Desde la CGT Regional Mar del Plata admiten estar “extremadamente preocupados” por el actual escenario. “Un 12,8% de desocupación es una cuestión grave, sobre todo si contemplamos el aumento interanual de un 3,5,% más de desocupados”, advirtió el titular de la central obrera local, Miguel Guglielmotti.

Apegándose a los recientes números del Indec, pero considerando también que “la realidad nos indica que las cifras son más altas”, el secretario general de la CGT no dudó en afirmar que “todo indica que lamentablemente la situación se va a intensificar en invierno”.

“Tenemos más de 40.000 desocupados y 54.000 subocupados. Estos números nos llevan a tener que retrotraernos a casi 10 años para encontrar cifras similares”, siguió el dirigente bancario que conduce la central obrera.

Sumado al “problema estructural que Mar del Plata tiene con el empleo”, lo que hace que desde hace al menos una década siga encabezado los índices de desocupación en la Argentina, está la situación de la industria, que de acuerdo con la CGT presenta “una matriz productiva absolutamente abogada”.

“Las políticas nacionales están atentando contra el empleo. La total falta de políticas laborales por ausencia del Ejecutivo local agrava el contexto y en el medio se genera un combo explosivo”, analizó Guglielmotti al dar cuenta del impacto de la caída del consumo, los tarifazos, la inflación “incontrolable” y las “altísimas tasas de interés” que “provocan que las empresas grandes y medianas vayan cerrando”, algo que se traduce directamente en pérdida de fuentes de trabajo.

Desde la CGT observan que los empleados de comercio y los gastronómicos son quienes “más trabajo están perdiendo”, pero también reparan en la difícil situación del sector metalúrgico, con un “escenario crítico” en Eskabe y Zanella, dos de las grandes empresas más pujantes de ese segmento.

“Zanella va camino al cierre”, habían advertido desde la UOM hace menos de dos meses. Hoy la situación está igual o peor y el 31 de marzo vence el plazo para evitar los despidos, según informó el secretario general del gremio de los metalúrgicos, José Luis Rocha. En Eskabe, en tanto, la producción cayó fuertemente y el futuro inmediato de la firma y de sus empleados atraviesa un momento crítico. “No sabemos si llegamos a mediados de año”, reconocieron.

Hace tiempo a la CGT le está resultando “bastante difícil” encontrar la manera de actuar. Por lo pronto, participarán de la movilización prevista para el próximo 4 de abril con las dos CTA. “Esperamos que de allí surja un plan de acción para frenar estas políticas, pero en realidad bajan directamente de las decisiones que toman los organismos de crédito internacional y el Fondo Monetario”, dijo Miguel Guglielmotti.

El titular de la CGT reparó en que “les está siendo muy difícil a los asalariados poder cubrir las necesidades básicas” y por ende “aquellos que directamente no tienen trabajo la están pasando verdaderamente mal”.

Para el secretario general de la CGT Regional Mar del Plata, la situación se desprende del escenario económico nacional, pero el gobierno local tiene también una “gran responsabilidad” ya que “debería tomar como prioridad formular políticas públicas que creen fuentes de trabajo, pero nunca se ha propuesto esto como política central”.

En ese sentido, instó una vez más al gobierno de Carlos Arroyo a realizar “una gran convocatoria a todos los sectores productivos, de trabajo, a las universidades y los gremios para ver qué tipo de acciones podemos llevar adelante para sobrellevar esta situación, aunque las políticas nacionales atentan contra cualquier política que pretenda generar empleo; va a ser muy difícil salir de esto”, concluyó el líder de la CGT.