El pasado 31 de marzo venció el acuerdo sellado meses atrás entre los representantes de Zanella en Mar del Plata y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). ¿Qué establecía ese acuerdo? Que hasta ese día, a pesar de la situación de crisis que la empresa arrastra hace meses, no habría despidos. Vencido ese plazo y sin señales de repunte, la producción y los trabajadores que quedan “están parados” y desde el gremio advierten que la firma “tiene los días contados” en la ciudad. Y el cierre, a esta altura, parece irreversible.

En la actualidad solo 35 empleados siguen formando parte de la planta que produce motos dentro del Parque Industrial con el sello de Zanella, mientras que años atrás la misma fábrica llegó a tener el doble de trabajadores. Cuando el año pasado la situación empezó a complicarse y los meses pasaron sin que la situación mejorara, se fijó esa fecha, el 31 de marzo. “De allí en adelante, todo es incertidumbre”, reconoció José Luis Rocha, secretario general de la UOM, en diálogo con LA CAPITAL.

Administrativamente, “el gremio hizo todo” pero “se van terminando las herramientas para preservar las fuentes de trabajo” y si bien “hay voluntad de la empresa para mantenerse abierta, al mismo tiempo la situación está muy complicada y es cuestión de días”, advirtió sin dar plazos pero tampoco posibilidad de revertir el complejo escenario.

La crisis por la que atraviesa Zanella obedece principalmente a la abrupta caída del consumo. La baja en las ventas de motos que esta empresa fabrica se consolidó sin excepción en los últimos semestres y a pesar de las maniobras implementadas para revertir el mal momento, la situación derivó en el desplome de la producción no solo en la planta de Mar del Plata, sino en las otras que la misma empresa tiene en el país.

En las unidades productivas que funcionan Córdoba, San Luis y Caseros se abrieron hace meses los procedimientos para despedir a trabajadores. En Mar del Plata llegaron a especular con la posibilidad de que los despidos en otras seccionales amortiguaran el impacto de la crisis en la planta local, pero no fue así.

“Hablamos con el representante de la empresa y en principio iban a seguir trabajando estos días, pero el futuro de la empresa en Mar del Plata tiene los días contados. No creo que esto se pueda revertir. Zanella tiene otras plantas en otros lados que son más modernas, más nuevas. La de Mar del Plata tiene menos costos para desarmar”, dijo sin optimismo alguno el dirigente de los metalúrgicos.

Rocha insistió en que superado el 31 de marzo, de ahora en más ya no rige ningún acuerdo para evitar despidos dentro de Zanella. “Decíamos que se iba a complicar y se complicó”, señaló.

“No hay ninguna señal de repunte ni en la empresa, ni el mercado ni en el país”, lamentó Rocha y reconoció que los trabajadores, al igual que la producción en la empresa “están parados” y “la realidad hoy nos está pasando por arriba”.