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Arte y Espectáculos 27 de octubre de 2018

Lorenzo Guggenheim y un programa especial en el Teatro Colón

"Está diseñado con obras que son ideales para quien nunca se acercó a escuchar a la sinfónica", indicó el director, quién invitó al público local a "disfrutar de su orquesta propia".

Lorenzo Guggenheim se presenta esta noche en Mar del Plata.

“La música es mi vida”, asegura el joven director de orquesta Lorenzo Guggenheim, quien se prepara para brindar esta noche un programa especial, que incluye la primera escucha en Mar del Plata de Sarabande de Debussy (orquestada por Ravel), la Obertura Romeo y Julieta de Tchaikovsky y la Sinfonía Nro 8 de Dvorak, invitado por el director de la Orquesta Sinfónica Municipal Juan Martín Miceli. La cita será a las 20 en el Teatro Municipal Colón.

– ¿Cómo surgió la posibilidad de dirigir a la Orquesta Sinfónica de Mar del Plata? ¿Con qué expectativas te preparás?

– Fue gracias a la invitación de Juan Martín Miceli, director titular de la orquesta, quien sabe perfectamente la importancia de estas oportunidades para jóvenes directores y a quien le agradezco la confianza. Para mí dirigir la Orquesta Sinfónica de Mar del Plata va a ser un momento muy especial. Aquí dirigieron mis maestros y dos de mis principales mentores fueron directores titulares, Carlos Vieu y Guillermo Scarabino. Eso genera una presión interna extra de estar a la altura de quienes me formaron y a la vez de brindar lo mejor para que el trabajo en los ensayos sea muy productivo. Estoy muy contento con la oportunidad.

– Por primera vez se podrá escuchar Sarabande de Debussy orquestada por Ravel en Mar del Plata. ¿Qué se tuvo en cuenta a la hora de armar este interesante programa para este concierto?

– Teniendo en cuenta la idea de estar abiertos a nuevo público es que el programa esta diseñado con obras que son ideales para quién nunca se acercó a escuchar a la sinfónica. Romeo y Julieta de Tchaikovsky está basada en la mayor historia de amor, y su música es muy reconocida y está cargada de expresión, sus melodías son inescapables para quien está en su butaca. La sinfonía de Dvorak es uno de los máximos despliegues de música folclórica, en este caso checa, que permite al oyente ser atrapado por las melodías y entrar en el entramado sinfónico. En cuanto al Debussy, es una obra poco frecuente, breve, que originalmente fue escrita para piano en dos versiones muy diferentes y la cual le fue encargada a Ravel para orquestas luego de la muerte de Debussy. La orquestación hace uso de una paleta sonora muy particular, donde cada compás es diferente. Además este año marca el centenario de la muerte de Debussy y es un muy merecido homenaje. Espero que vengan muchos marplatenses asiduos así como quien nunca escuchó la sinfónica y disfruten de la orquesta propia.

– ¿Cuántas horas del día dedicás a la música? ¿Cómo se reparte ese tiempo?

– Hoy en día la música es mi vida. Ya sea dirigiendo, tocando el piano, investigando para mi disertación, dando clases, planeando proyectos, yendo a conciertos. La vida del músico, al menos en una etapa inicial, suele estar dominada por la música, y para mí hoy eso es una bendición.

– ¿Cuál es la importancia de la disciplina y la constancia para sostener una carrera en el ámbito de la música académica?

– La disciplina es clave. También hay ciertas cosas que uno tiene que programar en el día porque si no es difícil hacerlas. Practicar piano y leer para investigación son cosas que tengo que programar en mi agenda diaria.

– ¿Qué podés contar de la experiencia de participar de la organización de ‘Mozart en Viena’?

– La producción de un evento propio en Estados Unidos tiene sus propios requerimientos que fueron un desafío abordar. Mozart en Viena nace como un concierto dónde la música del genio de Salzburgo se muestra en su esplendor en unos pocos años en la ciudad de Viena. Compuso óperas, sinfonías y conciertos de un nivel inigualable y la posibilidad de hacer un poco de eso en un sólo concierto es una muestra al público del gran genio creativo de Mozart. Para mí fue la primera vez que lleve una idea como productor e intérprete a la práctica y fue muy satisfactorio. Sin duda una primera vez de muchas.

– Actualmente estás realizando un doctorado y ejerciendo la docencia en la Universidad de Toronto, Canadá ¿Cómo planificás que continúe tu carrera profesional?

– Actualmente tengo varios conciertos a futuro, en diversas ciudades del mundo. Particularmente en Toronto, donde estoy viviendo, se viene el primer concierto de Orquesta Filarmónica de la Universidad, la cual fundé hace unos meses con la idea de llenar un espacio abierto para miembros de la comunidad a hacer música en el mejor nivel. Además en noviembre estaré haciendo la famosa Sinfonía 40 en Sol Menor de Mozart y una obra contemporánea del compositor inglés Oscar Bettison de estreno en Canadá. Mi deseo es seguir dirigiendo, ampliando mi repertorio operístico y viajando por el mundo conociendo nuevas orquestas. En ese contexto volver a Argentina para presentarme junto a las grandes orquestas de nuestro país es un placer.