La Cámara de Diputados aprobó esta madrugada el proyecto de Presupuesto Nacional para 2019, impulsado por el Gobierno, y lo envió al Senado para su debate tras una sesión de 18 horas marcada por los fuertes disturbios que se registraron en las afueras del Congreso, que dejaron varios detenidos y heridos.

El texto propuesto por el oficialismo, que obtuvo el visto bueno de 138 miembros de la Cámara Baja -con el apoyo de parte de la oposición peronista-, frente a 103 que decidieron rechazarlo y 8 abstenciones, llega en medio de una delicada situación económica del país, marcada por la abrupta devaluación el peso y el acuerdo financiero firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

No obstante, el proyecto de cuentas, que buena parte de los partidos, los sindicatos y organizaciones sociales rechazan por el ajuste que aseguran supondrá, contempla llegar al déficit fiscal “cero” -desde un déficit primario del 2,7 % del PIB en 2018-, una inflación del 23 % interanual en diciembre y una contracción de la economía del 0,5 % en 2019. El oficialismo prevé un recorte de gastos en distintas áreas del Estado, pero insiste en que sin afectar el gasto social ni los presupuestos de educación, ciencia y salud. Para lograr el apoyo que hoy obtuvo de parte de la oposición, en los últimos meses miembros del Gobierno -que en la Cámara Baja tiene 108 diputados- se reunieron con distintos gobernadores provinciales de distintos colores políticos, que tienen importante influencia sobre los senadores, quienes serán los que ahora tendrán que debatir y eventualmente aprobar de forma definitiva el proyecto.

“El FMI nos diseña el Presupuesto que estamos tratando y también diseña la agenda legislativa. Son la escribanía del Fondo Monetario”, manifestó el jefe de la bancada de diputados del Frente para la Victoria (peronismo kirchnerista), Agustín Rossi, para quien “el costo de este plan económico” lo van a “pagar todos los argentinos”.

Por su parte, el titular del interbloque del oficialista Cambiemos, Mario Negri, subrayó en la sesión de hoy que es necesario tener este presupuesto, porque de lo contrario “hubiera sido una derrota para todos”. “En una Argentina que no tiene moneda hace mucho tiempo, debemos buscar certidumbre, encontrar previsibilidad, tranquilizar a la sociedad, permitir tener un marco de estabilidad”, remarcó. El debate en Diputados comenzó poco antes del mediodía del miércoles y fue poco después cuando en la plaza donde se ubica en Buenos Aires el Palacio Legislativo, cercada por un fuerte dispositivo de seguridad, comenzaron a darse incidentes por parte de un grupo de personas que se puso a arrojar piedras.

En una situación de tensión creciente, los agentes policiales desplegados en la zona reaccionaron tirando chorros de agua desde camiones cisterna, gases lacrimógenos y balas de goma, y la protesta no tardó en expandirse a calles del entorno.

En el peor momento de los sucesos, en el interior del recinto diversos legisladores opositores empezaron a reprochar, a los gritos e interrumpiendo al diputado que en ese momento estaba exponiendo, que en el exterior la Policía estaba tirando balas de goma contra los manifestantes.

Tras diversos cruces, empujones y cuando casi dos diputados llegan a las manos, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, se vio obligado a paralizar la sesión, que fue retomada tiempo después, luego de que autoridades de la seguridad del Gobierno de Buenos Aires detallaron a los jefes de bloque en qué había consistido el operativo para reducir la protesta, que dejó varios heridos.

También diputados opositores denunciaron haber sido agredidos por agentes de seguridad cuando salieron del Congreso para interponerse entre la policía y los manifestantes y tratar de evitar la represión. El operativo de blindaje del Palacio Legislativo corrió cargo de la Policía Federal y la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, y fue este último cuerpo el encargado de realizar 26 detenciones. Ya desde este martes, organizaciones sociales se concentraban en la calle para protestar contra la iniciativa legislativa.