Sabrina tiene que llegar a Buenos Aires como sea. Un pasaje en colectivo es demasiado caro para esta estudiante que trabaja sólo dos veces por semana en un local de ropa. Pero igual, tiene solo un día y medio para determinar cómo irá a Ezeiza a buscar a su novio, a quien no ve hace unos seis meses.

Colectivo no es opción, tren tampoco. Abre la computadora y escribe en Google: “¿Cómo viajar de Mar del Plata a Buenos Aires barato?”. El primer link: Jump In.

Federico es actor. Tres veces por semana se sube al escenario en Mar del Plata y los otros días da clases en Buenos Aires, donde además vive. Cuando las cuentas no cerraban a fin de mes, por los grandes gastos que implica viajar con su vehículo de una ciudad a la otra reiteradas veces en un mismo mes, decide buscar otra alternativa. “¿Por qué no publicás tus viajes en la aplicación Jump In? Compartís el auto, los pasajeros te pagan lo que vos indiques y se te reducen los gastos”, le dice un amigo y el aventurero no lo duda. Seis meses después se vuelve un viajero frecuente y ya tiene más de 60 reseñas de pasajeros en la app que agradecen viajar con el gracioso artista y su simpática perra.

El marplatense Matías Macció comenzó una relación sentimental con otra marplatense justo antes de mudarse a Buenos Aires para estudiar. La relación a distancia no era para anda beneficiosa para su economía y ese enamoramiento de los primeros meses fue el motor de su ingenio para encontrar la manera más barata de verla.
Primero, creó un grupo de Facebook en el que las personas ofrecían compartir sus autos para viajar de Mar del Plata a Buenos Aires y viceversa.

Grande fue su sorpresa cuando el número de miembros no paraba de aumentar y en ese delirio de usuarios consultando, ofreciendo, pidiendo se gestó la idea de crear Jump In.

Con la ansiedad de quien cree que acaba de tener una gran idea y busca concretarla, llamó a Federico Rossi, su amigo desde pequeño, también oriundo de Mar del Plata y quien posee conocimientos en tecnología.

“Fede, se me acaba de ocurrir una idea. Necesito que me digas, ¿qué tan complicado es crear una aplicación?”, le preguntó y comenzaron a desarrollar la plataforma.

Siete meses después, en 2016, los amigos del Colegio Peralta Ramos de la ciudad anunciaron el lanzamiento de su aplicación.

Fue en ese entonces cuando se sumó el tercer amigo del grupo del colegio, quien tenía también algo muy valioso que ofrecer. Gonzalo Vicente integró “la parte comercial”. Relaciones con otras empresas, marketing, asuntos corporativos y demás.

Luego, en 2019, se sumarían al equipo Isidro Brappo de Corrientes, encargado del área de marketing y Santiago Maddaloni de Pergamino, quien se ocupa de las ventas.

“Cuando lo lanzamos fue un impacto grande”, recordó Macció. Comenzaron con unos 10 mil usuarios. “Usuarios que empezaron con un poco de miedo pero que después de dos o tres veces entienden cómo es la lógica del servicio y viajan asiduamente”, aseguró. Se trata de los primeros usuarios que se animan al carpooling a través de redes sociales en la ciudad.

Dentro de la aplicación, cada pasajero y conductor tiene un perfil. Es “prácticamente obligatorio” poner una calificación después de un viaje y así cada usuario gana una puntuación. Además, los creadores comprueban que cada uno de estos perfiles sean reales al verificar el teléfono y el mail de la persona.

Precio

“Hay una diferencia de un 50 o 60 por ciento con los pasajes de colectivo”, manifestó Macció.

Un viaje Mar del Plata- Buenos Aires tiene un valor de entre 400 y 500 pesos. “Es una diferencia importante, más para una persona que viaja cada 15 días o todos los fines de semana”, señaló.

Si bien está abierto a ofrecer viajes por todo el país la ruta más frecuente es Buenos Aires- costa atlántica. Aunque también “se ofrecen viajes al sur del país y a Córdoba”.

Usuarios

Según Macció, hay dos tipos de usuarios. Aquel que viaja todos los fines de semana, “y es nuestros ojos en los viajes”. Y agregó: “Son críticos, pero críticos constructivos”.

Uno de estos, es Guillermo, quien opinó: “Está bueno que, del otro lado, el pasajero pueda saber quién es el conductor que lo va a llevar y puedan reservar con total seguridad. Llevar gente de un lugar a otro es una responsabilidad y me preocupo por darles confianza a los pasajeros de que soy un buen conductor y que van a viajar cómodos”.

Y, por otro lado, el usuario que lo utiliza por primera vez “queda encantado”.

Actualmente, esa idea que surgió de un joven que quería buscar la manera más económica de ver a su novia cuenta con unas 34 mil personas activas en la red.