Fueron apenas un par de segundos. Tres balcones se desplomaron en forma repentina y se llevaron la vida de una madre y su pequeña hija que casualmente estaban en el lugar. La tragedia conmocionó a Mar del Plata y fue noticia en todo el país. Y mientras todavía se lamenta lo sucedido, el foco pasó a estar en el estado de los edificios y los controles que se realizan. En ese sentido, los administradores de consorcios buscan que se acelere la modificación de la ordenanza que fija controles para los edificios. Además, volvieron a la carga con un viejo reclamo: piden que se profesionalice la actividad.

En conjunto con los colegios de arquitectos, ingenieros, constructores y todas las áreas involucradas, los administradores ya mantuvieron reuniones con el Ejecutivo y buscan avanzar en la modificación de la ordenanza en cuestión para que sea más abarcativa y el riesgo se reduzca a la mínima expresión.

La ordenanza N°12.562 fija controles para edificios con más de nueve metros de altura o de más de tres niveles. Justamente, ese es uno de los principales puntos que desean modificar. Quieren que no haya una determinada cantidad de metros como condicionante. Además, otro de los puntos que se busca modificar es que en lo referido al informe técnico, la ordenanza contiene la palabra “conservación”, que no remite a cuestiones estructurales.

Cada colegio presentará su proyecto y, entre todos ellos, se construirá la ampliación de la ordenanza.“La idea es trabajar en conjunto y hacer algo que realmente mejore y que pueda ser cumplible”, contó la vicepresidenta de la Cámara de Administradores de propiedad horizontal de la provincia de Buenos Aires, Paula Patti.

Daniel Echevarría, presidente de la Cámara, destacó que hay muchos edificios que están afuera de la ordenanza y tienen “balcones en la vía pública, aleros, marquesinas o cualquier tipo de construcción que invade la vía pública por lo cual genera un riesgo para las personas que están transitando por ese lugar”.

Profesión colegiada

Desde la Cámara de Propiedad Horizontal insistieron en la “profesionalización” de la actividad.

“Es importante cambiar el marco donde trabaja el administrador. Es necesario que sea una profesión colegiada, que tenga un tribunal de ética y disciplina, y que se requieran determinadas cuestiones para que se pueda ejercer esta profesión”, resaltó Patti. Y agregó: “La magnitud de la responsabilidad que nosotros tenemos es muy grande y hoy no hay un requerimiento específico”.

“Es un momento para que políticamente se haga lo que se tenga que hacer y que cada región tenga su formalidad. Hoy estamos bajo el caracter de mandato, como un abogado o un gestor”, agregó y señaló que hay muchos proyectos pero no han avanzado. “Es un tema que no se a ha abordado con la seriedad que requiere”, consideró.

Echevarría consideró que la profesionalización beneficia “no sólo a nosotros sino a toda la comunidad”. “Hemos recibido denuncias de administradores que no son asociados a la Cámara y no se puede hacer nada”, profundizó.

La Cámara cuenta con alrededor de 130 asociados en la ciudad. Sin embargo, muchos edificios actualmente están administrados por algún propietario o por gente sin mayor conocimiento en el rubro, con todo el riesgo que ello implica. “Nosotros tenemos como un reglamento interno y a lo sumo, podemos sacarlo de la Cámara. Pero sigue haciéndolo igual”, remarcó el presidente.

“Queremos concientizar a la comunidad y a la política de que es necesaria una ley que profesionalice nuestra actividad”, concluyó.

El estado de los edificios

El estado de muchos edificios de la ciudad es otro aspecto a tener en cuenta. La mayoría fueron construidos en la década del 60′, cuando se produjo el boom de la propiedad horizontal. Son construcciones que tienen alrededor de 50 años y que más allá de que los conocedores del rubro destacan la calidad de la construcción de esa época, pueden empezar a tener problemas por el lógico paso del tiempo.