Por Marcelo Solari
Tenía que ganar y lo hizo. Y además, también se quedó con la ventaja en su poder ante un eventual desempate. Quilmes sorteó con éxito una exigencia complicada frente a un rival directo en la lucha por la permenancia, y le ganó a Argentino de Junín, por 76 a 65. Superó una prueba muy difícil y cerró con saldo positivo (3-2) su serie de cinco partidos seguidos en casa.

Para aquellos que pensaban que un buen comienzo podía ser fundamental para el posterior desarrollo del juego, la manera en que se dieron los primeros minutos no podían constituir un buen augurio.

El “tricolor” lució impreciso en el arranque y Argentino, muy metido en el partido, capitalizó rápidamente sus opciones para adelantarse 8-0.

El desconcierto del local se extendió casi hasta la mitad del primer segmento (3-11). A partir de ese momento, el conjunto de Javier Bianchelli encontró la manera de defender con acierto y así comenzó a construir lo que iba a ser un segundo cuarto magnífico por las respuestas atrás.

Mientras, adelante logró recomponer de a poco su imagen. Primero con excesiva dependencia de Winsome Frazier y, especialmente, Lucas Ortiz.

En el cierre del parcial, hubo un positivo ingreso de Jonatan Slider, quien convirtió un triple y estableció la minima diferencia para los juninenses antes del primer descanso.

El muy buen inicio de Quilmes en el segundo cuarto motivó que se adueñara del juego de inmediato. Hilvanó una seguidilla de robos y contraataques con una intensidad atrás que marcaría el rumbo de todo el capítulo.

En una de sus mejores producciones defensivas respecto de un segmento de diez minutos, el “tricolor” apenas permitió 8 puntos de su oponente.

Esa atención para rotar, cambiar y ajustar confundió y complicó a los de Matías Huarte, que cometieron errores y disminuyeron drásticamente su porcentaje de aciertos al canasto.

Con esa tendencia, Quilmes se protegió cada vez más en la pintura a riesgo de conceder el tiro exterior. Y le salió bien, porque el “Turco” apenas anotó 3/11 triples (27,3%) en el primer tiempo.

La visita estuvo 4m15s sin anotar, hasta que llegó un doble de Leron Black, el más confiable de Argentino.

Pero del otro lado regresó a la cancha Ortiz, y también contribuyó con puntos valiosos para sostener la brecha del orden de los 6 puntos. Sin demasiado margen para grandes demostraciones en ataque, Quilmes jugó con bastante concepto. Fue inteligente para aprovechar sus oportunidades y certificó una ventaja de hasta 9 puntos (31-22) poco antes del entretiempo.

Las características del juego cambiaron rotundamente en el tercer cuarto. Las acciones se hicieron mucho más abiertas, aparecieron buenas ejecuciones de los sistemas de Argentino, que pese a un mejor inicio del local (40-29), fue creciendo defensivamente y, sobre todo, adelante. Se involucraron Arkeem Joseph y Guido Mariani y la brecha que había construido Quilmes literalmente se esfumó (41-39).

Por suerte para el conjunto de Luro y Guido, Frazier disfrutó de una racha demoledora, suficiente para conservar la delantera de su equipo en las cifras. De todas maneras, a esa altura la paridad era una constante, al tiempo que Argentino comenzaba a complicarse con las faltas personales.

Como se preveía, a la hora del segmento final, el juego recobró el tono defensivo del primer tiempo. Entonces, a ambos les costó hallar caminos lógicos para anotar y reaparecieron escenas trabadas y friccionadas.

En ese contexto de equilibrio y escasa claridad, era fundamental conservar la calma. Algo difícl en un partido tan importante, con mucho en juego y encima, con escaso tiempo para epílogo.

Acaso ese cieerre no haya sido demasiado prolijo desde lo colectivo. Pero Quilmes lo tuvo a Frazier. Autor de una conversión clave tras un rebote ofensivo peleado por Eduardo Vassirani y rubricado por el alero etaodunidese con una finta en el aire: 65-57 con 3 minutos por jugar.
Frazier tomó las mayores responsabilidades y lo hizo bien.

Para garantizar la victoria y, por añadidura, también la ventaja deportiva (había perdido por 5 puntos en Junín). Prueba superada. Y si bien todavía quedan otros exámenes por rendir, el paso hacia adelante fue enorme.

La síntesis

Quilmes 76
V. Fernández 7, L. Ortiz 17, W. Frazier 23, M. Maciel 1 y E. Vassirani 13 (FI). S. Morales 0, M. Bolívar 5, C. Warner 8, J.E. De la Fuente 2. DT: Javier Bianchelli.

Argentino (J) 65
G. García 6 (x), J. Cangelosi 13, G. Mariani 11, L. Black 16 y A. Joseph 14 (FI). J. Slider 5, A. Cavallin 0, S. Egas 0, L. Tortonesi 0. DT: Matías Huarte.

Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”.
Arbitros: Pablo Estévez, Julio Dinamarca y Sebastián Moncloba.
Parciales: 15-17, 33-25 y 56-49.