El doctor especialista en cirugía de cabeza y cuello del Hospital Privado de Comunidad, Alfredo Ríos, cuenta con entusiasmo el camino que lo llevó a convertirse, hace dos semanas, en el primer médico de la ciudad en realizar una cirugía de tiroides que no deja cicatriz. La intervención fue, también, la segunda en el país.

Según señaló en una entrevista con LA CAPITAL, la nueva técnica de abordaje quirúrgico fue creada en Tailandia por el médico Angkoon Anuwong -con quien él mismo se formó- y consiste en un abordaje transoral encuadrado dentro de las cirugías denominadas “notes”: a través de orificios naturales, que tienen la característica de ser videoasistidas sin dejar cicatrices cutáneas. Hasta el momento, las más frecuentes se daban a nivel abdominal.

“Esta técnica nueva tiene dos años de desarrollo y surgió en Bangok, Tailandia, que por cuestiones culturales, en el sudeste asiático, las cicatrices en el cuello se tratan de evitar. Es por eso que los cirujanos de allí fueron innovando y son los pioneros en las cirugías ya sean robóticas, transaxilares o transorales”, señaló.

La técnica

De todas maneras, Ríos explicó que el abordaje transoral se convirtió en la única técnicas endoscópica en tiroides que no deja cicatriz cutánea, porque el abordaje se hace a través de la cara posterior del labio inferior. En resumen: se hacen tres orificios por encima de la base del surco vestibular, que está ubicado delante de los dientes y debajo del labio. Por el orificio central se introduce la cámara que guiará el procedimiento por imágenes. Por los otros dos orificios, el cirujano manipulará los instrumentos que introducirá hasta la tiroides.

Si bien existen técnicas consideradas “mínimamente invasivas”, que implican abordajes a partir de las axilas y areolas mamarias -lo que no dejaría cicatrices en zonas más visibles del cuerpo-, el interés de Ríos por perfeccionar aún más el resultado estético postoperarorio lo llevó a especializarse, junto al propio Anuwong, en prestigiosas instituciones de Italia.

Segunda en el país

“Las técnicas, además de perfeccionarse en lo que es una cirugía de tiroides segura -es decir, que saquen la patología y no se pierdan las funciones que se tenían previo a la intervención-, tratan también de mejorar los resultados estéticos”, señaló Ríos.

Según explicó la intervención que tuvo lugar hace dos semanas en el HPC fue la primera en la ciudad. En cuánto al único antecedente del que se tiene registro en el país, tuvo lugar en Hospital Pirovano de Capital Federal, a fines de noviembre del año pasado. “Y en América del Sur hay solo algunos países”, indicó.

No todos los casos

¿Pero todos los casos son aptos para este tipo de intervención? El doctor Ríos brindó detalles acerca de las características que debe presentar el paciente para poder acceder a este tipo de abordaje.

“Generalmente se indica para patología benigna, pero que por el tamaño del nódulo es recomendada la operación. En principio, la tiroides tiene que ser de mediano tamaño como máximo, los nódulos tiroideos no tienen que superar los 4 cm. Actualmente se está indicando este tipo de cirugía para lo que se denomina los microcarcinomas papilares, que son tumores de tiroides pero menores de 1 cm, sin ganglios afectados”, señaló.

La enfermedad tiroidea afecta a entre 5% y 10% de la población.

Y agregó: “Además, el paciente tiene que tener ciertas características anatómicas: no tiene que tener demasiado sobrepeso, sino lo que se llama un Indice de Masa Corporal menor a 30, y tiene que tener relativamente buen estado de las piezas dentarias porque uno trabaja en la zona de la boca”.

La enfermedad tiroidea afecta del 5% al 10% de la población, pero eso no implica que todos sean quirúrgicos: de ese porcentaje, solo cerca del 5% lo es. En cuanto al impacto en los pacientes según su sexo, se registra 1 caso en varones por 3 de mujeres.