Jorge Marcángeli y Martín Eguaras son doctores en ciencias biológicas y hace treinta años que dirigen el Centro de Investigación en Abejas Sociales (CIAS), el primero en el país y Latinoamérica. Desde Mar del Plata y para todo el mundo desarrollan diferentes líneas de trabajo apícola con el aporte fundamental de la Universidad Nacional de Mar del Plata (Unmdp), el Conicet y la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC).

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-¿Cuándo y cómo nace el CIAS?

Jorge Marcángeli: Las primeras investigaciones comenzaron en 1989, pero antes de empezar a trabajar en abejas formábamos parte de otro grupo de investigación que se desenvolvía en diversas áreas. Un día, el director decide irse y con Martín quedamos un poco desamparados. Fue en ese momento que decidimos crear un equipo que se especialice en abejas.

-¿Qué líneas de trabajo desarrollan?

J.M: Principalmente en patologías, pero además se fueron abrieron nuevas líneas como la polinización, en calidad de mieles, en búsqueda de remedios y en parte del sistema inmunológico de la abeja. Hay distintas líneas que el grupo fue creando y fortaleciendo a partir de que ingresaba personal: cuanta más gente hay trabajando en una línea, más rápido se desarrolla.

-¿Qué desafíos implica ser el único Centro de Investigación en Abejas Sociales?

Antes de contestar, Marcángeli aclara que en Argentina y el resto de Latinoamérica hay otros grupos que trabajan en distintas temáticas de abejas, aunque resalta que “nosotros fuimos los primeros que comenzamos en un área que es el de enfermedades de abejas o patologías apícolas”. Además, destaca que el CIAS es “el más grande” respecto a la cantidad de profesionales: “en la actualidad somos 35 personas trabajando en Mar del Plata”, dice.
“Somos el grupo de referencia para toda la Argentina y eso nos pone la vara muy alta porque otros equipos nos consultan o estamos en relación constantemente. Esto nos lleva a que tengamos que seguir trabajando y a producir en mayor cantidad y calidad”.

-¿Qué función social cumplen para Mar del Plata?

J.M: Podríamos decir que nuestras líneas de investigación son totalmente aplicadas al sector productivo, ya que constantemente estamos brindando herramientas o ayuda a los productores. En algunos casos también hemos desarrollado trabajos específicos para dar respuesta a una inquietud en particular. Por ejemplo, hemos ido a apiarios privados a realizar inscripciones de abejas como para dar respuestas a lo que sucede con ellas.

-¿Qué objetivos se plantearon cuando comenzaron? ¿Fueron cumplidos, superados o fueron cambiando?

Martín Eguaras: Se fueron ampliando en función de las demandas del sector apícola. Comenzamos siendo un grupo que entendió sobre la sanidad de las abejas, luego hubo una demanda de los productores sobre la nutrición y, en ese aspecto, fuimos ganando otras aristas de investigación. En resumen, están en constante modificación porque los problemas del sector, si bien en general se mantienen, otros van cambiando. Tratamos de analizar qué problemas surgen y cómo los atacamos para darle herramientas a los actores del sector apícola.

-¿Y pensando a futuro que proyectan?

M.E: En 2018 organizamos un workshop de sanidad apícola y para este año tenemos pensado realizar otro. Son muy importantes porque interactuamos y debatimos con colegas de todo el país e incluso del exterior. Así se abre la posibilidad de encarar proyectos en conjunto, ayudarnos, aunar esfuerzos, realizar trabajos que individualmente no se podrían hacer y lograr resultados un poco más rápido de lo normal.

-Por último, ¿cuál es el balance de estos treinta años?

M.E: Después de 30 años podemos asegurar que hemos avanzado. Ganamos mucho recurso humano, incorporamos nuevas líneas para dar más respuestas al sector apícola y en la parte de investigación hemos crecido como grupo: la gente que comenzó como becario hoy es investigador y por eso podemos afirmar que hay futuro asegurado en el estudio de las abejas. “Son 30 años, de menos pelo y más canas”, concluyó Eguaras entre risas.

“Somos el grupo de referencia para toda la Argentina, otros equipos nos consultan y estamos en relación constantemente”

Por su destacada labor en el ámbito científico, por brindar soluciones prácticas a los productores apícolas, por la incorporación de jóvenes profesionales y por mantener un fuerte compromiso social, el Centro de Investigación en Abejas Sociales recibió por parte del Concejo Deliberante el título de “mérito académico” en un emotivo acto celebrado en noviembre del año pasado en el recinto deliberativo.

“Fue un lindo reconocimiento. Somos una familia de trabajo y es un orgullo porque a muchos de los investigadores los recibimos en su primer día de cursada en la universidad y los acompañamos durante toda la carrera. Es como ver crecer a un hijo que va cumpliendo etapas y que finalmente se inserta en el mundo profesional”, destacó Eguaras.