Caló anticipó que la UOM exigirá una paritaria “alta” y dijo que la situación del sector es “grave”
El secretario general de los metalúrgicos aseguró que hay 20.000 trabajadores suspendidos y que están dadas la condiciones para un paro, "pero hay que esperar el momento".
Antonio Caló, en el congreso de la UOM que se lleva a cabo en Mar del Plata.
El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, no quiso dar números pero aseguró que la paritaria que el gremio exigirá para este 2019 será “alta” y buscará recuperar el poder adquisitivo que los trabajadores del sector perdieron el año pasado.
En el Congreso Nacional de Delegados de la UOM que se celebra en Mar del Plata desde el lunes a la noche y se extenderá hasta mañana, Caló no anticipó porcentajes, pero sabe que el Gobierno nacional mira de cerca las negociaciones de los metalúrgicos por considerar, junto a los bancarios y docentes, los gremios que marcan la cancha a la hora de pautar aumentos salariales.
“Nosotros no queremos crear falsas expectativas. Pero sí decimos que el otro día tuvimos una reunión, y nosotros lo que queremos es recuperar el poder adquisitivo y vamos a luchar por eso. No voy a tirar porcentaje, pero es alto. Si un salario base de la UOM está $18.000, y la canasta está en $26.000, el porcentaje va a ser alto; vamos a ver si lo alcanzamos”, señaló.
Trascendidos sitúan el pedido inicial en un 20% para el trimestre abril-junio. Es que tal como surge en cada uno de los paneles del encuentro nacional que tiene lugar por estas horas en la ciudad, la situación que atraviesa el sector fabril no está exenta a la crisis que golpea al resto del país.
Por eso, Caló no dudó en señalar que “más allá de todos los congresos que hizo la UOM, éste es especial. “Vamos a tener muchos inconvenientes porque los compañeros van a plantear los graves problemas que están atravesando en las distintas seccionales. La falta de trabajo, la falta de esperanza que tienen”.
Según indicó el gremialista, desde el 2014 hasta ahora la UOM perdió 50.000 puestos de trabajo y tiene, por estos días, otros 20.000 suspendidos, con la incertidumbre en relación a su continuidad laboral.
“La situación es muy grave porque al estar suspendidos, además de percibir un salario más abajo, no hay aportes a las obras sociales. Están pasándola mal”, sentenció el dirigente. Y agregó: “Será un congreso difícil, nadie puede desconocer el grave problema que estamos teniendo en Argentina, que al que trabaja no le está alcanzando para comer. Y hay mucha gente que no tiene trabajo, y mucha gente que está suspendida”.
De todas maneras, Caló evitó responder acerca de su opinión sobre la gestión de Mauricio Macri, pero aseguró que, al igual que en 2015, al finalizar el encuentro realizará un simulacro de elecciones.
“Cada delegado votará en secreto, y pondremos todos los candidatos: Cristina, Macri, Lavagna, Urtubey, Espert. Todos. En 2015, Macri ganó por 7 puntos, veremos ahora”, dijo, entre risas.
“Esperemos que se dé un buen debate, y después, cuando terminemos, veremos las resoluciones que se tomen y a partir de ahí marcharemos todos juntos como hacemos siempre los metalúrgicos”, agregó.
Paro de la CGT
Como líder de uno de los gremios más importantes dentro de la CGT, Caló justificó la decisión de aún no convocar a un paro nacional.
“Siempre están dadas las condiciones (para un paro), pero hay que buscar el momento. El paro hay que hacerlo, pero con todos: los ferroviarios, de la UTA. Tenemos que estar todos juntos para hacerlo, como la última vez, porque de ahí resulta un paro que para realmente todo el país. Hay que trabajarlo, pero no creo que esté muy lejos”, señaló.
“El movimiento obrero está muy dividido, no buscamos la unidad. Y la CGT está haciendo lo posible. El otro día logró un acuerdo con el Gobierno para que inyecte $13.000 millones para las obras sociales, que era uno de los principales reclamos”, siguió. Y agregó: “La CGT va a tener que ponerse a la altura de las circunstancias. Veremos cómo se va manejando”.
Zanella y Eskabe
Para Caló la situación que atraviesa la UOM en todo el país es “grave”, por lo que destacó que el foco del congreso de este año se decidió colocar en el empleo.
De hecho, según señaló el dirigente nacional Enrique Salinas, no se descarta que se apruebe por unanimidad el documento bajo el título “En defensa de la producción y el trabajo argentino”, en el cual se expresa que “la crisis golpea duramente el mercado laboral y el empleo, siendo el mercado laboral uno de los sectores más afectados”.
En este sentido, y en referencia al panorama local en el sector, Caló aseguró que se tratará la situación de las fábricas metalúrgicas Zanella y Eskabe, que presentan serias dudas en relación con la continuidad laboral de sus trabajadoras.
“El problema del país es grave, pero el problema de la UOM también. En cuanto a la situación local, si bien son muchas las empresas con problemas similares, ya hemos señalado que ponemos a disposición todos nuestros recursos para poder colaborar, como lo hemos hecho con todos los trabajadores del país”, indicó el secretario general.
Con 180 trabajadores con reducción horaria (unas diez personas aceptaron el retiro voluntario) y el acuerdo de que hasta el 30 de junio no se producirán despidos, Eskabe, la planta dedicada a la fabricación de calefactores, termotanques, cocinas, entre otros productos, advierte una fuerte baja en sus ventas y la dificultad de hacer frente a los costos de producción.
En Zanella el futuro es aún más desalentador. Vencido el pasado 31 de marzo el plazo que mantenía la suspensión de los únicos 35 trabajadores que aún mantiene la empresa, desde la UOM local señalaron que tiene “los días contados”.
El personal que trabajaba en la fábrica de motos inaugurada en 2013 estaba percibiendo sólo el 65% de sus haberes, pero la fuerte devaluación de los últimos meses (la mayoría de los insumos son importados) sumado a un mercado interno castigado por la baja en el poder adquisitivo, no genera entusiasmo para las próximas semanas.
José Luis Rocha, secretario general de la UOM, en diálogo con LA CAPITAL, había señalado que administrativamente, “el gremio hizo todo” pero “se van terminando las herramientas para preservar las fuentes de trabajo” y si bien “hay voluntad de la empresa para mantenerse abierta, al mismo tiempo la situación está muy complicada y es cuestión de días”, advirtió sin dar plazos pero tampoco posibilidad de revertir el complejo escenario.
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