Un Barcelona práctico goleó a Real Madrid y jugará otra final
Fue 3-0 con un doblete de Luis Suárez y un tanto de Varane, en contra, en el Santiago Bernabéu.
Barcelona, con Lionel Messi en cancha y superado futbolísticamente por el Real Madrid durante 50 minutos, tiró de su versión más práctica y su efectividad para golpear de nuevo el estadio Santiago Bernabéu, ganar 3 a 0 el clásico de España y defender su título de Copa del Rey el próximo 25 de mayo en el estadio Benito Villamarín.
El conjunto dirigido por el argentino Santiago Solari perdonó a Barcelona en una de las mejores versiones de la temporada y lo pagó con la eliminación ante un rival que se defendió bien y decantó la semifinal en dos escapadas del francés Ousmane Dembele y en un tiro penal.
Luis Suárez marcó un doblete y el segundo tanto, que lo introdujo en su propio arco el francés Raphael Varane, aunque justo detrás estaba el uruguayo para marcar.
Había merecido mucho más el Real Madrid, pero su negación ante el arco rival, la ausencia de un jugador que ‘mate’, fue aprovechada de forma milimétrica por Barcelona que superó los momentos de crisis con más o menos fortuna y machacó en el segundo periodo. Ni siquiera necesitó que Messi protagonizara una de sus exhibiciones.
De entrada hubo miedo, o respeto, demasiado. El conjunto azulgrana apostó por adueñarse del balón y circularlo pero sin riesgos, a ritmo demasiado parsimonioso, tanto que favoreció el éxito del dispositivo defensivo del cuadro blanco, concentrado atrás a la espera de tomar más ventaja en la eliminatoria.
Los errores con el balón de los azulgranas permitieron a los conducidos por Solari vivir con más tranquilidad atrás y dar protagonismo al vértigo del brasileño Vinicius, tan peligroso como ineficaz en la definición.
Así se llegó al descanso con la sensación de que Real Madrid había perdonado y que para Barcelona lo mejor era el resultado. En la reanudación no le pudo salir mejor el planteo a Valverde. Muy pronto, Luis Suárez aprovechó un centro de Ousmane Dembele desde la izquierda, se adelantó a Sergio Ramos y comenzó a decantar el partido.
Quiso reaccionar Real Madrid, pero Ter Stegen siguió con brillantes atajadas y la respuesta de Barcelona fue contundente.
De inmediato, en cuatro minutos, cerró el compromiso con el autogol de Varane tras otro envío de Dembele, esta vez desde la derecha, y un penal de Casemiro a Luis Suárez. Messi, que vivió un clásico tranquilo, le cedió el honor al uruguayo de terminar con un doblete para sellar una nueva presencia en una final de Copa.
Será la sexta consecutiva para el Barcelona. Algo histórico. Buscará su quinto título en fila ante el ganador del encuentro entre el Valencia y Real Betis, que se medirán este jueves en Mestalla, tras la igualdad 2 a 2 en el Benito Villamarín de Sevilla.