El ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Hernán Lacunza, expresó su confianza en que durante los próximos meses surgirán mejoras en las condiciones macroeconómicas del país, lo que se percibirá en una baja en la inflación y la llegada de inversiones.

Así lo aseguró durante una entrevista radial con María Delia Sebastiani en LU6, durante la cual afirmó que el panorama será más favorable una vez que concluya el “proceso de ordenamiento” impulsado por el gobierno nacional.

Según explicó, pese a las dificultades del momento existe “un terreno fértil para recibir inversiones” en la Provincia, tanto en el sector financiero como en otras actividades como el turismo, la industria petroquímica o la siderurgia. “También estamos impulsando una ley de beneficios impositivos para inversiones en energías renovables”, explicó.

Lacunza reconoció la existencia de problemas, los cuales atribuyó a la “inercia” de haber atravesado por un período de “cuatro años con una economía parada”. “Este proceso de reacomodamiento dura este semestre y están llegando los capitales para poner en marcha a la Provincia”, sostuvo. El funcionario interpretó que la macroeconomía argentina continúa en un proceso de “ordenamiento” que contuvo cambios en ciertos “precios relativos como el de las tarifas y el tipo de cambio”.

Según dijo, consciente del efecto de estas medidas, el gobierno nacional “se ha ocupado de compensar el bolsillo de todos los estratos sociales” con decisiones tales como haber incrementado “la Asignación Universal por Hijo, ampliado las asignaciones familiares para los ingresos medios y subiendo el mínimo no imponible de Ganancias para los ingresos más altos”.

“Cada sector ha recibido alguna compensación de ingresos para afrontar este periodo de acomodamiento. Además las paritarias aún no han concluido y es cierto que hay en algunos sectores precios nuevos con salarios viejos. Pero en los próximos días van a ir cerrando las paritarias y eso va a mejorar”, aseguró.

Asimismo pronosticó una baja de la inflación, al asegurar que “la aceleración de precios ocurrida en el verano no es anualizable porque están relacionadas con fenómenos extraordinarios como la suba del tipo de cambio y la suba de tarifas que no van a seguir ocurriendo. Es una inflación de carácter transitorio y no permanente, por eso la confianza en reducirla en la segunda mitad del año”.