, denunciando que se conforman “grupos minúsculos” que actúan con intencionalidad política.
La promesa oficial consiste en construir un nuevo establecimiento en otro lugar, lo que posiblemente comience a suceder durante el año que viene.