El entrenador de River, Marcelo Gallardo, pidió disculpas por su acto de indisciplina en Porto Alegre, aclaró que no pretendió desafiar a la Conmebol y manifestó “tranquilidad” a la espera del fallo que saldrá este viernes desde las 19.

“Estuve involucrado en una situación no del todo alegre, sobre todo para mi persona. Lo que dije el martes, que hablé sobre la trasgresión a una norma reglamentaria, tuvo más que ver con lo emocional que con una posición desafiante para Conmebol. Siempre estuve convencido que es un fallo desagradable e injusto para el entrenador. En una situación de semifinales de Libertadores, las emociones juegan. Me jugó en contra haber actuado impulsivamente”, explicó.

Hay que recordar que como River entró un minuto tarde al segundo tiempo en el partido de ida frente a Gremio, la Conmebol sancionó al entrenador con el impedimento a ingresar al vestuario y campo de juego en Porto Alegre, norma que incumplió en el entretiempo del encuentro de vuelta.

“Cuando uno actúa con el corazón a veces pierde la razón. Pedir disculpas si fue un acto de indisciplina”, aclaró al respecto.

Después, también se refirió al logro, al dar vuelta la serie como visitante: “Tres días después del partido, uno se toma el tiempo con más tranquilidad para reflexionar y analizar el partido con Gremio. Lo que fue en general el acontecimiento en Brasil después de haber conseguido el pase a una final histórica, de la manera que se logró. Fuimos a Brasil a jugar una carta ganadora. Eso es lo que valoro y rescato”.

Por último, dijo que no hay favoritos en la serie final con Boca, que comenzaría el sábado 10 en La Bombonera para definirse el sábado 24 en el Monumental, posiblemente con presencia de público visitante.