El economista Damián Di Pace presentó en Mar del Plata su tercer libro “Economía Pyme. Pensar en grande siendo pequeño”, donde el autor realiza un análisis de las pequeñas y medianas empresas nacionales, regionales y extranjeras.

“Qué sucede con las pymes”, “cómo hacer para que crezcan” y si “es posible un proceso de desarrollo integral del sector” son algunos de los ejes temáticos que el autor explica en su obra.
El libro fue lanzado en mayo en la Feria del Libro de Buenos Aires, se viene presentando por todo el país y ahora fue el turno de Mar del Plata.

En su visita a la ciudad, Di Pace visitó la redacción del diario LA CAPITAL, dio detalles de su nuevo ejemplar, analizó la situación actual que atraviesan las pymes y el contexto económico que las rodea.

-¿Cómo definirías a “Economía Pyme. Pensar en grande siendo pequeño”?
-Es un libro que muestra un recorrido sobre diferentes países que visité viendo cómo abordan su sector pyme. Estuve en la región, como por ejemplo Chile y Uruguay, y también llegué hasta Estonia, Finlandia, Australia, Nueva Zelanda y China, entro otros. En cada lugar me pregunté: qué pasa con las pymes, qué hacen para que las pequeñas y medianas empresas crezcan, y qué podríamos hacer para generar un proceso de desarrollo integral del sector. Allí observé muchos tratamientos diferentes que en el libro explico detalladamente.

-¿Qué importancia tienen las Pequeñas y Medianas Empresas en Argentina y en qué situación se encuentran actualmente?
-Las pymes argentinas representan el sector de mayor volumen empresario con un 97 por ciento del total, generan el 70 por ciento del empleo y son muy mercado internista, es decir que dependen de lo que pasa en la actividad económica del mercado interno y del consumo. Ambos indicadores vienen a la baja, tanto caída en la actividad económica como ventas minoristas, entonces hay muchas pymes que obviamente no les está yendo bien en el actual contexto económico. Es una situación delicada donde la rentabilidad se reduce, las ventas en volumen caen y obviamente están facturando más por inflación, por lo cual pagan más impuestos vendiendo menos.

– ¿Qué le recomendaría al empresario pyme?
– El empresario pyme no se tiene que enamorar de lo que vende, sino de cómo se enamoran aquellos que le quieren comprar. Y eso es muy importante porque estamos en un momento en el que la economía digital hace que el enamoramiento pase por las redes sociales y no por una vidriera. Este cambio tiene que ver con un cambio social y cultural muy fuerte, a expensas de la política económica de un gobierno.

-¿Y qué les espera a futuro?
-Primero, deberán sortear este paso de interrango en la economía porque claramente van a ser de seis a nueve meses que les va a costar sostener o financiar su capital de trabajo. A una tasa tan elevada hay muchas empresas que no les da el margen, es decir, no están pudiendo ajustar precios en relación a la inflación y están muy por debajo de eso.

-¿Cómo las afectan las altas tasas de interés?
-Afectan en que a una pyme no le da el margen teniendo el 72,36 por ciento de tasa de interés. Deben financiar el capital de trabajo que es básicamente financiar la materia prima y los costos fijos de la propia empresa. Entonces, si no logran financiarse porque la cadena de pagos se quiebra porque lo que se debe cobrar no se hace a tiempo, se alargan los plazos y la financiación no llega. Así se genera un momento donde se estrangula la cadena y eso genera que tenga que financiarse el mercado, si se financia a una tasa tan elevada claramente no pueden repagarlas porque no les da el margen y las condiciones para poder hacerlo.

-¿Qué opinás de las medidas tomadas por el Gobierno para que las pymes puedan exportar?
-Me parecieron buenas, como por ejemplo la decisión de financiar hasta con 100 mil dólares a ese sector. También existe el sistema de la plataforma ‘Exporta Simple’ para que tengan un régimen muy simplificado con el trámite aduanero que es importante. Pero la realidad es que solamente el 1,4 por ciento de las pymes argentinas exportan. En China, en cambio, lo hacen un 60 por ciento. Es muy importante que tengan la posibilidad y las condiciones para crecer y desarrollarse en el mercado, es decir, que haya más pymes. En este contexto, del 2011 a la fecha la balanza empresaria es negativa: son más las pymes que cerraron de las que abrieron y eso es menos generación de empleo y mayor problema para la inclusión social.

-Por último, ¿es posible pensar en grande siendo pequeño?
-Sí, pero para ello es necesario tener en cuenta la situación política económica del momento y estar atento a los cambios sociales y culturales del entorno. Por ejemplo, las ventas minoristas caen en el formato físico pero crecen con una tasa del 60 por ciento en el formato online. Por otra parte, se debe considerar la configuración hogareña, cómo cambia la demanda, qué cambios se producen. En los ’80, la familia tipo era el hogar más importante que compraba en hipermercados y hoy la familia se divide en once tipo de hogares y el más importante es el unipersonal: una sola persona viviendo representa el 36 por ciento de los hogares de Argentina y el 60 por ciento son mujeres.

– ¿Qué deben hacer ante esa situación?
-En ese sentido, las pymes deben saber leer el entorno sobre los cambios dinámicos que se producen en el aspecto social y cultural para poder incorporar su oferta y hablo de que se deben dirigir al nicho, que es una pequeña porción respecto de un segmento grande. Además es importante tener en cuenta que el ciclo de vida empresario va a tener mucho que ver con el cambio de la innovación o creatividad que se pueda dar dentro de un mismo sector, pero con nuevas generaciones que serán muy disruptivas respecto de lo que hoy se percibe.