Taller literario sobre Borges en la escuela: reescribir la tradición
El proyecto es una de las propuestas por las que la Universidad Nacional de Mar del Plata pretende reforzar sus lazos con la comunidad.
Jorge Luis Borges.
por Ornela Lizalde
En el marco del proyecto de extensión desarrollado por el Centro de Letras Hispanoamericanas (Celehis) radicado en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata , y en articulación con la EES N° 23 “Dr. Antonio Mir”, se realizó un taller literario con los estudiantes” de cuarto año.
El mencionado proyecto es una de las propuestas por las que la universidad pretende reforzar sus lazos con la comunidad, buscando que la socialización de la producción de los investigadores pueda ser un aporte para la formación literaria y cultural de los estudiantes, a la vez que permita a dichos investigadores entrar en contacto con las demandas comunitarias y sostener sus vínculos con el nivel secundario. Teniendo en cuenta estos objetivos así como la realidad particular de la institución y las características e intereses del grupo manifestados por la docente a cargo, la profesora Verónica Schell, mi propuesta pretendió acercar a los estudiantes secundarios parte del trabajo que desarrollo en el Centro como investigadora en formación.
Aunque no podemos negar que la obra de Borges forma parte del canon escolar, muchas veces se evita llevarlo al aula o se lo hace de forma muy acotada, quizá a causa de cierta mitología que tejida en torno a su figura que lo presenta como un escritor hermético, alejado de la experiencia del lector no académico. Siendo este mi objeto de estudio, mi intención fue abordar algunos de sus textos como punto de partida para la conversación literaria, la reflexión sobre el trabajo del escritor en el campo de la cultura y la producción de sus propios textos ficcionales en diálogo con la cultura contemporánea y con su entorno.
En el primer encuentro comencé la charla indagando acerca de sus conocimientos previos a partir de una fotografía, que dos estudiante supieron identificar, sobre la cual fuimos dialogando para reconstruir brevemente algunos rasgos de su figura autoral y su contexto de producción, tanto nacional como internacional. Desde el principio participaron activamente de la actividad, comentando, haciendo preguntas y relacionando lo que íbamos hablando con otros saberes (de otras disciplinas, de su experiencia personal). La lectura de uno de sus cuentos, “La casa de Asterión”, resultó ser un trabajo sumamente rico cuando, luego de unos segundos de silencio, se dejó oír la primera reacción: “¡Al final todos hacen lo mismo, escriben un cuento que no se entiende nada!”. Sin embargo, con apenas una mínima intervención de mi parte, a partir del intercambio entre pares comenzaron poco a poco a esclarecer esa aparente oscuridad: quién narraba la historia, a qué relato se está haciendo alusión, cuál es el cambio que propone Borges y qué puede significar, etc. Esta conversación nos llevó a reflexionar sobre las diferentes maneras de construir un relato, lo que pueden significar las elecciones que un escritor realiza sobre el punto de vista, la estructura o el vocabulario, para luego pensar las relaciones que pueden establecerse entre la literatura y el campo más amplio de la cultura y cómo un escritor se posiciona en esa tensión. Luego, ya divididos en pequeños grupos, leyeron y discutieron algunos microrrelatos de otros escritores argentinos (Enrique Anderson Imbert, Marco Denevi, Ana maría Shua) en los que pudieron descubrir cuál era el intertexto aludido, qué lecturas y qué significados nuevos aportaban estas reescritura, imaginar otras versiones posibles así o relacionarlos con otras reescrituras conocidas, de la literatura o del cine.
El siguiente paso fue abordar el desafío de crear sus propias reescrituras, para lo cual tomaron textos de la cultura contemporánea: mitos, cuentos tradicionales, películas y series de la más variada índole. Durante el segundo encuentro se abocaron con entusiasmo al trabajo de escritura, entendido siempre como un proceso que implicó la discusión de las primeras ideas, la elaboración borradores, las relecturas y las correcciones. El resultado, una variedad de reinterpretaciones, versiones o adaptaciones de una gama muy diversa de relatos, que a modo de mosaico construyen una perspectiva única de sus subjetividad y su relación con el mundo. Dentro de la heterogeneidad de sus producciones, cabe señalar un aspecto por demás significativo: la mayoría estaba atravesado por preocupaciones de género, buscando revisar los roles tradicionales asignados a la mujer y las representaciones de las sexualidades heteronormativas. Así Caperucita y Rapunzel dejaron de ser damiselas en peligro para convertirse en sujetos activos que pueden hacerse cargo de su propio destino, la historia del mito clásico puso su foco en la temible Medusa y su fatal atracción por Perseo, y en otra versión de Toy Story Buzz encontró en Woody algo más que un amigo. Finalmente, en todos está presente una asombrosa flexibilidad para desplazar la perspectiva canónica, correrse del lugar de lo establecido y ensayar una nueva mirada. En otras palabras, logran con facilidad una ejercicio en extremo difícil para muchos: ponerse en el lugar del otro.
(*): Profesora en Letras para 3er ciclo EGB y Polimodal. Becaria UNMdP. Miembro del grupo de investigación Escritura e invención.