Que el aumento de las tarifas está complicando la economía de los hogares marplatenses no es novedad. Sin embargo, la llegada de boletas cuyos valores superan los esperados siguen sorprendiendo a los vecinos de la ciudad que, en la búsqueda de alguna alternativa para regular el desembolso de dinero para el pago de servicios, recurren a organismos de defensa del consumidor y las redes sociales para hacer sus descargos.

Esto mismo ocurrió cuando, a principio de octubre, comenzaron a llegar las boletas de los periodos 5 y 6 de Obras Sanitarias (OSSE), que mostraban valores bastante superiores a los recibidos en las últimas facturaciones debido al ajuste que realizó la empresa municipal sobre las cuotas 1 y 2, que se habían emitido cuando aún no estaba aprobado el presupuesto para el ejercicio 2018.

Fue así que, por ejemplo, una persona que en septiembre había abonado un total de $810,79 por la tarifa del servicio sanitario del periodo 4 del año, en octubre tuvo que destinar $367,87 más para cubrir los $1.178,66, que figuraban como el total a pagar por el periodo 5.

El panorama de sorpresa -e indignación- se completa si se tiene en cuenta que, en enero, esa misma persona había abonado $442,92. Es decir que, en el transcurso de once meses, su tarifa estaba percibiendo un incremento del 166%.

“Como usuario que está al día tengo derecho de quejarme por la aberrante tarifa”, señala Leandro, en diálogo por Twitter con el equipo de prensa de la empresa conducida por Mario Dell’Olio. En su caso, el total a pagar era de $1109.

Un ajuste anunciado

Lo cierto es que si bien el aumento percibido puede llegar a sorprender a muchos vecinos de la ciudad, Obras Sanitarias había anticipado que las cuotas de este año habían sido emitidas sin la aprobación del presupuesto de 2018 aprobado y que por ese motivo las mismas iban a sufrir actualizaciones en boletas posteriores.

De hecho, la boleta llegó a los hogares marplatenses con la siguiente aclaración: “La liquidación adjunta ha sido confeccionada en base a los valores vigentes para el ejercicio 2017, considerando que a la fecha de la emisión del presente comprobante se encuentra en proceso de aprobación la ordenanza correspondiente al ejercicio 2018”. Y agregaba: “El pago realizado no tendrá carácter cancelatorio, los posibles ajustes que surjan de la diferencia entre el pago efectuado y la tarifa anual resultante de la puesta en vigencia de la mencionada normativa, se facturará en una o más cuotas adicionales”.

Días después de aprobado el presupuesto y las ordenanzas fiscal e impositiva por el Concejo Deliberante el 12 de abril, el mismo recinto aprobó con los votos de la mayoría oficialista el aumento del 30%.

Vale destacar que a fines del año pasado, la empresa municipal de aguas había presentado, junto a su presupuesto, un pedido de aumento tarifario del 20%. Pero luego, al contemplar que el tratamiento de la iniciativa se demoraba, la empresa dirigida por Mario Dell’Olio solicitó otro 10% por los mayores costos en la prestación del servicio derivados de la inflación.

Crece el reclamo

Sin embargo, pese a que el ajuste y su consecuente “aumento” estaba previsto y advertido en los conceptos facturados oportunamente, vecinos de la ciudad recibieron las boletas como un golpe más a un bolsillo que intenta hacer frente a otros aumentos de similares características en lo que respecta al gas, la electricidad y la tasa de servicios urbanos (TSU), entre otros impuestos y servicios.

“Algunos vecinos se han acercado a nosotros o nos han llamado por teléfono por la tarifa de agua, y lo han hecho, obviamente, con un ánimo apesadumbrado porque un retroactivo, y en el cúmulo de tarifas que hay, le pega mucho a la gente”, señaló el defensor del pueblo Fernando Cuesta, quien aseguró que existe gente que “no puede hacer frente” a las nuevas tarifas.

Sin embargo, y pese a esto, reconoció que “desde el punto de vista legal, y teniendo en cuenta la normalidad de la presentación del presupuesto, no hay mucho que se pueda hacer”.

“Lo único que estamos analizando con el resto de la asociaciones de defensa de consumidor es ver si teniendo en cuenta que es un servicio podemos hacer un recurso de amparo, pero nada más”, agregó.

En la misma línea se pronunció Sergio Procelli, de Consumidores Argentinos, quien aseguró que la entidad ha recibido reclamos por la tarifa de agua y recordó que, oportunamente, se habían realizado dos presentaciones administrativas, tanto en el Concejo Deliberante como en el Ejecutivo, por el pago de retroactivos en servicios. “En ninguna de las dos obtuvimos respuestas”, señaló.

“Nosotros lo que cuestionamos es que, si el Concejo Deliberante aprobó (el presupuesto) tarde, lo que se tiene que hacer es aplicar hacia el futuro y no hacia atrás. Sobre todo tratándose de servicios, quizás un impuesto jurídicamente esto está cuestionado. Pero de un servicio no hay absolutamente razón para hacerlo, porque se trata de algo que ya se prestó y que ya se pagó”, sentenció.

A su vez, y consultado sobre el pedido que a principio de año había hecho la Defensoría a OSSE por la realización de audiencia púbilcas previo a la aprobación de sus cuadros tarifarios, Procelli coincidió con la propuesta aunque reconoció que el objetivo principal de las mismas, conocer en profundidad los números de la empresa, al tratarse de una entidad pública eso ya está cubierto.

“Las audiencias públicas deberían hacerse porque un fallo de la Corte de 2016 estableció que todos los servicios públicos se tienen que calcular sus aumentos por audiencia pública”, señaló y agregó: “De todas maneras, lo que tiene a favor las audiencias es que se transparentan los números y se pueden conocer. Con OSSE quizás no pasa esto porque la información siempre es pública y lo que se supone es que es el Concejo el que se encarga de verificar su funcionamiento”.