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Policiales 17 de diciembre de 2018

Comienzan a juzgar a un hombre por el femicidio de Jimena Silva

La víctima había sido encontrada muerta en un baldío del Bosque Peralta Ramos, tapada con una frazada y con signos de haber sido ahorcada. Su pareja, Héctor González fue detenido esa misma tarde. En 2015 lo había denunciado luego de sufrir una golpiza.

“Yo no volví más con él, porque sino me iba a terminar matando”, había declarado en 2015 Jimena Beatriz Silva y no se equivocó. Dos años después volvió con el violento de su expareja, Héctor Nahuel González, y el 22 de febrero de 2017 fue encontrada muerta, ahorcada con un cable, tapada con una frazada en el Bosque Peralta Ramos.

Desde hoy, el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 juzgará a Nahuel González (27) por el femicidio de Jimena Silva (20) y tanto la fiscal Andrea Gómez como la familia de la víctima esperan que el hombre sea condenado a cadena perpetua.

El Tribunal estará compuesto por los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas y serán los encargadas de juzgar al hombre que llega al debate oral detenido e imputado por “homicidio de una mujer cometido por un hombre mediando violencia de género”, es decir “femicidio”.

Jimena Silva sufrió la violencia de Nahuel González mucho antes de que la asesinaran en 2017. En 2015 había denunciado a González por haberla golpeado y robado mientras era su pareja. En esa oportunidad la mujer había dicho: “El me re maltrataba, no podía salir a ningún lado, me pegaba”. Esa vez pudo escaparse de la violencia de González, que la intentó prender fuego y la “desfiguró” a golpes. Esa vez pudo hacer la denuncia. Esa vez sobrevivió.

Los episodios de violencia eran cada vez más extremos y más seguidos. “El le decía cosas a mi papá que me iba a agarrar un día y me iban a encontrar en una zanja muerta”, había declarado a la Justicia. Le faltó precisión en las amenazas a González. No fue en una zanja, Jimena aparecería muerta en un baldío del Bosque Peralta Ramos, tapada con una frazada.

GIMENA SILVA 01

González pasó 8 meses en la cárcel de Batán por las lesiones que le ocasionó a Jimena, a quien dejó internada en más de una ocasión por las palizas que le daba. Al salir en libertad se volvió a encontrar con la joven y comenzaron a estar juntos de nuevo como pareja. Primero fueron a vivir a una casa abandonada en las cercanías de Edison y Mario Bravo y luego a la vivienda de la madre de Jimena Silva en Fragata Halcón al 3600.

El 21 de febrero de 2017 Nahuel González pasó a buscar a Jimena por la casa de su madre. El hombre llevaba una mochila -que contenía una frazada y unos cables- y, a pesar de que la madre de la joven no quería que saliera con él, porque tenía miedo, Jimena dejó la casa y se fue con su pareja.

Esa noche y madrugada, Jimena y González salieron a tomar alcohol. Luego, cerca de las 4 de la madrugada, cuando estaban en un baldío en Don Arturo y Las Tres Marías del Bosque Peralta Ramos, González hizo lo que tantas veces había dicho que iba a hacer: asesinó a Jimena. Sacó de su mochila un cable blanco y la ahorcó hasta matarla, luego la tapó con una frazada y se quedó junto al cadáver.

Por la mañana de ese 22 de febrero, un grupo de adolescentes que andaban en bicicleta por el Bosque Peralta Ramos encontraron a González junto al cuerpo de de Silva. El hombre, que había estado durante horas junto al cadáver de su pareja, se acercó a los adolescentes, les dio charla y luego se fue. Los jóvenes, atónitos por la situación, inmediatamente dieron aviso a sus padres, quienes luego se comunicaron con la policía.

Esa misma tarde, cerca de las 18.30, González fue detenido cerca de donde había dejado el cadáver. En la escena del crimen, la policía había encontrado el cable blanco con el la había asesinado y, en el bolsillo del hombre, hallaron el celular de la víctima.

Si bien, prácticamente está acreditado que González asesinó a Jimena Silva, la fiscal Gómez intentará dilucidar durante el debate qué fue lo que hizo González desde que mató a la joven hasta que fue detenido. Qué hizo tantas horas junto a su cadáver, a dónde se fue después y para qué volvió, son algunas de las incógnitas que surgen.

De las pericias científicas realizadas, surge González utilizó el teléfono de Jimena Silva luego de haberla matado. Hay un llamado en particular que interesa a los investigadores y en el cual el hombre pudo haber confesado el crimen, que es un llamado a su propia madre. Aunque se desconoce el contenido de esa charla.

GIMENA SILVA 02

Autopsia de la víctima, pericias
psicológicas del victimario

La autopsia realizada a Silva confirma que que la mujer había bebido alcohol horas antes de su muerta, con una cantidad en sangre de 1.15 g/l en sangre.

La autopsia practicada por el doctor Martín Ferreyro indicó que Jimena Silva murió entre las 4 de la madrugada y las 8 de la mañana. En el mismo informe indica que la víctima tenía equimosis en cara interna de labio superior e inferior, un marcado surco de ahorcadura en cuello, lesiones en el tórax y marcas en los brazos de haber sido sujetada.

Ferreyro concluyó que Silva presentó lesiones compatibles con lucha o defensa, exhibiendo excoriaciones y equimosis en miembros superiores, miembros inferiores, dorso, rostro y región superior del tórax producidas por golpes o choque con o contra objeto romo y rugoso con un tiempo de evolución menor a las 24 horas respecto del momento del hallazgo del cuerpo.

El médico concluyó que la muerte fue causada por un componente mixto (estrangulación a lazo conjuntamente con una estrangulación manual) su mecanismo una asfixia mecánica y su etiología homicida.

Se han agregado de forma complementaria a la investigación las pericias psicológicas y psiquiátricas de González, que verifican que tuvo conciencia, capacidad de delinquir y comprender la criminalidad de sus actos. En el mismo informe se lo describe como impulsivo, negador de conflictos y con escasa autocrítica.