El comisario inspector Gustavo Acero, jefe de la Policía Federal en Mar del Plata y demás ciudades de la zona, realizó un positivo balance sobre las tareas desempeñadas en 2018 y distinguió el trabajo que realizan actualmente los uniformados a su cargo del que llevaban a cabo antes de 2016.

“Al que estaba haciendo pasaportes le tuvimos que decir que eso había terminado y ahora había que trabajar de policía”, expresó el funcionario policial en diálogo con LA CAPITAL. Y contó que, a través de las medidas establecidas por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, hubo que “reentrenar al personal”.

Acero describió algunas de las investigaciones que llevó adelante la Policía Federal y explicó que existe una política de expansión de la fuerza impuesta directamente por decisión del Gobierno, lo cual celebró porque permite el desarrollo de las actividades para las que realmente fue creada.

El primer paso para realizar las modificaciones pretendidas por las autoridades fue, según el comisario, la creación de la Agencia Regional Mar del Plata, que abarca además las delegaciones de Necochea, Pinamar, Dolores, Chascomús, Tandil, Azul, Olavarría, 25 de Mayo y Bahía Blanca. Luego, le siguió la obtención y el armado de un lugar acondicionado donde pudiera estar emplazada la sede de la organización: el edificio de la escollera Norte, que iba a ser una Terminal de Cruceros y finalmente nunca se utilizó como tal.

Ese logro fue de su antecesor, el comisario mayor Gustavo Goldar. Luego de tener un edificio acorde al desarrollo y el desplazamiento de medios y personal, en 2018 llegó el momento de empezar a relacionarse con las fuerzas federales que trabajan en la jurisdicción, como Prefectura Naval. “Estamos codo a codo en la lucha contra el delito porque dependemos de la misma Justicia y el mismo Ministerio”, afirmó Acero.

Pero para eso hubo que llevar a cabo cursos en los que los efectivos se capacitaran en sus nuevas funciones. “Hicimos 12, más las academias que ordena Jefatura. O sea que hubo dos por mes”, agregó el comisario.

“El personal que en su momento estaba destinado a cumplir funciones administrativas varió en su función. Se fueron incorporando en un móvil o un servicio de seguridad externo. Y también se incorporó personal civil para cumplir las funciones administrativas de las dependencias”, señaló.

También fue una etapa de obtención de tecnología de punta y recursos. Entre otros, Acero enumeró la adquisición de un drone, sistemas de filmación y de comunicación 4G, sistemas de comunicación satelital para solicitar lo que sea necesario en forma urgente y tres canes especialmente amaestrados: uno para la búsqueda de personas en catástrofes, otro detector de drogas y el restante dedicado a hallar explosivos.

Delitos

Los delitos investigados por la fuerza que comanda Acero son, por ejemplo, los de trata, contrabando, falsificación de moneda, narcotráfico. “Tenemos unidades tácticas para poder desarrollar medidas de seguridad en los allanamientos que dispone la Justicia Federal; se incorporaron medios y personal, pero también se profesionalizó. Hay calidad, es un combo: incorporación de personal civil, redistribución de las tareas, incorporación de medios y la profesionalización del personal”, indicó.

Todo eso sirvió para, por citas algunos ejemplos, desarticular una banda que importaba contenedores de ropa de manera ilegal, una secta en la que se producían abusos sexuales en un hotel ubicado en pleno centro marplatense y un grupo de estafadores que falsificaban dólares y los enviaban a Estados Unidos para cambiarlos y luego ingresar a Argentina los verdaderos.

El objetivo, al final, es de acuerdo a las órdenes que recibió Acero la lucha contra el delito de naturaleza federal y organizado. “El comisario general Néstor Roncaglia nos indica constantemente y con perseverancia que tenemos que tener presencia y ofrecer más trabajo y servicio a la sociedad”, añadió.

Por último, el comisario se entusiasmó con sentar las bases de trabajo para que, de 2019 en adelante, exista una metodología protocolar de operación definitiva en la agencia. Y concluyó: “Nos trazaron, tanto desde el ministerio como desde la Jefatura, este camino en donde tengamos las puertas abiertas, más conexión con la ciudadanía, cooperando con las instituciones del Estado, trabajando de forma más mancomunada y apuntando al esclarecimiento de los hechos. El poder de policía tiene que estar al servicio de la Justicia, de las instituciones y de la gente, que quiere vivir en una sociedad normal”.