El conflicto con los empleados municipales escaló ayer un peldaño. Luego de un encuentro con funcionarios al cabo de una masiva movilización que desembocó en el palacio comunal, el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) anunció para hoy un paro de 24 horas sin concurrencia a los lugares de trabajo.

La medida de fuerza fue confirmada después de que el secretario general del gremio, Antonio Gilardi, propusiera iniciar hoy una huelga. Lo hizo a las puertas de la municipalidad, ante cientos de trabajadores que esperaban el resultado de la reunión con los funcionarios de Arroyo.

“Cualquiera que va a una despensa, a un supermercado a comprar, sabe lo que aumentó lo básico, lo necesario, los alimentos, los servicios, los impuestos. ¿Y nos vienen a decir a nosotros que nos tenemos que comer un 17, 18% de inflación durante 2018 para empezar de nuevo en marzo? Estoy cansado de eso. Creo que los trabajadores municipales tenemos que iniciar un paro de actividades sin concurrencia a los lugares de trabajo”, dijo indignado Gilardi.

En un primer momento pareció que estaba lanzando un paro por tiempo indeterminado, pero después el propio sindicato informó que será, en principio, solo por hoy. El secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, anticipó que el municipio les descontará el día a los que hagan paro.

La medida fue rápidamente respaldada por la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (Fesimubo), cuyo titular, Rubén García, encabezó junto a Gilardi la movilización que partió del sindicato, en Moreno al 4300, y concluyó en el palacio municipal. El dirigente incluso dijo que si el conflicto de Mar del Plata no se soluciona convocará a una medida de fuerza en todos los municipios de la provincia.

La marcha concluyó con duros discursos contra el Ejecutivo. Cada crítica era celebrada por los manifestantes, entre los que no sólo había marplatenses, sino también municipales de otros distritos que llegaron exclusivamente para apoyar el reclamo local.

“Parece mentira: aquí en Mar del Plata solamente los municipales reciben provocaciones, (como) el quite del código de descuento y el quite de la bonificación para los docentes”, dijo García. Y anunció que pondría a disposición del STM el equipo legal de la Federación para formalizar, “cuando crea conveniente, las denuncias penales correspondientes” contra funcionarios locales.

Pero allí no terminó todo. Los dirigentes sindicales fueron convocados a una reunión con funcionarios de la comuna. No estaba Arroyo ni el secretario de Hacienda, Hernán Mourelle, a quien García había definido minutos antes como el “comisario económico de Mar del Plata”.

La mesa la presidió Vicente. También estaban el subsecretario legal y técnico, Gustavo Gil de Muro, y su par de Seguridad, Marcelo Lencina.

En el encuentro, el gobierno municipal hizo una nueva oferta. Consistía en un aumento de 12% en diciembre y de 20% en marzo. “Con lo cual, estamos hablando de un incremento interanual de un 50% en el sueldo de los trabajadores”, resumió el secretario de Gobierno al comparar marzo de este año con el del próximo.

Según el funcionario, “el municipio está haciendo el máximo esfuerzo” financiero posible. “La propuesta tiene razonabilidad y cierta cercanía con lo que ha sucedido en otros ámbitos y municipalidades”, sostuvo. Y agregó: “Podemos cumplir con esto que se propone”.

También resaltó que la propuesta incluía reabrir la junta de ascensos y calificaciones y comenzar a hacer en tandas el pase a planta permanente del personal temporario. “Es sumamente conveniente”, evaluó.
Pero los dirigentes sindicales reaccionaron con disgusto. “Tuvieron una negativa absoluta. Se levantaron de la mesa de diálogo”, reveló Vicente.

A la salida de la reunión, antes de proponer el paro, Gilardi puntualizó que la nueva propuesta del Ejecutivo implicaba una recomposición de 30% para este año, lo que a su criterio implica una pérdida de más de diez puntos frente a la inflación.

Los municipales habían acordado un 12% de incremento para el primer semestre y un 6% desde agosto. Ahora pretenden un aumento de 12% retroactivo a octubre, un 7% a noviembre y la reapertura paritaria para diciembre.

El lunes concluyó la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo de la provincia. El martes, los empleados iniciaron una retención de tareas. La nota distintiva de la jornada fueron las pintadas que aparecieron contra el intendente, a las que Arroyo calificó de “intimidatorias y violentas”.

La retención continuó ayer, donde tampoco faltó la polémica (como la de los micros de los municipales, de lo que se informa por separado) ni las declaraciones altisonantes. “Está bien que hagan una reja (en la Municipalidad). Que se vayan acostumbrando porque cuando se vayan van a terminar presos estos tipos”, clamó García.