El menor con más de 40 causas penales fue condenado hoy en un juicio abreviado a seis años de prisión al ser encontrado penalmente responsable de un intento de homicidio ocurrido en el barrio Centenario y un asalto donde baleó a un menor en el barrio Los Pinares.

El adolescente ya se encuentra detenido y ahora deberá purgar su primera condena desde que tiene edad para ser juzgado. Es que si bien el menor se hizo reconocido por los raid delictivos que protagonizó en la ciudad, la mayoría de los hechos ocurrieron cuando era inimputable. Los dos casos por los que fue condenado sucedieron una semana después de haber cumplido los 16 años, edad en la que ya puede ser juzgado.

La pena le fue impuesta hoy a la mañana por la jueza Silvina Darmandrail aunque el fiscal Walter Martínez Soto y los abogados defensores, Rodrigo De la Plaza y Juan Ignacio Fuscaldo, ya habían pactado, al tratarse de un juicio abreviado, que el peligroso menor sea sentenciado a una pena en expectativa de seis años de prisión.

Dentro de un año, las partes se volverán a reunir en la etapa de “cesura” y en ese momento la jueza deberá ratificar o no los años a los que fue condenado en expectativa.

El menor de las más de 40 causas fue condenado por “homicidio agravado en grado de tentativa y amenzas agravadas por el uso de arma” y “robo agravado por haberse cometido en poblado y en banda”.

El primero de los hechos ocurrió el 2 de diciciembre del año pasado en el corazón del barrio Centenario cuando el menor mantuvo un enfretamiento en una plaza y baleó a otro adolescente.

El segundo hecho sucedió un día después cuando una mujer de 38 años salió de su casa ubicada en Roldán al 200 en dirección a una farmacia cercana. Debía comprar unos medicamentos y por ello dejó solos a sus dos hijos de 15 y 12 años. Debía ser una escapada de unos pocos minutos. De hecho así fue, porque a las 21.20, aproximadamente, la mujer regresó a su vivienda a bordo del automóvil Fiat Siena y cuando se disponía a ingresar fue sorprendida por tres menores.

En medio de gritos y empujones, la víctima fue obligada a entrar en la vivienda. Además de superarla en número, los delincuentes estaban todos armados y por medio de amenazas le solicitaron la entrega de dinero. La mujer aclaró que no tenía y le pidió que se llevaran lo que quisieran.

Los tres menores desconectaron dos televisores y una computadora, para luego cargarlos en el Fiat. También la despojaron a la mujer de un teléfono celular y cerca de 200 pesos, además de alzarse con algunas prendas de vestir.

Lo que parecía acabar allí cobró dramatismo en un segundo. Fue cuando el menor tan mentado, el de las 40 causas judiciales antes del domingo, subió a la planta alta de la vivienda y tras ingresar a una habitación le disparó al hijo de la víctima, un niño de 12 años que estaba en la cama.