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La Ciudad 24 de noviembre de 2018

Piden que Arroyo “reflexione” y no vete la recomposición de la bonificación docente

La concejal Lagos defendió la decisión del Concejo de dar marcha atrás con el recorte de las remuneraciones de los docentes. Ahora el jefe comunal debe resolver si veta o acepta la promulgación de la medida.

Verónica Lagos, concejal de Unidad Ciudadana y una de las impulsoras del proyecto.

A poco días de que se venza el plazo para que el intendente Carlos Arroyo acepte o no la promulgación de la ordenanza que recompuso la bonificación de los docentes municipales que había sido recortada por el Ejecutivo, la concejal de Unidad Ciudadana, Verónica Lagos, no descartó la posibilidad de que el jefe comunal termine aplicando un veto.

“Si lo hiciera vamos a trabajar para volver a aprobar esta norma por insistencia”, le dijo la legisladora a LA CAPITAL, quien defendió la necesidad de que “las docentes y los docentes municipales” perciban una remuneración que garantice la “calidad diferencial del sistema educativo” que ofrece la comuna.

La ordenanza aprobada el jueves pasado por el Concejo estableció que tal como se lo venía haciendo desde hace casi 30 años, el plus que perciben los maestros y profesores municipales continúe liquidándose en base al monto del salario de un trabajador municipal del nivel 12, con una carga laboral de 35 horas semanales.

Así, los concejales dispusieron dar marcha atrás con el decreto firmado por el intendente y los secretarios de Economía, Hernán Mourelle y Educación, Luis Distefano, que determinó que la bonificación comenzara a ser calculada según el salario de un agente municipal del nivel 12, pero con una carga laboral de 24 horas semanales, lo que provocó que el monto del beneficio sufriera un drástico recorte.

– ¿Concretamente qué se dispuso en la ordenanza que votaron los concejales en relación a la bonificación? -le preguntó LA CAPITAL a Lagos.

– Uno de los argumentos del decreto firmado por el intendente era que la bonificación carecía de sustento legal. Entonces al revisar el estatuto del docente municipal, que sí es una ordenanza, detectamos que está estipulado que la bonificación sea calculada en base al salario de un agente municipal del nivel 12, aunque sin establecer la carga horaria semanal. La verdad es que esto fue adoptado como una referencia por lo que la discusión sobre la cantidad de horas que trabaja un docente municipal que intentó abrir el Ejecutivo no tiene ningún sentido. Por lo tanto propusimos ampliar el texto del estatuto para que no haya dudas sobre cómo se debe liquidar la bonificación. Así que simplemente dispusimos que la bonificación se liquide tal y como se lo había hecho hasta ahora, es decir, en base a una carga horaria de 35 horas semanales.

– ¿En su opinión cuál es el sentido de que exista esta bonificación?

– El sistema municipal de educación surgió para ofrecer un servicio en lugares en donde el Estado, nacional o provincial, no tenían presencia. En su momento este municipio dispuso tener un sistema propio para cubrir ese déficit en todos los niveles. La bonificación se creó justamente por las condiciones de desfavorabilidad que tenía ejercer la tarea del docente municipal en barrios con conflictividad, alejados o de difícil acceso que, en muchos casos, aún hoy persisten. Tiene además el propósito de garantizar la calidad del capital humano que se desempeña dentro del sistema. No cualquiera se anota y accede a ser docente municipal. Todos sabemos que para serlo hay que pasar por un concurso y luego de eso se ingresa a un sistema muy particular, que a diferencia del provincial, no tiene cargos disponibles en todo el territorio de la provincia. Por lo tanto quien opta por ejercer la docencia en el sistema municipal asume una desventaja que es compensada con esta bonificación.

– ¿Qué alternativas existen ahora con respecto a la aplicación de la ordenanza que aprobó el Concejo?

– Lo que debe hacer el intendente es promulgarla dentro de un período de 10 días de sancionada. Lamentablemente tengo entendido que los haberes de los docentes ya estarían siendo liquidados sin seguir los criterios de esta norma. Por lo tanto existe la posibilidad es que el intendente la vete. Si bien tiene esa posibilidad desde lo legal, lo cierto es que el intendente viene haciendo un uso excesivo de esta facultad. Si lo hiciera el Concejo tiene la posibilidad de volver a aprobarla a través del trámite de la insistencia, para lo cual es necesario reunir 16 votos sobre el total de 24.

– ¿Qué espera que suceda?

– Espero que el intendente reflexione. Su gestión ya ha llevado una campaña de estigmatización muy negativa, diciendo que los docentes ganan algo que no les corresponde. Incluso han hecho circular un video en donde se habla de la remuneración docente mostrando bolsos, asociándolo con una connotación muy negativa, como sinónimo de corrupción. Es muy lamentable. No estamos hablando de una cuestión meramente salarial sino en un embate contra algo muy sensible como es el sistema educativo municipal.

– ¿El recorte de la bonificación expresa para usted una decisión consciente del gobierno de disminuir la inversión en educación?

– Absolutamente, no hay dudas. El intendente Arroyo, que hizo campaña destacando su tarea como docente, hoy pide que los docentes se resignen a aceptar que la docencia es un sacerdocio como si el docente y la docente no fueran trabajadores con derechos. La verdad es que Arroyo hoy es el intendente y es él quien decide cuántos recursos va a volcarle a la educación. No es aceptable que se haga el distraído y que intente plantear que no puede hacer otra cosa frente a una cuestión dada. La realidad es que él es quien decide cuánto va a invertir en educación y lamentablemente decidió recortar el presupuesto.