Todo sucedió en la última semana. Por primera vez en más de una década, un secretario de Economía y uno de Educación son interpelados por el Concejo Deliberante por recortarles las bonificaciones a los docentes municipales y cuando se retiran, esos concejales, en forma mayoritaria, restituyen los beneficios a los trabajadores. Al día siguiente ese secretario de Economía les informa a los concejales que las tasas van a aumentar un 49% el año próximo y que la Municipalidad tiene un plazo fijo por 150 millones de pesos mientras otro secretario ruega que le firmen el cheque para que puedan volver a prestar servicios las ambulancias. Ese secretario de Salud, más tarde, tuitea que el presidente de Boca, y dirigente del PRO como él, Daniel Angelici, está relacionado con las drogas. El subsecretario de Legal y Técnica concurre al Concejo Deliberante y desmiente lo dicho por el secretario de Hacienda 24 horas antes para justificar el no envío de una documentación sobre el presupuesto.

Un subsecretario de Seguridad anuncia que la Provincia va a cerrar la Escuela Juan Vucetich y desata la ira del ministro de Seguridad de la Provincia, Cristian Ritondo. Un secretario llegado hace algunos meses a la ciudad acusa de golpista al ex intendente Daniel Katz y otro secretario del gabinete, radical, ya harto, le recomienda que se dedique a hablar de Economía y que se informe antes de abrir la boca. Una “secretaria” de Turismo tiene que hacer malabares para que no se suspenda la Fiesta del Mar, como se ordena a horas del inicio de la misma desde el Ejecutivo, por falta de seguros y documentación. Tres secretarios se reúnen con la cúpula de los municipales llevando una oferta salarial y le responden con un quite de colaboración y una movilización. No es ciencia ficción. Sucedió en sólo una semana en Mar del Plata cuando se estaban cumpliendo los tres años de gestión del intendente Carlos Arroyo. Es apenas el balance de siete días en Mar del Plata, no de tres años de gestión. Y en ese marco, el intendente anunció una de sus próximas medidas: “Estoy pensando elaborar un decreto -adelantó- o una ordenanza que prohíba la utilización de sorbetes y vasos de plástico en la playa”…

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El intendente Carlos Arroyo comenzó a desandar en estas horas el último año de su gestión. Luego de tres años de mandato, la realidad lo encuentra en un delicado momento. Con enfrentamientos y divisiones en su propio gabinete, gracias a un secretario con súper poderes que también dinamitó las relaciones con el radicalismo y logró atomizar el bloque de concejales de Cambiemos (en un Concejo donde el oficialismo parece ser una minoría), en conflicto con el sindicato de municipales, enfrentado con los docentes y con el anuncio de otro alto aumento de tasas para el 2019 del 50 por ciento. Lejos quedaban aquellas promesas de campaña de bajar los impuestos, de abrir escuelas y guarderías infantiles y de trabajar con “el mejor gabinete de la historia”. Le queda un año de mandato como para cumplir con sus electores.

El jefe comunal optó por rodearse de un minúsculo grupo de colaboradores que no se caracterizan precisamente por la diplomacia y la búsqueda de consensos. Por el contrario, muchos de estos actores creen que el “negocio” está en la confrontación permanente. Los resultados de esta política errática están a la vista. En este contexto, el panorama se agrava aún más si se analiza la relación con la Provincia y la Nación, gobernadas por Cambiemos. Dos “perlitas” de la última semana grafican claramente la situación. El ministro de Seguridad de la Provincia, Cristian Ritondo, uno de los hombres que supo tener mejor relación con el intendente en el arranque de la gestión, no dudó en criticar a las autoridades locales. “Me gustaría que alguna vez aporten un peso y después hablen”, señaló ante la prensa. Ya se hartó dicen en su entorno. Hace 15 días la había emprendido contra el secretario de Hacienda, y en las últimas horas el destinatario de sus dardos fue el subsecretario de Seguridad local, Marcelo Lencina. A propósito de Lencina: ¿cuál es el rol que cumple en la mesa de negociación paritaria con los municipales?

También en las últimas horas estuvo en Mar del Plata el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich. En un acto por la llegada de un nuevo servicio de trenes, ubicó al lado suyo, para la foto, al diputado nacional Guillermo Montenegro, el candidato de Vidal para reemplazar a Arroyo a partir de diciembre de 2019. “Vengo en representación del intendente”, reclamaba Mourelle a la gente de ceremonial de Dietrich, pidiendo un lugar junto al ministro nacional. Tuvo que conformarse con una presencia secundaria. Vivió el acto junto a Vilma Baragiola, la mujer que también sueña con ser intendenta el año próximo y que ya ha comenzado a trabajar con sus equipos técnicos. La radical, en diálogo con María Delia Sebastiani en la mañana de LU6, fue más que contundente al señalar que “no estoy de acuerdo con que no se trabaje en línea con la Provincia. “María Eugenia Vidal demuestra permanentemente el respaldo que le da a Mar del Plata en diferentes temas”, sostuvo.

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Tras haberla tildado de desestabilizadora –en realidad ya la clase política local no lo toma demasiado en serio puesto que por la categoría de “golpistas”, según el día en el que habla, ya han pasado algunos medios, el ex intendente Daniel Katz, el presidente del Concejo Deliberante, Guillermo Sáenz Saralegui, las organizaciones sociales, entre otros- Mourelle terminó pidiéndole a Baragiola que le den una mano en el Concejo, donde horas antes había recibido un verdadero mazazo durante la interpelaciones. “Lo sucedido en el Concejo con Mourelle y el secretario de Educación, Luis Distefano, golpeó duro emocionalmente en el corazón del Ejecutivo”, admiten en cercanías del lord mayor.

Es que hay un Mourelle que se despacha contra todos cuando tiene aire con determinados periodistas y otro Mourelle que aparece “flojo de papeles” a la hora de enfrentar a, por ejemplo, los concejales que fustiga. Por ejemplo, Mourelle les dijo a los ediles que no tenía la obligación de elevar la ordenanza complementaria del presupuesto ya que así lo habilitaba el Tribunal de Cuentas de la Provincia. Exactamente 24 horas después, ante los mismos concejales, el secretario Legal y Técnico de la comuna, Gustavo Gil de Muro, compañero de gabinete del hombre de Hacienda, lo desmentía categóricamente. Paralelamente, mascullaba bronca el secretario de Salud, Gustavo Blanco, quien tras haber sido parte del “decorado” de funcionarios haciéndole el “aguante” en la interpelación, pedía que Mourelle le pagara la deuda a Cardio, que dejó sin servicios de ambulancias a un vasto sector de la ciudad.

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“Es la primera vez que pasa desde 1983. No se sabe a qué obedece esta innovación. ¿Qué esconde el Gobierno cuando no manda la ordenanza complementaria?”, se preguntó el concejal Santiago Bonifatti. La ausencia de esa documentación, argumenta la concejal de Unidad Ciudadana, Viviana Sivori -una de las ediles que mejor maneja el tema en cuestión- impide conocer los criterios con los que se administrará la mayor parte del presupuesto municipal. Claudia Rodríguez, en tanto, ya avisó que es probable que se ponga en debate la devolución del presupuesto al Ejecutivo. Un dato que aportó Sivori: todo el contenido del material que no fue elevado, está referido al manejo del gasto en personal, el cual asciende a los 6.262 millones de pesos, es decir, el 55% del presupuesto previsto para 2019.

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Los concejales de la comisión de Hacienda cruzaron miradas de sorpresa también cuando el polémico funcionario -que horas antes justificaba el recorte de las bonificaciones a los docentes municipales, lo cual no pudo ejecutar tras el voto mayoritario de los ediles- comenzó a criticar a la Nación y a la Provincia por “los fondos que no llegan”, para revelar que el municipio tiene un plazo fijo de 150 millones de pesos en el Banco Provincia que le dará 25 millones de pesos de intereses en 2019. Luego reconocería que el incremento de las tasas para el año próximo sería del 49 por ciento. Por otro lado, el funcionario anticipó que en 2019 se crearán 80 cargos en el municipio.

A propósito de designaciones, estaría por incorporarse como subsecretaria de Economía la abogada radical Verónica Giovanniello. Desde la UCR ya avisaron que no se trata de un nombramiento de acuerdo partidario ni mucho menos. “Mourelle la quiere para que se encargue del análisis y asesoramiento de todo lo jurídico”, reconocen en Hacienda. “El radicalismo no aporta hombres y mujeres en forma orgánica al gabinete. Lo que hay es una coalición parlamentaria con base en el Concejo Deliberante”, explicó el flamante presidente del comité local de la UCR, Ariel Martínez Bordaisco, quien además reflexionó que Mourelle “desconoce por completo la ciudad, sus instituciones y los dirigentes que la gobernaron. Se ha convertido en una caricatura de sí mismo, una especie de provocador serial que pelea con todos a la vez”. Contundente el joven boina blanca. Otra reciente designación se produjo recientemente en el Emder. Allí el nadador Facundo Miguelena fue nombrado director de Política Deportiva.

Pese a este cúmulo de desaciertos, el jefe comunal ha optado por bancar a Mourelle, lo cual le sigue acarreando problemas internos. Nada más y nada menos que su secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, con un pie afuera del gabinete (acaba de cumplir con los tres años de aportes que pretendía para su jubilación) tuvo que salir a ponerle los puntos al polémico funcionario. Fue a partir de las críticas que lanzó Mourelle contra el ex intendente Daniel Katz, quien ni siquiera se tomó el trabajo de elaborar un comunicado para salirle al cruce. Sí lo hizo Vicente, ya harto de intentar reparar los daños colaterales que se producen cada vez que Mourelle abre la boca. Y le pegó en la línea de flotación. “Mourelle está en Mar del Plata hace un año. No sé quién lo habrá asesorado sobre lo que sucedía en la ciudad antes de su llegada”, dijo palabras más, palabras menos. Al hombre de Hacienda lo irrita que lo traten de foráneo, como sucedió en el Concejo, cuando le recomendaron que vuelva pronto a su Lanús natal.

“Fernando no es el mismo”, señala el presidente del Concejo, Guillermo Sáenz Saralegui, fundador del partido del intendente y amigo personal del lord mayor desde hace años. En varias oportunidades Sáenz Saralegui -foco en estos días de la ira del arroyismo- advirtió sobre el entorno que mal asesoraba al intendente. Hoy Sáenz Saralegui ni siquiera nombra por su apellido al secretario de Hacienda, y le duele que el intendente no lo salude. “Es otra persona”, dice. Conciliador, de buen trato con todas las bancadas, la política del titular del cuerpo deliberativo es diametralmente opuesta a la que ha adoptado el Ejecutivo en los últimos meses. “En los primeros años, por lo menos los radicales votaban con nosotros”, explican quienes aparecen como dialoguistas en el arroyismo. “Nos queda un año de gestión. Tenemos que hacer las cosas bien. Nosotros nos quedaremos viviendo en Mar del Plata”, aducen desde ese grupo.

La super final de la Libertadores, que le dio la cuarta copa a River, también generó las bromas internas, apuestas y otras cuestiones típicas del folklore futbolero entre bosteros y gallinas. Mientras Vilma Baragiola posteaba fotos junto a su hija celebrando la victoria en el monumento a San Martín, en el chat de whatsapp de los funcionarios municipales las chicanas iban y venían aunque con gastadas livianas a los xeneizes, muy golpeados por no obtener la séptima. Pero quien sorprendió a todos fue el secretario de Salud, el doctor Gustavo Blanco, hincha de San Lorenzo pero feliz por la victoria de los de Gallardo, quien escribió un tuit más que polémico. “Qué humillante Boca. No te salvó ni la guita de la droga Angelici”, escribió. Lo publicó el portal “loquepasa.net” tras lo cual el tuit fue borrado.

Una grave acusación contra el presidente de Boca, afiliado al PRO como él. Muchos consideraron que, siendo funcionario y más aún del ámbito de la salud, debería plasmarla en una denuncia judicial concreta. “Un disparate pero ya nada asombra. Es inadmisible que un funcionario escriba una barbaridad así, salvo que tenga pruebas concretas y una denuncia presentada. Pero acá en Mar del Plata todo pasa y queda como una anécdota, como cuando comparó con un perrito a una persona en situación de calle”, resaltaba indignado otro dirigente local del PRO, claro está, no muy amigo de @tordoblanco, tal cual se identifica en su cuenta de twitter de poco más de 1.100 seguidores.

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Algo similar sucedió con el secretario legislativo del Senado, Mariano Mugnolo, fana de River, quien escribió un tuit insultando al presidente de Boca. Pero ha tenido menos suerte que el doctor Blanco. Ya desde el entorno de Angelici salieron a pedirle la renuncia. La vehemencia del funcionario del Senado, colaborador estrecho del vicegobernador Daniel Salvador, sorprendió en las filas de Cambiemos donde rara vez salen a la superficie las diferencias internas de la coalición de gobierno, señala el sitio web “lapoliticaonline”. Mugnolo es además presidente de la Convención Provincial de la Unión Cívica Radical. El problema, en definitiva, de no saber emplear a conciencia una herramienta tan valioso como las redes sociales.

A propósito de redes sociales y políticos, más que interesante resultó el encuentro de analistas, consultores y periodistas en el Hermitage Hotel, para abordar los cambios de la comunicación política a 35 años de la democracia. Con la organización de la Fundación Konrad Adenauer y la Asociación de Estudios Populares (ACEP), Lucas Fiorini y Nicolás Pedernera expresaron su satisfacción por la gran convocatoria y la importancia de panelistas de la talla del consultor político Carlos Fara, el analista político Luis Tonelli, Flavio Diez, especialista en comunicación institucional y política, y Soledad Urrutia, coordinadora técnica de “Mar del Plata entre todos”. Muchos políticos locales presentes, charlas informales tras los debates, y jugosas anécdotas surgieron de ese encuentro en el cual también hubo un panel de periodistas, coordinado por Marcelo Pérez Peláez, donde entre otros temas se analizaron el rol de la audiencia en la generación de contenido informativo y el concepto de calidad en la información.

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Para los municipales que cobran el primer día hábil de cada mes pasa a ser “San Mourelle”, se entusiasmaban hace algunos meses los fans del secretario de Hacienda. Sin embargo, a pesar de que el intendente Carlos Arroyo se esmeró por calificar a la última oferta de recomposición salarial presentada por su gobierno como “supersuperadora” el Sindicato de Trabajadores Municipales resolvió rechazar la propuesta y anunciar una “retención de tareas por tiempo indeterminado”, vencido el plazo de la conciliación obligatoria. “Esta oferta y tomarnos el pelo es lo mismo. Esta propuesta, cuando termine el 2019, nos deja salarialmente 20 puntos por debajo de la inflación”, comentaba uno de los delegados del STM en las puertas del ministerio de Trabajo. Este miércoles se concretará una masiva movilización, anunciaron.

Antonio Gilardi, titular de los trabajadores municipales, le explicó cara a cara a Arroyo que era imposible aceptar esa oferta. “Es lo máximo que puedo ofrecer”, le respondió el intendente. Gilardi, horas antes no había dudado en señalar que la de Arroyo “es la peor gestión desde la vuelta de la democracia”. Y se anotó entre los ofuscados con los dichos de Mourelle. “Le vamos a hacer una denuncia por difamación, por pretender invadir las cuestiones internas del sindicato”, adelantó y confirmó que para la movilización de este miércoles contará con la participación de centenares de municipales provinciales que arribarán a la ciudad.

La Fiesta Nacional del Mar, concretada viernes y sábado en la Plaza Colón a punto estuvo de suspenderse. “Así no se hace. Se suspende”, dijo el intendente cuando constató que no estaba el certificado de bomberos y luego se ser informado de que la empresa que aparecía como aseguradora -Rotweillers- era inexistente y ni siquiera estaba homologada en La Plata. Comenzaron a correr Gabriela Magnoler, titular del Emtur, y sus colaboradores para remediar la situación, mientras el intendente se retiraba a su domicilio. Contra reloj, presentaron entonces una empresa aseguradora real, y el certificado de los bomberos. Entonces si pudo concretarse la fiesta para la cual el Emtur pagó dos millones de pesos.

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La realización de la Fiesta Nacional del Mar recayó en la empresa Universal Marketing SA, que trajo a Axel como figura principal, y quien cantó tras la elección de la Reina Nacional del Mar. Se trata de la compañía que tiene como uno de sus principales directivos a Leandro Santos, quien estuvo detenido por un pedido de extradición de la Justicia uruguaya, que lo imputó en una causa por prostitución VIP, acusándolo entonces de proxenetismo y explotación sexual de menores. En su momento también su nombre llegó a las portadas de los diarios ya que se indicó que las chicas de su staff -finalmente cerró la agencia- solían acompañar al ex fiscal Alberto Nisman. Y a propósito del Emtur, ese estableció también que para conducir la fiesta de Mar del Plata en el Colón de Buenos Aires se le pagaron 121 mil pesos al periodista de Canal 13 Angel De Brito para conducir la ceremonia. Una lástima que no se le haya ofrecido esa suma a algunos de los tantos profesionales de Mar del Plata.

En su momento, el intendente anunció que el balneario 5 de La Perla se convertiría en una playa pública. “Fue una decisión personal mía terminar con la licitación que estaba en trámite”, reveló Arroyo, añadiendo que contaría con baños, bajada y hasta la posibilidad de alquilar sombrillas. En las últimas horas se multiplicaron las versiones, por lo que se impone una aclaración por parte de las autoridades comunales. ¿La explotación de ese balneario, al menos en lo que respecta a espacios de sombra y gastronomía va a estar a cargo del sindicato de guardavidas de Mar del Plata? En tanto, desde la firma Playa Soleada SA, que había ganado la licitación, aducen que contaban con dictamen a favor de la comisión evaluadora, el respaldo del Concejo, y un proyecto de balneario inteligente delineado por el arquitecto Jerónimo Mariani y no descartan iniciar alguna medida judicial. Mientras, ya comenzaron los trabajos en lo que serán las playas públicas equipadas de la Provincia en la zona de Constitución.

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En el PRO local hay movimientos. El 2019 está a la vuelta de la esquina y la interna de Cambiemos va a ser más que jugosa, siempre, claro está que no se adelanten los comicios y hasta se eliminen las PASO como algunos sostienen. Ya están anotados Vilma Baragiola (UCR) y Guillermo Montenegro (PRO), y se supone que también el intendente Arroyo que pretende ir por la reelección. En tanto, jugando a dos puntas, algunos conversan y barajan la posibilidad de instalar, pero recién en marzo o abril, a Franco Bagnato como otra variante del PRO, aunque la idea se va desfilando, especialmente por resistencias en el plano local donde aducen los hombres de amarillo que debería existir otra vertiente netamente local para salir a la cancha.

¿De eso hablarían tan animadamente el senador provincial Lucas Fiorini y el académico Pablo Vittar Marteau días atrás? En realidad, Fiorini prácticamente gesticulaba porque los tres goles de River le llevaron la garganta, admitió ante un compungido concejal Alejandro Carrancio quien sigue sin digerir la dura derrota xeneize. A propósito de Fiorini, entregará el viernes la adhesión del Senado Bonaerense a la nominación de Julio Aro de la “Fundación No me Olvides” para el premio Nobel de la Paz, alentada por la Universidad Nacional de Mar del Plata. La otra semana, en tanto, el senador “gallardista” reunirá a toda su tropa –hay más de 200 invitados, dicen- para el tradicional brindis de fin de año. 

Rabe eufórico. Se realizó el martes por la tarde la presentación de los elencos locales para la temporada organizada por Cultura de la comuna a través de su titular Cristian Rabe, otro afónico gracias a los goles riverplatenses. “Esto no le cuesta un mango a la Municipalidad. Se manguearon desde los perniles hasta las cervezas”, comentó un colaborador del dinámico funcionario que mientras tanto, confirmaba que el 19 de febrero se concretará una nueva edición de “La Noche de los teatros”. Debe reconocerse que Rabe le está poniendo horas y garra a su tarea, ganándose de a poco el respeto y el apoyo de muchos que lo miraron con desconfianza cuando asumió en esa secretaría. Un funcionario que viene demostrando que el trabajo mancomunado entre lo público y lo privado, con diálogo y respeto, puede arrojar buenos resultados.