Contundente derrota de Arroyo en el Concejo: restablecen la bonificación a los docentes
Concejales opositores y parte del oficialismo aprobaron por insistencia la ordenanza que repuso la bonificación para los docentes municipales.
El secretario de Economía y Hacienda de la comuna, Hernán Mourelle y su par de Educación, Luis Distefano, fueron este martes los principales protagonistas de una resonante derrota política para la gestión del intendente Carlos Arroyo. Derrota de la que también fueron testigos presenciales varios secretarios y subsecretarios del gabinete, quienes habían recibido la instrucción de dedicar toda la jornada a acompañar a ambos funcionarios al recinto de sesiones, donde fueron sometidos a una intensa interpelación.
Luego de escuchar severas críticas contra su actuación, reclamos para que presenten sus renuncias y de responder preguntas durante más de seis horas, los dos secretarios debieron resignarse a que el Concejo Deliberante revertiera la decisión del gobierno local de reducir las remuneraciones de los docentes municipales.
Tras de mantener un intenso intercambio con ambos, los concejales votaron sobre tablas un proyecto de ordenanza por el cual dispusieron que la Municipalidad liquide las bonificaciones de los docentes tal y como se lo venía haciendo desde hacía casi 30 años.
De este modo, el cuerpo dispuso que el monto de ese plus vuelva a ser calculado en base al valor del salario de un trabajador municipal del nivel 12, con una carga laboral de 35 horas semanales.
Con esta medida, aprobada por 17 votos a favor sobre un total de 24, los concejales expresaron su rechazo a las explicaciones con las que Mourelle y Distefano intentaron justificar el recorte de la bonificación que había dispuesto el jefe comunal.
Rechazo al veto
La aprobación de la ordenanza se produjo un día después de que, en horas previas a la interpelación, el intendente Arroyo decidiera vetar ese mismo texto, el cual ya había sido sancionado por el Concejo el pasado 15 de noviembre. Al revertir el veto del intendente (el número 18 en lo que va de su gestión), los concejales dejaron en claro no haber quedado para nada satisfechos con la actuación de los secretarios, quienes durante varias horas trataron de defender el recorte de la bonificación y lanzaron fuertes críticas contra los ediles e incluso se trenzaron en discusiones con la barra ocupada por los docentes.
“Esto es un circo montado para desestabilizar al gobierno”, protestó Mourelle, cuando ya visiblemente fastidiado, apeló a la estrategia de atacar a los concejales.
Mourelle y Distefano llegaron al recinto del Concejo cerca de las 11, acompañados por varios integrantes del gabinete del intendente Carlos Arroyo.
El hecho llamó la atención de los concejales, muchos de los cuales, cuestionaron su presencia a lo largo de toda la sesión.
La interpelación de los secretarios tuvo su origen en el decreto 2272/18, por el cual el intendente Arroyo había resuelto reducir la bonificación especial que perciben los docentes municipales, la cual, desde el año 1989, venía siendo liquidada en base al salario de un trabajador municipal del nivel 12, con una carga laboral de 35 horas semanales.
Mediante ese decreto, el Ejecutivo resolvió que el plus comenzara a ser calculado en base al salario de un municipal del nivel 12, pero con una carga laboral de 24 horas semanales, provocando así un fuerte recorte en su valor.
Las justificaciones Mourelle
La medida, que generó un rechazo generalizado, terminó provocando que ayer los secretarios de Economía y de Educación fueran sometidos a una interpelación durante la cual reiteraron los mismos argumentos de siempre.
Por ejemplo Mourelle volvió a plantear que la forma en la que el municipio liquidó la bonificación durante casi 30 años fue un “error”.
Con un tono provocativo, con el que más de una vez cumplió con su cometido de irritar a la barra, el funcionario insistió en que la forma en la que se calculaba el plus “no tenía sustento legal” y suponía “un privilegio injustificable” para los docentes municipales.
La confrontativa actitud del secretario, quien cada vez que pudo buscó crispar la situación, provocó que más de una vez fuera reprendido por los concejales y por el presidente del cuerpo, Guillermo Saenz Saralegui.
“Le recuerdo que usted está acá para ser interpelado, para escuchar y responder preguntas con respeto”, lo amonestó Saenz Saralegui.
No obstante Mourelle nunca modificó su actitud confrontativa e intentó no mostrarse afectado por las críticas y las menciones a su tarea como funcionario, las cuales incluyeron varias alusiones a las denuncias por acoso sexual y laboral que le realizó una empleada municipal.
Los traspiés de Distefano
Por su parte, Distefano también protagonizó varios traspiés. Uno de ellos ocurrió cuando al definir su rol, aseguró ser el responsable de “definir la política educativa” no sólo del sistema municipal, sino también de las escuelas públicas provinciales y hasta de la universidad, lo que mereció críticas acerca de su desconocimiento sobre las incumbencias de su cargo.
Pero probablemente uno de los momentos más desafortunados de Distefano tuvo lugar cuando cuestionó la presencia de varias directoras de escuelas en la barra, a las que pretendió reprocharles no estar cumpliendo con sus tareas. “¡Podemos estar acá porque solicitamos el código correspondiente para venir a defender nuestro salario, buchón!”, le replicó una docente desde la barra.
La interpelación tuvo su desenlace pasadas las 17 horas cuando tras debatir intensamente con los funcionarios, el Concejo aprobó por insistencia, por 17 votos contra 7, la ordenanza que repuso el beneficio eliminado por el Ejecutivo, dejando sin efecto el veto de Arroyo.
La moción la presentó el concejal de Acción Marplatense, Marcelo Fernández, cuando la sesión estaba a punto determinar. Enseguida, el resto de los bloques se mostró dispuesto a votarla. “Recontra afirmativo”, dijo el radical Mario Rodríguez al momento de expresar su postura.
La votación se produjo con los funcionarios del Ejecutivo todavía sentados en el centro del recinto y fue una demostración de fuerza contundente, que dejó al desnudo la debilidad del bloque que defiende al intendente, el cual se mantuvo prácticamente en silencio a lo largo de toda la sesión.
Las voces a favor de la insistencia se fueron sumando entre celebraciones de la barra, colmada por docentes municipales. Daniel Rodríguez (Unidad Ciudadana), Ariel Ciano (Frente Renovador) y Santiago Bonifatti (Sumar) argumentaron sus votos positivos.
Cuando vio la derrota inminente, el hijo del intendente, Guillermo Arroyo, intentó detener la avalancha de votos contra el veto. “No podemos proceder a votar porque no fue el motivo del decreto de citación. No podemos hacerlo”, repitió. “Este acto administrativo en nulo”, agregó.
El presidente del Concejo, Guillermo Sáenz Saralegui, que forma parte de su bloque, le contestó con la premura de quien ya no aceptaba más dilaciones: “Después veremos si es nulo o no”.
Cristina Coria, de la UCR, aclaró la ordenanza que se estaba votando era la insistencia de la que había repuesto la bonificación docente. “Para que no queden dudas”, indicó.
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