EDIMBURGO, Escocia.- La Justicia escocesa permitió este viernes a la prensa revelar la identidad y las fotografías de Aaron Campbell, el adolescente de dieciséis años condenado por violar y asesinar a la pequeña Alesha MacPhail, de seis, en julio del año pasado en la isla de Bute.

Después de que este jueves, tras nueve días de juicio, un tribunal de Glasgow sentenciase unánimemente a Campbell a condena perpetua por violar y matar a la menor, algunos medios de comunicación británicos pidieron al juez que levantase la prohibición de revelar su identidad por tener menos de 18 años.

El magistrado Lord Matthews se pronunció a favor de la medida, al argumentar que la brutalidad del crimen justifica que la prensa pueda difundir su nombre y sus imágenes.

“Creo que sería ingenuo pensar que publicar su nombre hará alguna diferencia en la forma en que se lo tratará bajo custodia. No puedo pensar en un caso que haya atraído tal repulsión en los últimos tiempos”, afirmó Lord Matthews.

El abogado en representación de los medios de comunicación argumentó que el nombre del asesino había estado en las redes sociales desde que ocurrieron los hechos y que residía en el interés público poder revelar esos datos, debido a la naturaleza del crimen.

El representante legal de Campbell señaló, en cambio, que el implicado cuenta con un historial de depresión, ansiedad y autolesiones, y que la existencia de esta información en Internet no era una razón para anular la prohibición que protege a los menores.

El 2 de julio del año pasado, la pequeña Alesha desapareció mientras pasaba las vacaciones con su padre y sus abuelos paternos en la pequeña isla de Bute, donde es frecuente que sus siete mil habitantes dejen puestas las llaves en las puertas de casa, algo que Campbell aprovechó para llevarse esa noche a la niña.

Alesha sufrió 117 heridas, fue violada y murió a causa de una fuerte presión aplicada en su cara y cuello.

Su cuerpo se encontró en el bosque horas después de que la familia denunciase la desaparición y en él los investigadores hallaron numerosas muestras de ADN del condenado.

El suceso conmocionó a la sociedad escocesa por la “manera bestial”, en palabras del fiscal Iain McSporran, en que la niña fue asesinada.