“Soy geminiana, me aburre estar haciendo siempre lo mismo, por eso disfruto Derechas, que es una experiencia teatral, una obra viva, que todo el tiempo se está actualizando”, asegura Cristina Alberó. Habla de la “comedia con comida”, que José María Muscari escribió, produce y dirige en la Sala La Nona del Teatro Provincial.

En una nota con LA CAPITAL -durante la promoción de la puesta que se mudó a la temporada local luego del éxito en Buenos Aires- Alberó habló de la propuesta, de su personaje que es “una facha, una inspiración en todos los fachos que hemos tenido en la historia argentina”.

Conocida por sus papeles en ciclos televisivos y teatro, Alberó obtuvo el premio a Mejor Actriz en su anterior temporada en Mar del Plata. Fue por su papel en Casa Valentina, también dirigida por Muscari.

– ¿Cómo te llegó la propuesta de formar el equipo de Derechas?

– Yo me había quebrado, había tenido que dejar Casa Valentina por el yeso y estaba en medio de eso cuando José me llamó y me contó la propuesta. Me mandó el libro y, mientras me recuperaba estudié el personaje y empecé los ensayos.

– ¿Qué fue lo que más te atrajo de la obra?

– Es muy interesante el trabajo grupal que tiene. Soy geminiana, me aburre estar haciendo siempre lo mismo, por eso disfruto Derechas, que es una experiencia teatral, una obra viva, que todo el tiempo se está actualizando.
José tiene esto de ver la obra mucho y la va modificando. Es un director que no termina de trabajar con el estreno, te cambia la letra, incorpora cosas de la actualidad, lo que está sonando. No tenés forma de quedarte haciendo lo de siempre. Es un trabajo muy creativo para todas.

– Y Nélida, tu personaje ¿Cómo es?

– Nélida es la que las mandonea a todas, ya sea a los gritos o con buenas maneras. Tiene a su hija, la tiene cortita, y las tiene cortitas a todas. Las deja que jueguen un poco y que hablen, hasta que, al final, se impone, con su forma de ser. Es una facha total como fachos que hemos conocido dentro de la historia política de nuestro país. Tiene un trasfondo terrible, incluso me conmociona y un contrapunto con la Libertad de Barbie -Vélez- que es sumamente interesante.

– Es una familia de puras mujeres, que abarca tres generaciones y sus visiones de la vida…

– Es una familia de madres e hijas, hay dos generaciones, pero Muscari en este momento escribió un personaje nuevo, Libertad, que es maravilloso, porque viene a hablar de eso, en medio de una sociedad como la Argentina, donde cada uno tiene una idea diferente, acá lo exponen y cada cual habla según su condición. Nos atraviesa, tiene que ver con la política, con nuestra sociedad.

– ¿Y en medio la relación amor/odio intrafamiliar?

– Lo que uno va tratando, a través del psicoanálisis es ir corrigiendo eso de: ‘te quiero y como te quiero te aporreo’.
Estas mujeres son súper interesadas. Arman una especie de gala para recaudar fondos con una intención particular, pero se engañan unas a otras, salvo yo que como soy la que las manda a todas se la verdad de todas, porque las tengo absolutamente vigiladas.

– ¿Te toca el intercambio con el público?

– Mi personaje no, las demás sí. Es una puesta que quiebra la normalidad, la cuarta pared y todo lo conocido, como Muscari nos tiene acostumbrados. Y se puede tomar algo, comer algo, pero el espectador no es que tiene una participación activa, sí comparte.