La hipertensión arterial es la principal causa de muerte y discapacidad en Argentina. En 2017, la sumatoria de las enfermedades cardiovasculares, afecciones en las que la hipertensión suele jugar un papel preponderante, produjo 90.222 muertes. En parte explica esta alarmante cifra el hecho de que 7 de cada 10 hipertensos no controlan su enfermedad: 4 de ellos ni siquiera saben que son hipertensos y casi 3 pese a conocer su condición no logran mantener su presión en parámetros aceptables.

“Si tenemos en cuenta que más de un tercio de los casos de muerte por enfermedad cardiovascular se podría prevenir teniendo la presión arterial en niveles normales, podríamos evitar en nuestro país 92 fallecimientos por día, prácticamente 4 cada hora controlando la hipertensión”, afirmaron especialistas que participarán del XXVI Congreso Argentino de Hipertensión Arterial que se desarrollará en los salones del NH Gran Hotel Provincial.

“Todos los años mueren por enfermedades cardiovasculares más de 90 mil argentinos, cuatro veces más de los que fallecen por todas las causas externas (accidentes y homicidios, entre otras). Se ha calculado que estas muertes implican 400 mil años de vida perdidos, y si a estos se suman los que viven con discapacidades, son 600 mil los años de vida saludables que se pierden a consecuencia de las enfermedades cardiovasculares”, amplió Irene Ennis, doctora en medicina y presidenta del Comité Organizador del congreso.

Asimismo, se estima que cada año se producen en el país más de 150.000 eventos coronarios, como por ejemplo angina de pecho o infarto de miocardio, y 100.000 accidentes cerebrovasculares (ACV).

Por este motivo, para disminuir el riesgo de padecer una u otra condición se debe “ser exigentes con el cumplimiento de las metas de prevención y tratamiento”, detalló Martín Salazar, presidente honorario del Comité Organizador del XXVI Congreso Argentino de Hipertensión Arterial.

Estimaciones relativamente recientes refieren que en Argentina los costos anuales asociados al tratamiento de la hipertensión arterial ascienden a 350 millones de dólares, incluyendo medicamentos, estudios, análisis de laboratorio e internaciones. A ese valor se le debe agregar los costos indirectos, como la pérdida laboral y cargas familiares, y consecuencias psicológicas y sociales, cuya medición es más difícil de realizar.

“La hipertensión arterial no es simplemente un factor de riesgo. Es una enfermedad en sí misma que debe ser abordada con tratamiento. Aunque no es lo más habitual, existe un consenso internacional acerca de que se obtienen mejores resultados en el tratamiento si se indican dos o hasta tres medicamentos antihipertensivos en simultáneo, en comparación con indicar uno solo o simplemente recomendar dieta y ejercicio físico”, subrayó Judith Zilberman, presidenta de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) y especialista en cardiología e hipertensión arterial.

Otro de los problemas que presenta esta enfermedad es que, como generalmente no da síntomas, existe una alta tasa de abandono del tratamiento.

Entre los propios especialistas existe cierto disenso acerca de a partir de qué valores se considera hipertensa a una persona. Mientras que las guías norteamericanas consideran hipertensión a partir de una cifra de 130/80 mmHg, desde la SAHA, en línea con las guías europeas, adscriben a la postura que la define desde mediciones que arrojen 140/90 mmHg.

La hipertensión arterial representa además el principal factor de riesgo del desarrollo de enfermedades cardiovasculares, acompañado de otras condiciones como la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo, colesterol elevado y la diabetes.

“Aquí la importancia del control y tratamiento de aquellos factores que podemos modificar y de los cambios en los hábitos de vida poco saludables que contribuyen a desarrollar estas enfermedades”, insistió Salazar.

Para medirse la presión arterial surge otro inconveniente: el uso de medidores desaconsejados o directamente prohibidos. “Recomendamos utilizar los dispositivos automáticos digitales validados y no recurrir a los tradicionales, que suelen descalibrarse y perder precisión. Mucho menos a aquellos en base a mercurio, que están prohibidos desde hace 10 años”, explicó Walter Espeche, médico especialista en medicina interna.

Los especialistas remarcaron la importancia de mantener hábitos saludables para ayudar al control de la hipertensión y recomendaron llevar una alimentación sana, rica en frutas y verduras; restringir el consumo de sal, tanto la agregada en la mesa como aquella que se incorpora al momento de la cocción de los alimentos; combatir el sedentarismo realizando actividad física al menos 30 minutos de caminata diaria; y mantener un peso saludable.
Por último, coincidieron en que una vez diagnosticada la enfermedad, lo anteriormente mencionado no es suficiente: se debe mantener un control periódico y la adherencia al tratamiento farmacológico como los dos pilares fundamentales del control de la hipertensión arterial.

Comienza el XXVI Congreso de Hipertensión Arterial

Organizado por la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) se realizará en los salones del NH Gran Hotel Provincial desde hoy y hasta el sábado, el XXVI Congreso Argentino de Hipertensión Arterial, el más importante de su especialidad, un encuentro científico al que asistirán más de 3 mil especialistas, incluyendo profesionales de la salud de Latinoamérica, Europa y Canadá.
Durante la reunión se presentarán cerca de 80 trabajos originales, entre los que se incluyen 50 de investigación clínica, 25 de investigación básica y 5 de enfermería. Asimismo, se abordarán temas como la hipertensión arterial en la mujer, en el embarazo, en niños y adolescentes, en ancianos y deportistas, entre otras.